La nueva vida de un carabinero (r) apasionado por el servicio social
Juan Montecinos dejó Carabineros el año pasado y ahora está dedicado ciento por ciento a su familia y al trabajo junto a la comunidad de Las Cruces, donde formó su hogar.
Desde muy pequeño Juan Domingo Montecinos Núñez sintió un cariño muy especial por Carabineros de Chile.
Su abuelo y su padre fueron destacados funcionarios de la institución y fue justamente en ellos donde vio reflejado el trabajo social que tanto le gustaba y por el que sentía tanta admiración.
Tanto su abuelo Juan Núñez como su padre homónimo fueron jefes en distintas unidades de Cartagena, por eso reconoce sentir un gran cariño por estas tierras que lo vieron crecer y formar una familia.
"Nací en San Antonio. Mi enseñanza básica la hice en el Hogar 21 que estaba ubicado donde actualmente se encuentra el liceo Poeta Vicente Huidobro de Cartagena. Como mi papá era jefe del retén de Las Cruces, me fui para allá y al final mi enseñanza media la terminé en el Liceo Fiscal", contó.
Carabineros
Cuando tenía 18 años ingresó a Carabineros de Chile. Su primera destinación fue la ciudad de Valparaíso donde por un años formó parte de Fuerzas Especiales. Después de eso fue trasladado a la Tercera Comisaría del cerro Barón y posteriormente a la Tenencia de O'Higgins, hasta que en 1994 fue derivado a la Segunda Comisaría de Cartagena. "Ahí conocí a mi señora. Me casé y postulé a la Escuela de Suboficiales. En 1999 fui destinado a la Prefectura de Chiloé, específicamente a la Cuarta Comisaría de Chaitén, donde finalmente estuve siete años".
"Estar en el sur fue una bonita experiencia porque en el pueblo donde fui destinado, en esa época, no había más de 3 mil 500 personas, por lo que todo era muy cercano", rememora.
Como entre sus objetivos siempre aparecía la cercanía con la comunidad, Montecinos tuvo la oportunidad de incursionar en dos programas de radio donde conoció a muchas personas y además tuvo la posibilidad de aprender un poco más sobre la ciudad que lo albergó por varios años.
"Se me ocurrió la idea de tener más interacción con la comunidad sobre todo porque era un lugar chiquitito. Le pedí permiso al comisario y de las 7 hasta las 8.30 de la mañana tuve un programa en la 105.7 FM que se llamaba "El despertar del JM". Después estuve en la radio Estrella de Mar, donde con un capitán teníamos un programa que se llamaba Patrullando por el Dial".
Estar frente al micrófono fue una experiencia inolvidable porque la radio siempre fue un tema que le llamó mucho la atención, sobre todo por la labor que estas desarrollan especialmente en los lugares más apartados del país.
Tras vivir siete años en el sur, solicitó el traslado, principalmente porque su familia extrañaba a sus seres queridos. "Nos íbamos a quedar por menos tiempo, por eso empezamos a extrañar. Pedí el traslado y nuevamente me enviaron a Cartagena. Por cosas del destino siempre regresaba (ríe)".
Luego de permanecer unos meses en Cartagena fue nombrado jefe del retén de El Tabo donde se sentía muy a gusto. "Estuve desde el 2008 al 2014 en El Tabo. Fue una experiencia maravillosa y llena de aprendizaje".
Como jefe de la unidad policial tabina, Montecinos estrechó aún más los lazos con la comunidad, lo que le valió ser reconocido en diversas instancias. Incluso actualmente continúa recibiendo diversos galardones por la labor realizada en los 33 años que perteneció a la institución policial, y en especial por el tiempo que estuvo en El Tabo.
El último de los reconocimientos lo obtuvo para el último aniversario de Carabineros, el 27 de abril, donde el alcalde tabino Emilio Jorquera valoró el trabajo desempeñado por Montecinos como jefe de retén.
"Ese reconocimiento me lo hizo el alcalde, los concejales y en general toda la comunidad, por eso me llena de orgullo", explica, y agrega que "yo era de los que andaba programando reuniones con los vecinos para saber sus problemáticas. Trataba de dar soluciones y si no, llegaba a mi jefe más alto para que me pudiera ayudar. Cuando estuve a cargo se gestionaron hartas cosas bonitas en la comuna. Llegaron más carabineros y vehículos nuevos".
Para este hombre de 54 años dejar la institución que lo cobijó por tantos años y a la que decidió servir por vocación y admiración, no fue una decisión fácil, pero también tenía claro que ya era hora de descansar y de dedicarse ciento por ciento a su familia, la que por su trabajo se vio postergada.
"Los carabineros somos 24/7, por eso la familia es la que más sufre con este trabajo. Eso también me llevó a tomar la decisión de dejar la institución para dedicarme de lleno a mi familia, y la verdad es que estoy muy contento", confiesa.
-¿No se arrepiente de haber sido carabinero?
-Volvería a serlo porque es una institución bonita que forma a los hombres para servir a la comunidad. La parte social es muy reconfortante y por ese lado me gustó aún más la institución. Igual sentí pena por haber partido pero ya cumplí mi etapa. Por eso aprovecho de agradecer a todos quienes trabajaron conmigo, como también a los vecinos de la comuna y medios de comunicación".
Nueva vida
En esta nueva vida alejado de Carabineros, Juan Montecinos se ha integrado a varias agrupaciones sociales, entre ellas el Club de Rodeo Las Cruces Luis Alvarez y el Comité de Adelanto Tradiciones de Las Cruces, balneario donde vive actualmente.
Para él es muy importante trabajar por el bien de Las Cruces y de su comunidad, a la cual conoce perfectamente.
Dice estar muy motivado con la labor que está desarrollando en estas organizaciones ya que ambas están preocupadas de mantener las tradiciones del balneario y mejorar la calidad de vida de los crucinos. "Estamos trabajando para efectuar proyectos que vayan en directo beneficio del balneario y de su comunidad porque al final eso es lo que importa".
En esta nueva etapa, la mayor preocupación de este suboficial mayor en retiro es su familia.
"Por ahora no tengo pensado trabajar porque estoy dedicado a mi familia. Ya era hora de estar juntos y de disfrutar de nuestros momentos. De hecho ahora estoy convertido en el Uber de mis hijas porque las llevo al colegio y a todos lados (ríe)".
Incluso bromea con el nuevo cargo que ahora tiene en el curso de una de sus hijas. "Soy el presidente de curso, así que paso harto en reuniones en el colegio. Mis hijas están contentas porque tienen al papá de vuelta, así que por lo mismo trato de participar harto con ellas".
-¿Echa de menos la institución?
-Claro, fueron 33 años que formé parte de ella, pero todo tiene su ciclo y yo cumplí el mío dentro de Carabineros. Ahí aprendí muchas cosas, sobre todo las relacionadas con lo social porque eso era lo que motivaba. Me gustaba estar trabajando de cerca con los vecinos porque creo que de eso se trata la institución y para esos nos forman.