El doctor más querido de San Antonio se despide de las consultas del hospital
Carlos Vega Amaro, ex director del hospital Claudio Vicuña, se acoge a retiro luego de 42 años de servicio. Seguirá ligado a la docencia en el mismo recinto y revisando casos especiales que necesiten la pericia de sus cuatro décadas de experiencia.
Tras 30 años de trabajo en el hospital Claudio Vicuña de San Antonio y otros 12 en el hospital San Juan de Dios de la capital, el doctor Carlos Vega Amaro se retira del servicio público.
Llegó a San Antonio en 1974 desde Punta Arenas, donde su padre, el médico Carlos Vega Guínez, estaba siendo "castigado por la dictadura militar". Ingresó al recinto asistencial local cuando aún faltaba mucho instrumental. La mejor forma de hacer una buena atención era examinando detalladamente y conversando con el paciente todo el tiempo que fuera necesario.
Años más tarde, cuando ocupaba el cargo de director, la gente lo esperaba para conversar unos minutos con él.
Siempre les dedicó un tiempo. Esa cercanía, que se convirtió en un sello de su trabajo, lo convirtió en uno de los profesionales más queridos del recinto médico.
Arribo al puerto
-Doctor, ¿cómo se produjo su llegada a San Antonio desde la lejana ciudad de Puerto Aysén?
-Viví por muchos años en esa maravillosa tierra. La llegada de mi familia a San Antonio se produjo en 1974, pues mi padre, que era médico y jefe del servicio de salud de la provincia de Aysén, fue castigado por la dictadura militar. Como familia manteníamos una relación frecuente con la zona, pues veraneábamos en la casa que mi abuela materna tenía en la calle Echaurren, en Llolleo. Eso me definió como un sanantonino de adopción y corazón.
-Su padre, el doctor Carlos Vega Guínez, también tuvo una extensa carrera como profesional, tanto en Puerto Aysén como en San Antonio, siendo recordado hasta la actualidad. ¿Cómo influyó ese legado en su formación como médico?
-La verdad es que mis padres jamás ejercieron alguna presión para que yo estudiara medicina, pero es obvio que cuando tienes un padre médico hay una influencia tácita, que va adquiriendo dimensión en el tiempo.
-Y el resultado fueron cuarenta años de servicio…
-Sí, tengo 42 años como médico, de ellos 30 los cumplí en el hospital Claudio Vicuña y 12 en el San Juan de Dios, donde realicé mi especialidad de medicina interna y mi subespecialidad en nefrología. Integré el staff de la especialidad.
-Mayoritariamente su carrera la hizo en el servicio público...
-Soy un agradecido del sistema público de salud, al que debo mi formación como médico, que me permitió alcanzar diversas jefaturas en distintos establecimientos y finalizar mi carrera como director del hospital de San Antonio, institución en que desarrollé gran parte de mi carrera y a la que quiero entrañablemente.
A la hora de hacer el balance, los momentos buenos ocupan una buena porción de sus recuerdos. Algunos son de los años iniciales de su trayectoria como médico y, otros, del periodo que estuvo como máximo responsable del hospital Claudio Vicuña.
LOS BUENOS MOMENTOS
-¿Cuáles son los momentos más gratificantes que recuerda de su larga carrera?
-Como clínico haber ejercido la jefatura de la Unidad de Cuidados Intermedios del hospital San Juan de Dios y ser integrante del Departamento de Nefrología del mismo hospital, y a través de ellos haber participado activamente en la formación de pre y postgrado de varias generaciones de estudiantes de medicina y médicos.
-¿Y en San Antonio?
-A nivel local haber ejercido durante años la jefatura del Servicio de Medicina y haber sido integrante del Servicio de Urgencia, e implementar en ambas unidades diversas técnicas orientadas a ofrecer una mejor atención a nuestros usuarios.
-¿Después como directivo?
-Como director y subdirector médico del hospital Claudio Vicuña, haber cumplido con los objetivos planteados cuando asumí la dirección del establecimiento en abril de 2014.
-¿Cómo cuáles?
Lograr la Acreditación de Calidad de nuestro establecimiento, iniciar la construcción del nuevo hospital, cumpliendo con todas las instancias previas: entrega por parte de Bienes Nacionales al Servicio de Salud del sitio en que se erigirá el futuro hospital, completar el diseño del nuevo establecimiento, desarrollo de las obras complementarias y, finalmente, el inicio de la construcción del nuevo hospital en enero pasado.
-¿El ingreso de nuevos profesionales también se incluye?
-Lograr la llegada de nuevos especialistas: 15 en el periodo comprendido entre los años 2014 y 2018; reiniciar la cirugía infantil, suspendida desde el año 2010; e implementar nuevos procedimientos médicos, como colonoscopía, fibrobroncoscopía, electroencefalografía, colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (Ercp).
Los puntos bajos
Por otro lado, los momentos más difíciles llegaron con el terremoto del 27 de febrero del 2010. El movimiento sísmico dañó parte de la estructura del hospital y obligó a hacer cambios en la forma de atender.
-¿Cuáles han sido los más momentos más difíciles de su carrera?
-El terremoto del año 2010, que afectó severamente la estructura del hospital y nos obligó a trabajar en condiciones muy dificultosas por un periodo largo de tiempo. Como gran frustración, no haber logrado un buen funcionamiento del Servicio de Urgencia, nuestra cara frente a la comunidad, a pesar de los esfuerzos realizados para lograrlo (aumento del número de médicos y profesionales de la salud). Existen tiempos de espera prolongados y problemas de trato que por desgracia son transversales a todos los estamentos de esta unidad.
EL CARIÑO DE LA GENTE
-¿A qué atribuye el cariño que le tiene la gente de San Antonio?
-Estoy muy orgulloso de pertenecer a una generación de médicos que careciendo de todos los recursos tecnológicos que hoy existen, fuimos instruidos por nuestros maestros para privilegiar el buen interrogatorio, el adecuado examen físico y la explicación en lenguaje simple y no técnico al paciente. En mis largos años como clínico, me he convencido cada día más, que una buena relación médico-paciente se basa en el estricto cumplimiento de lo anterior.
Lo que se viene
Pero los días del doctor Carlos Vega Amaro como profesional de la medicina no están llegando a su final. Ahora tiene la misión de enseñar a las nuevas generaciones de facultativos, especialmente a aquellos que se forman entre las salas y pabellones del hospital Claudio Vicuña.
-¿Qué hará de ahora en adelante?
-Seguiré ligado al hospital a través de mis labores como docente de la Escuela de Medicina de la Universidad Andrés Bello y como especialista de llamada (para consultas en casos especiales) en nefrología.