"De una bicicleta a un Mercedes Benz": Esta es la historia del rival de Las Rocas
El Sauce es uno de los clubes más antiguos de Quilpué y este fin de semana jugará la final de la Copa de Campeones contra Santo Domingo.
Jaime Venegas tiene 55 años y desde los 18 que integra la dirigencia del club deportivo de fútbol El Sauce de la comuna de Quilpué.
Con 37 años ligados a este "humilde" club, Venegas es hoy el presidente y voz autorizada para hablar de esta institución de sus amores, la cual disputará la final regional de la Copa de Campeones de la Anfa, frente a Unión Santo Domingo , este domingo a las 15.30 horas, en el estadio Lucio Fariña de Quillota.
"Estamos contentos, felices. En toda la historia de nuestro club es primera vez que llegamos a una instancia como esta", cuenta desde el sector de El Belloto, de Quilpué, donde está emplazado El Sauce.
"Somos un club que data desde 1936, es el más antiguo de la comuna de Quilpué. Llevamos este nombre porque antes, la población El Belloto se llamaba El Sauce, por la cantidad de árboles que había. Entonces le pusimos este nombre en honor al sector", dice haciendo historia.
El Sauce posee 11 series y una escuela de fútbol formativa para niños entre los 4 y 6 años. En total cerca de 350 deportistas y dirigentes componen este club, que cuenta con una espectacular cancha de pasto sintético y modernos camarines para sus jugadores.
"La verdad es que somos un club humilde que venimos trabajando fuerte para potenciarnos. Hace menos de un año inauguramos nuestra sede social que es de primer nivel", adelanta.
Venegas confiesa que "éramos un club pobre, pero honrado. Con ganas de hacer muchas cosas y tuvimos un poco de suerte también".
En las postrimerías de la década del 90, una empresa inmobiliaria se acercó a los dirigentes del club para realizarles un importante ofrecimiento.
"Los ejecutivos se acercaron para negociar la ubicación. Estaban trabajando un proyecto inmobiliario. El problema para ellos es que la cancha y la sede estaban ubicadas al centro de donde querían construir. Entonces negociamos", relata.
El acuerdo fue construir la cancha, una sede social e instalar un cierre perimetral seguro para el recinto.
"Uno tiene sueños para el club, pero jamás algo tan grande como lo que logramos. Junto con eso, en el 2000 llegó un importante colegio a la zona y creamos una alianza para que los estudiantes realicen sus actividades académicas en nuestro recinto. Con esto logramos construir una cancha de pasto sintético, instalar luminarias, además de la sede social que ya habíamos conseguido. De un día para otro pasamos de una bicicleta a un Mercedes Benz", reconoce a cuatro días de la final de la Copa de Campeones.
Venegas es cauto cuando habla de la final. "Somos humildes. Vamos paso a paso. El año pasado nos eliminó Cóndor también de San Antonio. Quedamos con la espina clavada y ahora jugaremos la final. Celebraremos si ganamos y haremos un análisis y sacaremos cuentas si perdemos".