La mujer que produce remedios naturales para combatir decenas de dolencias
Guadalupe Hernández elabora aceites, jabones, gotas y cremas con hierbas medicinales de su propio vivero en Lo Abarca y así colabora para tener "un mundo mejor".
"Si puedo ayudar a mejorar el mundo con una gotita, bendito sea Dios". Esta frase cargada de cariño, solidaridad y generosidad es propia de Guadalupe Hernández Pérez (62), una emprendedora que a través de las hierbas medicinales entrega su aporte para construir una sociedad mejor y más amigable.
En la apacible localidad rural de Lo Abarca, en Cartagena, Guadalupe levantó su vivero. Ahí cultiva sus hierbas medicinales y se da todo el tiempo necesario para elaborar sus productos con pasión y alegría, los cuales permiten enfrentar distintas dolencias apelando a lo netamente natural.
Cremas, infusiones, gotas, jabones, aceites naturales para distintos malestares se pueden encontrar en su tienda de calle Pablo Romero N°90. "Alivian dolores reumáticos, de espalda, colon, menstruales, contra várices, y también tengo productos para adelgazar, antidepresivos, para la próstata, el hígado, gástricos, y prontamente para las jaquecas", cuenta.
Sanadora
Siendo niña, Guadalupe tuvo el presentimiento que su vida estaría vinculada a la sanación y comenzó a prepararse. Su abuela Guadalupe Peña de La Peña siempre resolvía los problemas de salud con hierbas medicinales y tenía una infusión para cada dolencia. Mientras que su madre Elba Pérez Peña poseía muchas plantas en su vivienda. El ambiente y la genética hacían lo suyo.
"Creo que nací a destiempo. Cuando era chica hablar de metafísica era extraño, no era bien visto. Incluso mi madre a los 12 años me llevó al sicólogo para tratarme. Siempre supe que mi destino en la vida sería ayudar a los demás y lo estoy realizando a través de mis productos. Siempre sentí este don, cuando niña me concentraba y ayudaba a quitar los dolores. En un principio no entendía bien, pero el legado de mi abuela me clarificó todo. Antes de morir dijo que me dejaba el conocimiento de las hierbas medicinales", confiesa sobre su propósito en esta vida.
Preparación
Como en muchas familias sucede, no contó con las condiciones para estudiar a nivel superior, así que decidió abocarse en cuerpo y alma a desarrollar su "don". Trabajó largo tiempo en masoterapia (método sanativo a través de masajes). Instalada en el Valle del Elqui para una sanación espiritual y corporal, aprovechó de profundizar sus habilidades y conocimientos, y solamente hace 15 años se radicó en Lo Abarca, donde consiguió recursos en Indap y luego con Banigualdad para levantar su sueño del vivero, y transitar así por un nuevo camino.
"En el norte tenía esa idea, pero al llegar a este pueblo fue difícil instalar esta propuesta. No era bien visto y no quería que se me tratara de bruja o algo así, porque buscaba colaborar en la sanación a través de hierbas. Así que me guardé la idea, el giro del vivero partió como ornamental y lentamente le fui incluyendo lo medicinal", relata sobre su emprendimiento actual.
-¿Cómo maneja esta habilidad con la que nació?
-Para mí es como tener un don que me permite entregar cariño y amor a las personas para así aliviar algunos de sus males. Ser un medio para que la energía divina se transmita a los demás y podemos vivir mejor. Así lo interpreto.
-¿Y su trabajo en fitoterapia o con hierbas cómo es recibido por la gente?
-Me preparé mucho para lo que hago. Me encanta estudiar y sueño con que todos los mayores, después de los 65 años, podamos estudiar gratis a nivel superior. Si bien partí con la masoterapia y lo estudié bastante, sabía que iba a derivar en el trabajo con hierbas medicinales y la recepción es buena. La gente me pregunta por Facebook sobre ciertas dolencias, me vienen a ver y les entrego una preparación para lo que necesitan. En cada preparación pongo lo mejor de mí, cariño, conocimiento y concentración. Es lo que siento vine a hacer a este mundo.
¿Por qué cuesta creer en las medicinas alternativas?
-Hay muchos paradigmas sociales y creencias establecidas, como las enfermedades crónicas y aquellas que uno cree que las tiene que cargar para toda la vida, que cuestan cambiarlos. Si tuviera un título universitario serían más creíble mis preparaciones de gotas y demases para algunas personas. Este es un don que conecta a la madre naturaleza con la sanación. Todos podemos conectarnos con el poder interior. De hecho, si la mitad de las personas lo hiciera, no existiría el cáncer.
Guadalupe dice que la sociedad en general tiene que aprender de las enseñanzas que deja la vida, de las alegrías y rabias, abandonar la ignorancia y seguir el camino propio que siempre es más fácil.
"Si nos enfocamos en la sanación, creemos que somos capaces de sanar y, abandonando los miedos, podremos abrirnos a propuestas como la medicina alternativa. No es bueno involucrarse en las cosas que no nos corresponden porque nos llevan a sufrimientos innecesarios como un partido de fútbol o una elección política, o rabiar con los vecinos. La tolerancia es una lección necesaria para vivir en paz y sanos. Las rabias, la intolerancia, el rencor, la codicia, el egoísmo, la falta de amor, el no vivir el aquí y el ahora, son las enfermedades físicas y mentales de nuestra sociedad".
Faceta emprendedora
Seis años le costó a Guadalupe instaurar su emprendimiento emergente, ya que no era visto con buenos ojos algo no tan tradicional como las terapias curativas en base a hierbas naturales. "No es fácil emprender, uno tiene que buscar la idea y trabajar en su financiamiento. Cuando logré que entendieran mi idea, tuve el apoyo de Indap y también de Banigualdad. Durante varios años hemos trabajado muy bien, sin estos apoyos no habría sido posible emprender este sueño", manifiesta sobre lo difícil que resulta en ocasiones iniciar una idea de negocio.
Si bien reconoce que el comienzo fue difícil, su dedicación y empeño están teniendo réditos y su tienda aumenta en visitas, como en seguidores de su fan page de Facebook AfloraLuz Un reencuentro con lo natural. "La clave está en la dedicación y empeño que uno le pone a las cosas que realiza. La sanación se puede dar de distintas formas, como medicamentos y preparaciones. Cada vez que preparo las hierbas le pido a la divinidad la energía sanadora para que sea de entero beneficio para quien la va a tomar", confidencia.
Durante estos días, Guadalupe está en proceso de recolección de sus hierbas, ya que se encuentra macerando 48 frascos por los próximos tres meses, para su salida al mercado en septiembre. "Los preparados requieren mucho tiempo, la hierba tiene que ser de buena calidad, que esté seca y no acelerar el proceso de producción", detalla mientras se esmera elaborando sus productos para continuar contribuyendo a una sociedad más saludable y apegada a lo natural.