Terapista crea esculturas de piedras para combatir las frustraciones
Rodrigo De la Fuente lleva un año explorando este arte como terapia alternativa, con muy buenos resultados. En el verano dictó un taller y ahora trabaja en levantar un centro integral.
Luego de conocer este arte al observar un video en Instagram y luego vivirlo mientras vacacionaba en el Lago Titicaca, Bolivia, Rodrigo De la Fuente Peyreblanque (32) se atrevió a experimentar con el rock balance, piedras en equilibrio que son situadas una sobre otra sin elementos ajenos y que demandan tiempo, paciencia, constancia y creatividad.
Avecindado en Santo Domingo hace quince años, tras egresar del colegio Country School y estudiar Turismo y Administración de Empresas, su espíritu le hizo una llamada que no quiso rehusar, así que entre su tiempo libre conoció y practicó sobre terapias alternativas, con trabajo emocional físico energético, con piedras, sanaciones y regresiones que hoy son parte de su vida diaria.
"Siempre sentí interés por esto, de chico fui sensible, perceptivo y las terapias alternativas son lo que me permite conectarme con el yo interno, con el campo físico y energético que todos poseemos", contó sobre su encuentro con las terapias alternativas.
Piedras en Equilibrio
Luego de años realizando terapias en distintos lugares, el año pasado mientras vivía en Villarrica comenzó a dedicarle horas al rock balance, disciplina que terminó por incluir como parte de sus terapias y que también le sirve para buscar su equilibrio personal.
"Cuando vi el video parecía algo imposible y me propuse que tenía que hacer eso. Los obras que hoy hago son bastante distintas a las que hice en un comienzo. A veces no me resultaba nada y la clave siempre fue continuar, tener la determinación de superar ese desafío que era posible, y que la frustración podía quedar atrás", sentenció respecto a la determinación que debe tenerse para conseguir objetivos.
Justificó que el rock balance es una excusa que le permitió abrirse a experimentar una serie de emociones y estados personales "como la paciencia, concentración, creatividad, que están en todo orden de cosas. Cuando una persona se dispone a realizar una secuencia de piedras y equilibrarlas, las opciones de frustrarte son súper altas porque se van a caer sí o sí, puede no resultar, dan ganas de mandar todo a la punta del cerro y desistir. Ahí es cuando el rock balance cumple su objetivo que es convertir la frustración en motivación, la impaciencia en paciencia y este aprendizaje es replicable en cada acción de vida y nos ayuda a crecer como personas y sociedad".
Tanto impacto tuvo en sí el equilibrio de piedras que lo sumó como una disciplina más de sus terapias alternativas que realiza para talleres y empresas que así lo requieran, "el equilibrio de las piedras partió como hobby, pero ya es parte de mis terapias y parte del trabajo social que realizo también", remarcó Rodrigo De la Fuente.
En el verano pasado gracias a una iniciativa de la Municipalidad de Santo Domingo montó un taller en el colegio Helen Lee Lassen donde tuvo la posibilidad de enseñar a niños y jóvenes. El éxito fue tal que hasta los padres terminaron experimentando con el equilibrio de piedras
-¿Cómo resultó la experiencia del taller?
-Fue positiva, los niños se entusiasmaron y generaron que sus padres también lo hicieran. Con niños es fácil trabajar porque son libres y abiertos a la creatividad, tienen menos prejuicios y no están tan contaminados. Mientras que un adulto que producto de sus rollos y trancas en ocasiones tiene un estado anímico más limitado para atreverse a experimentar. Pero en general el taller funcionó bien y cumplió con las expectativas.
Proceso creativo solitario
Con la inspiración a flor de piel, Rodrigo elabora obras de equilibrio casi día por medio. Durante cada caminata por la playa o rumbo al hogar va recogiendo piedras que más adelante serán pilar de alguna de sus creaciones. "donde voy y veo una piedra que me parece bien, la recojo. Me he mandado millones de caminatas por las playas de Santo Domingo para recolectar, tengo la casa repleta de piedras y las voy eligiendo según la forma y propósito de la figura que haré".
La segunda etapa del proceso creativo necesita dedicación y concentración porque de aquí saldrá la forma de la nueva creación. "Me puedo demorar quince minutos, media hora o más de una hora, en una sola escultura o secuencia de piedras. A veces el tiempo es mayor cuando hago más de una serie el mismo día. Es una parte complicada que requiere dedicación y tiempo, es como cuando un músico escribe una canción", sentenció.
Luego viene la puesta en escena y la parte más compleja de todas a juicio de Rodrigo, ya que debe incorporar las piedras una sobre otra y buscar el equilibrio natural para que se cumpla el objetivo. "Cuando llevas apiladas algunas piedras y tienes que sostenerlas con una mano y con la otra incorporar una nueva, es la parte más difícil. Si sueltas una mano se cae todo.Hay piedras que no necesitas agarrarlas todas, porque se sostienen solas según el punto de apoyo que tienen, pero las con punto de apoyo muy pequeñas requieren más concentración y fuerza porque una brisa o cualquier movimiento en falso te la bota. Tengo un par de creaciones en la playa y borde de río, pero me ayudó que esos días no había viento que complicara", detalló sobre las etapas del proceso.
-¿Cuánto ayuda el positivismo en el proceso productivo?
-Es fundamental, la emoción que se siente en el momento es parte del proceso comparativo propio del ser humano y cuando se anda negativo uno se estanca y no permite ver que nos estamos colocando limitantes. Cuando hago piedras, todo el proceso de terapias me permite entrar en un estado de conciencia positivo para avanzar, y en el caso contrario asimilar lo negativo, confrontarlo y revertirlo a positivo.
-¿Por qué incorporaste las piedras a las terapias que realizas?
-Es un mecanismo para crecer, meditar, observar, identificar cosas que estaban inconscientes y hacerlas consientes para ayudar a otros. Las terapias te validan a un nivel personal para la percepción que nos permite clarificar, adentrarnos en uno mismo y poder sanar de los males que nos afectan. Lo de las piedras lo incorporé porque ayuda a convertir las frustraciones en motivación y en mejorar las relaciones interpersonales.
Rodrigo junto con sus trabajos en turismo y terapias, y el desarrollo de un proyecto integral ocupa su tiempo. En Bucalemu espera levantar un centro de meditación, recreativo y de sanación el Quinto Elemento Lodge que ayudará a la ciudadanía a reencontrarse con uno mismo, explorar nuevas sensaciones y encontrar los caminos a la sanación.