Carolina Bustos Muñoz
Jesús Alberto Yepez Marín llegó a San Antonio desde la ciudad de Anzoátegui, en Venezuela hace cuatro meses.
Cuenta que la crisis económica, social, humanitaria que están viviendo en su país lo llevaron a tomar la difícil decisión de dejar a su mujer, a su hijita de 4 años y a su padre para ir en busca de una mejor calidad de vida.
Sin lugar a dudas estar separado de sus seres queridos es lo más complicado que le ha tocado vivir hasta ahora a este profesor de Educación Física aunque afirma que al momento de salir de su país pensó que jamás llegaría a su destino.
"Desde Caracas salí en autobús a la frontera con Colombia y de ahí en adelante comenzó la odisea", comienza el relato de su viaje a Chile."Después tienes que esperar un autobús que salga de Colombia hasta la frontera de Rumichaca, en Ecuador y eso lleva como 36 horas", explica.
Jesús recuerda que al llegar a Ecuador se encontró con unos mil compatriotas que al igual que él querían salir de su país. "Ahí estuve todo el día pero al final logramos salir de Rumichaca (Ecuador) a Perú. Al llegar a la frontera estuvimos un día completo ahí. Después estuvimos en Lima, en Arica, Santiago y finalmente San Antonio. En total fueron diez días de viaje".
Al llegar a Perú, su salud le jugó una mala pasada. Asegura que esto lo lleva a pensar que su viaje terminaría ahí, pero sus ganas de llegar a Chile lo hicieron salir adelante.
"No sentía las piernas y yo creo que al final todo me afectó. Perdí 5 kilos en esos 10 días y al final llegué a Chile sin ánimo de nada, pero ya estaba acá así que no había vuelta atrás", afirma.
-¿Qué fue lo más díficil de ese viaje?
-Salir de Venezuela fue el trayecto más díficil. Uno lleva los dólares para salir del país y los guardias lo saben por eso te bajaban y te revisaban.
"A mí me desnudaron por amarrarme los zapatos. Un guardia me vio haciendolo y me dijo "ven acá. Qué tienes ahí". Menos mal que mi dinero lo tenía el dueño de la empresa en que yo viajé. Las mujeres se esconde el dinero en los sostenes. Cuando nos paraba la Guardia Nacional, todos nos asustabamos además que te hacían muchas preguntas sin tener que hacerlo", relata.
Profesor
Además de dedicarse por varios años a la docencia, Jesús era el encargado de Deporte de su municipalidad. Reconoce que, junto a su familia, tenía una buena vida, pero la situación política y económica en la que se encuentra actualmente Venezuela es "dramática".
"Si te lo describo y sin exagerar creo que el sueldo mínimo de Venezuela actualmente es de 3 mil pesos. Acá con esa cantidad de dinero comes una sola vez, si es que...y una sola comida, pero allá trabajas todo el mes por una sola comida. La gente se está muriendo de enfermedades, flaquita. Si vas al hospital no hay nada", explica.
Jesús cuenta que su familia no está bien, pero de igual forma asegura que que a pesar de lo que están atravesando, ellos le han dado todo su apoyo que él tenga una nueva oportunidad. "Mi esposa y mi hija me preocupan en este momento. En Venezuela cuando una persona está un poquito mejor es porque tiene un familiar que le están enviando dinero de afuera, me entiendes, por eso mi familia estpa mejor que el resto ya que somos yo y mi hermano los que le enviamos dinero", aclara.
San antonio
A pesar de llevar cuatro meses en San Antonio, Jesús cuenta que se ha logrado adaptar muy rápido a este comuna, principalmente porque es muy parecida a su natal Anzoátegui.
Para quienes llegan a vivir a San Antonio, el clima es uno de los obstaculos más grande que deben enfrentar, principalmente para quienes viven en países tropicales con temperaturas que bordean los 30 grados durante todo el año como es el caso de este docente.
"El clima es helado (ríe). Vives encerrado en tu cuarto y con miedo a salir por el frío, tomando café, pero con el resto me he adaptado rápido. San Antonio me gusta bastante, me siento muy cómodo. Me gusta su tranquilidad se parece al lugar donde yo vivía.
Soy licenciado en Educación Física. Después fui director de Deporte de mi municipio, pero eso no era suficiente para poder estar allá. Pero con la ayuda de mi papá, de mis tíos y de mi familia logré salir del país.
No es fácil dejar a su familia. Diez días en carretera.
Cuando él se vino por avión era más fácil, pero ahorita el que salga de Venezuela por tierra es porque lo ayuda un familiar de afuera porque venirse por los medios propios es muy difícil.
Me refiero a que no hay filas, no hay mucho estrés.
Si te describo sin exagerar creo que en este momento el sueldo mínimo de Venezuela es de
quien logre salir de Venezuela es porque debe tener un familiar fuera
Jesús Alberto Yepez Marín, 27 años.
Anzoátegui.
Primero por la situación del país. La crisis económica, social, humaniataria y la calidad de vida que los venezolanos están viviendo en este momento.
A pesar de haber tenido un buen cargo.