Rafazzotti, el sanantonino que canta y enamora con la música italiana
Rafael Vera Atenas es funcionario municipal, gran fanático del arte proveniente del país de la bota y aprovecha las oportunidades que se presentan para desarrollar su faceta artística.
Es de bajo perfil, centrado, mesurado y cumplidor. Un profesional a prueba de todo. Amante de su familia, de su esposa Catherine y de su retoño Gaspar. Así es Rafael Dante Vera Atenas, un sanantonino de la cuna que esconde un gran secreto que muy pocos conocen: adora cantar y sueña con hacerlo algún día en la Quinta Vergara, en el denominado Festival de Festivales.
Rafael trabaja en la Municipalidad de San Antonio hace cuatro años y desde su privilegiada posición observa el comportamiento de los ciudadanos del puerto principal: "somos especiales", sentencia.
Al "Rafa" no se le mueve un pelo mientras cumple sus labores, pero logra desordenarse cuando escucha una tonada que le encanta y saca la voz. Sus primeras interpretaciones las hizo a los cuatro años en la cantera de Lo Gallardo, donde trabajaba su abuelo Gerardo Atenas, con una canción que aún tararea pero que no recuerda su nombre. Desde la altura de las rocas entonaba con pasión y alegría las melodías, a las que su tata les daba un toque de picardía para entretener la jornada diaria.
"Recuerdo que yo cantaba encima de las rocas las canciones a las que mi abuelo les cambiaba la letra. Con eso entreteníamos a los trabajadores, pero cuando las cantaba en la casa me llegaba reto de mi mamá (Teresa) por el contenido de la canción que era picarona", cuenta sobre sus inicios en el canto.
A través lo que escuchaba en la radio o la televisión, Rafael siguió explorando esa faceta musical de manera autodidacta. Participó en los coros de la escuela de Lo Gallardo y de la Iglesia Mormona. "En la básica cantaba harto, pero en la enseñanza media me cambié de colegio y me alejé del canto, ya que había otros artistas en el curso", recuerda.
Pero con los años retomó su faceta artística, oyendo las canciones que interpretaba el mexicano Emmanuel. "Me gustan el ritmo y contenido de sus letras, lo imitaba pero sin los movimientos que lo caracterizan (ríe). Descubrí que esas canciones son originales de artistas italianos y que Emmanuel las interpreta en español. Así que leyendo e investigando terminé siendo seguidor de la música italiana".
Nace Rafazzotti
Franco Simone y Umberto Tozzi son algunos de los referentes de Vera, pero hay un artista que lo cautiva por sobre los demás: Eros Ramazzotti. "Él es un artista integral, es un gran músico, compositor e intérprete, es un cantante como pocos, reconocido por su característica voz. Aun cuando acá en Chile no es tan masiva su música, es un tremendo artista. Tengo la fortuna de conocerlo en persona, compartí con él en sus últimas tres presentaciones en el país".
Tanto es el fanatismo por el autor de "Cosa más bella", "Fuego en el fuego", "Si bastasen un par de canciones" y "Otra como tú", que Rafael adoptó el seudónimo de Rafazzotti y sus canciones son las primeras que interpreta cuando sube a un escenario. "Después continúo con las de Franco Simone, Tozzi o del peruano Gian Marco. Interpreto muy pocas canciones en inglés, porque no me gusta el idioma a diferencia del italiano que es más romántico y encantador como lengua", se sincera.
Uno de sus sueños es conocer el país de la bota con su familia, visitar Roma y Venecia. "Espero algún día conocer Italia", confiesa.
-¿Conquistó a su mujer cantando?
-Nuestra relación es curiosa. Con mi esposa nos conocimos muy jóvenes en Cartagena, en esa época pololeamos un tiempo y debido a la distancia (ella de Santiago y yo de San Antonio) nos alejamos. Al pasar los años, ella me buscó por las redes sociales, y al primer contacto yo le dediqué la canción "Fábula" de Eros, y desde ahí no nos separamos más. No soy de andarle cantando a cada rato, porque me escucha siempre tarareando y ensayando en nuestro hogar.
-¿Piensa grabar algún disco o escribir canciones?
-Desde mis inicios cantaba sobre los temas originales de los artistas, y ahora utilizo pistas y hago mix de canciones, porque olvido las letras e improviso, el nerviosismo provoca eso. No tengo canciones propias, no soy músico y las pocas letras que he escrito no sé cómo darles acordes, sólo interpreto canciones de mi gusto. Si llegase a grabar algo tendrían que ser covers para regalarle a la familia, porque soy muy respetuoso con el tema de los derechos de autor.
-¿Cómo fue conocer a su ídolo musical?
-Lo máximo, soy parte del fan club de Eros Ramazzotti y en el 2013 logramos asistir a una prueba de sonido. Fue la primera vez que estuvimos cara a cara. Fue una emoción grande, él me encontró parecido a su baterista y se lo dijo al grupo. Ahí aproveché de decirle que también cantaba sus canciones y me respondió: melódico además. Luego, nos tomamos fotos y disfrutamos del momento, fue espectacular. Es la misma sensación que experimentó el muchacho de San Antonio (Daniel Ilica) que hace poco compartió con Depeche Mode, su banda favorita. Y en el 2016 como grupo logramos estar con la banda en su ensayo para el Festival de Viña del Mar.
-¿Cuál es su sueño musical?
-Me encantaría cantar ante una gran audiencia, a quién no le gustaría algún día cantar en el Festival de Viña, realizando un show al estilo Paul Anka junto a una importante banda. Pero me conformo con cantar en festivales de la voz, y con entretener a los sanantoninos para La Teletón, ya que nos falta disfrutar más de los momentos que nos regala la vida.
Talento local
Rafael es consciente que en la comuna, como también en la provincia, existen muchos artistas talentosos que no han surgido por falta de oportunidades. "Está lleno de buenos cantantes y de grupos musicales, es cosa de ver a Alejandro Zapata y a Choro e Playa, por citar a algunos. Toda la vida hemos tenido excelentes músicos y artistas, falta que les den las oportunidades para mostrarse, es cosa de darse una vuelta por los pubs o bingos y siempre hay una voz melódica. Ojalá que se pudiera dar el mismo espacio a la gente local que a los artistas que nos visitan para ciertos eventos", esgrimió.
Canto y deporte
Durante el lapso alejado del canto, Rafael Vera exploró la faceta deportiva que le inculcó su padre del mismo nombre, que en los setenta jugó en San Antonio Unido y tuvo un breve paso por Colo Colo.
"Soy un deportista frustrado. Jugué al arco hasta la juvenil en el club deportivo Gallardo y Unión Católica, pero después me cansé de tanto machucón por las atajadas. Luego con el trabajo y el canto ya no tuve tiempo para seguir jugando", rememora sobre su corta carrera de futbolista.
Sin embargo, tras colgar los guantes agarró el pito y comenzó a dirigir. Arbitró competencias locales, ligas escolares y hasta tuvo presencia en la Tercera División. "Me tocó dirigir al SAU en unos amistosos, y no pude seguir creciendo porque ya tenía más de 25 años".
-¿Por qué no siguió arbitrando?
-Es difícil arbitrar en un ambiente hostil, donde jugadores e hinchas no siempre colaboran y no entienden que solamente es un juego. No me tembló la mano para expulsar de la cancha a mi propio tío, pero cuando vi a un jugador de la tercera infantil quebrarle la nariz a un rival y querer golpearme después que lo expulsé, dije 'hasta aquí llego'. Ya me habían pegado un combo maletero por la espalda en las series adultas, pero lo que pasó con los chicos fue demasiado.
Rafael, Rafa o Rafazzotti se mueve con soltura, vive con pasión y alegría el día a día, disfruta al máximo la familia que formó y espera nuevas invitaciones para subirse a un escenario. "Estoy esperando que me inviten a cantar y poder acercarlos a la música italiana", concluye Vera.