David Muñoz Castillo
Todo comenzó con Juan de Dios Carrera. El constructor civil, nacido en 1921 en María Pinto, llegó a los 18 años a San Antonio y en esa misma época se unió al club Huracán de Llolleo. Cuando comenzaba la década de 1940 se forjaron los cimientos de una relación que hasta hoy se conserva y que se traspasa de generación en generación en una familia que tiene la camiseta roja de la tienda de la calle México impregnada en la piel.
Su hijo José Miguel Carrera fue el primer heredero de esta pasión. Él se la transmitió a dos de sus tres retoños, Marcelo (41) y Juan Pablo (42), y ahora sus nietos, como Alexander (18) siguen jugando y prolongando la pasión que este llolleíno por adopción sintió por la institución que lo acogió.
Ayer Huracán cumplió 94 años de existencia y Juan de Dios fue uno de los principales protagonistas en el desarrollo institucional de uno de los clubes más grande de la Región de Valparaíso.
"Todo esto eran unas dunas (el estadio) y se las concedieron al club. Los socios que eran del sector de la estación de Llolleo se juntaron acá y buscaron este espacio", relató José Miguel sobre la génesis del vínculo de su padre con el club.
Juan de Dios estudió en la escuela de Constructores Civiles -en aquel tiempo no existía como carrera universitaria- y en San Antonio se forjó un prestigio. Muchas de sus obras perduran hasta hoy en distintos sectores de la ciudad. "De las casas que hizo mi papá en San Antonio, Santo Domingo y los alrededores ninguna se ha caído. Todavía existen casas y edificios y resistieron varios terremotos. Trabajaba con calidad y por eso tuvo tanto trabajo. Hizo las pesqueras y llegó a tener más de 500 maestros", destacó sobre la labor de un hombre que también participó en la construcción del balneario de Rocas de Santo Domingo.
El padre, abuelo y bisabuelo de esta estirpe de huracaninos fue presidente varias veces de la institución y entre sus grandes legados están el casino y su activa participación en la construcción del recinto deportivo.
Juan de Dios Carrera se casó con Marta Gutiérrez (84) y tuvieron cuatro hijos (José Luis, Marta, Sonia y José Miguel). Solo José Miguel fue jugador del club, y siguió con la tradición, porque además fue dirigente y presidente.
"Yo llegué al club a los 9 años, hace 57 años. Mi papá me trajo, igual como lo hice con mis hijos, menos uno, que hace otro tipo de deporte, pero lo hace", detalla José Miguel.
Cuando el club está de aniversario para los Carrera es una fiesta familiar, porque "es como nuestra casa. Existía una convivencia con la gente que hizo este estadio. Llegaban a una ramada donde estaba el casino, llegaban padres con sus hijos, esto se llenaba, era bonito", rememora.
Y Marcelo agrega que "el jugador huracanino se caracteriza por tener cierto perfil, desde que soy chico hasta ahora se mantiene ese perfil, que no lo tienen otros clubes. Viene otro tipo de personas. Se nota una diferencia de las personas".
Varias familias, no solo los Carrera, componen verdaderos clanes identificados con Huracán. "Están los Hernández, los Lizana, los Carvacho, nosotros, esa parte social no se ha perdido", puntualiza el "Tity", mediocampista de los seniors del club, que el pasado sábado clasificaron a la final de la Copa Litoral, donde enfrentarán a Gallardo.
Los fines de semana para estas familias transcurren en el recinto de la calle México. "Uno trae a sus hijos, después a sus nietos, así crece el club", contó José Miguel.
Y Marcelo recordó que el camping 3 fue una iniciativa de los jugadores seniors. "Como grupo de amigos lo construimos, la gente que está hace años. Hicimos bingos, rifas, varias cosas para juntar la plata para hacer un aporte al club".
Orgullo
La historia de los Carrera y de Huracán tiene una data de más de 80 años. Para José Miguel ver a sus hijos y ahora a sus nietos con la camiseta roja es sinónimo de "orgullo, es precioso. Me habría gustado que mi papá viera todo esto que tenemos aquí. Me vio jugar, pero vienen más generaciones, mis tres nietos más chicos. Desde algún lugar estará viendo todo esto", expresó con emoción.
Asegura que "es maravilloso ver a los chiquillos que han estado todo el tiempo acá, desde chicos jugando por el club. Los conozco de antes que nacieran. Llevo toda una vida en el club, pasaron muchas cosas muy bonitas".
Ese orgullo que siente José Miguel y Marcelo se refleja en Alexander, quien es hijo del "Tity". A los 6 años llegó a la escuela de fútbol y hoy incursiona en las series adultas de la institución. "He jugado con mi papá, no partidos oficiales, me gustaría poder hacerlo algún día", confesó el talentoso jugador, mientras su padre recuerda la despedida que le brindaron a José Miguel cuando dejó la serie superseniors.
Los Carrera le siguen entregando materia prima a Huracán. Su historia familiar y la del club se unen y se funden en un solo camino, con la promesa de escribir nuevos episodios llenos de éxito con los integrantes de este clan como protagonistas.