La diseñadora que crea los vestidos de novia de las sanantoninas
Más de cien mujeres de la provincia han confiado en su manos para dar el sí. También confecciona trajes para graduaciones y otras fiestas especiales.
Priscilla Madariaga González (44), una exitosa diseñadora de vestuario, cuenta graciosamente que "no solo ando con el vestido en la cartera, sino con un set completo".
Ella, que durante los últimos años ha vestido a más de un centenar de sanantoninas que han dado el sí, confiesa que siempre le llamó la atención la confección de vestidos de fiestas y de novias. "Creo que es más entretenido y creativo. No me imaginaba haciendo uniformes, por ejemplo. Me gusta jugar con las formas y el diseño. Tiene algo más creativo y por eso elegí este rubro".
Ubicada en avenida Providencia 2300, local 9, con su tienda Priscilla Bodas, esta sanantonina revela cómo prefieren el vestido las mujeres de la provincia para su matrimonio.
"La novia sanantonina es tradicional y le gusta mucho la comodidad. Es tradicionalista en los colores y en los bordados. Para la mayoría de ellas la boda es el momento en que se sienten princesas y esto ocurre a nivel de todas las edades. Quieren velos y hasta guantes", describe para contar que además de diseñarles el traje, se encarga de "asesorarlas un poco, mostrándoles varios vestidos para que no se cierren en un solo formato. Luego comenzamos a diseñar".
Respecto a su rubro, confiesa que "me ha ido bien. Siempre he tenido mi clientela. Tengo clientes desde tres meses hasta 80 años. Desde guagüitas vestidas para el bautismo hasta la abuelita. Siempre hay fiestas. Además, me especialicé en el diseño de vestidos de fiesta y novia porque no hay alguien que se dedique a esto en la zona. Cuesta encontrar a alguien profesional y además no había una tienda instalada".
Hace nueve años que la pueden encontrar en el sector del mercado Jardín, antes, eso sí, se llamaba "Viste y Borda". "Después me dediqué de lleno a los vestidos hasta el día de hoy. Tengo clientes a quienes les diseñé su vestido de fiesta de graduación y luego el de matrimonio. Son bien emotivos esos casos porque te das cuenta cómo pasa el tiempo".
Más por el civil
Respecto a las bodas, Priscilla se ha vuelto una experta y detalla que "hoy hay muchas más personas que se casan, aunque predomina el matrimonio solo por el Registro Civil. Los sanantoninos no se están casando por la iglesia, pero sí la producción del evento es como si se casaran por la iglesia".
"También lo que ha aumentado harto son las celebraciones de las Bodas de Oro. Participan los hijos, los nietos y la novia se preocupa de su vestido", revela.
Tendencia
Según el prestigioso portal en internet gironanoticies.com, el estilo hippie chic "no es sino una revisión de aquellos atuendos propios de los 60 y 70. Por entonces se llevaba todo lo que hiciera ver al portador o portadora como alguien despreocupado de su imagen, que prefería ropa holgada, materiales orgánicos y poco interés en ser ordenados con los colores". En otras palabras, mostrar un look súper atractivo pero que parezca que se ha logrado sin esfuerzo.
Este estilo también se ha hecho presente en los actuales vestidos de las novias sanantoninas debido a la predominación de los matrimonios por el Registro Civil.
"En este sentido, la tendencia hippi chic en los vestidos de novia es algo más suelto, vaporoso, de gaza, largo. Son telas trabajadas con bordes y encajes. No el típico falso que se llama. Son vestidos no tan estructurados. Hay harto matrimonio y Unión Civil en los cuales las novias no quieren algo tan estructurado. Pero siempre hay excepciones como en todos lados", especifica.
La diseñadora comenta que el vestido de novia es una vestimenta muy especial por toda la carga emocional que trae consigo. "Generalmente las mujeres buscan mucha ayuda, se asesoran harto y son muy obedientes en lo que uno les dices. Las clientas que tengo me dan la confianza para crear el diseño de sus vestidos".
La planificación es fundamental para las novias. "Por lo que uno ha visto y cualquier persona lo debe saber, casarse es un tema súper gigante, una producción grande. No importa si la fiesta es grande o chica, porque siempre hay muchos detalles".
"Una recomendación para las futuras novias es que ellas le den la importancia que requiere el vestido. Hay algunos que deben salir urgente porque se casan apuradas, no han encontrado vestido o lo dejaron para el último momento. Los plazos que yo manejo son un mes cuando son urgentes. Tres meses es el tiempo ideal para confeccionar un vestido. Y seis cuando el traje es más trabajado", argumenta.
Los valores parten en los 180 mil pesos, sin embargo, esta diseñadora de vestuario da a conocer otras alternativas para adquirir esta vestimenta a un precio más económico.
"Siempre estoy haciendo promociones. Tengo vestidos listos para vender y otros son diseños que se hacen a medida. A veces los novios me dejan vestidos para revenderlos; son vestidos usados que están en buenas condiciones, se arreglan y se dejan perfectos. Esta es una alternativa más económica".
Los de fiesta
"Uno siempre va a tener clientes porque siempre habrá fiestas: los bautizos, las graduaciones, los matrimonios", reflexiona.
Por eso Priscilla también se dedica a diseñar vestidos de fiestas. En el segundo semestre del año la confección de estos vestidos comienza a aumentar, debido a los bautizos y graduaciones que se realizan a fin de año o cuando el tiempo está más caluroso.
"Entre las adolescentes que salen del colegio está de moda el crop top. Es un peto y falda larga. Son faldones con top cortos. Son vestidos súper sensuales, porque las niñas de cuarto medio buscan hacer un cambio: es el paso de niña a mujer y quieren verse súper sexis ese día. Es un evento muy importante para ellas. El recuerdo queda para siempre".
Debido a la importancia de la graduación para las alumnas, Priscilla advierte que recibe encargos con tres meses de anticipación. "Las estudiantes tienen que mandar a hacer su vestido con tiempo. Como es ropa a medida, se prueba hasta que ellas quedan conformes con el largo, con el escote. Lo ideal es entregarlo una semana antes de que lo utilicen".
Los valores comienzan en los 70 mil pesos dependiendo del modelo y el tiempo que se requiera para desarrollarlos.
Un vestido especial
La experta cuenta que su trabajo es especial, porque sabe que no realiza cualquier prenda. Para las mujeres el vestido de novia es relevante y el rol de esta sanantonina es vital para que la novia sea feliz en la noche más importante de su vida.
Sin embargo, en una oportunidad el vestido que le encargaron confeccionar tenía muy poco de celebración.
"Hubo un caso que me dejó súper para adentro. Fue algo lindo y triste a la vez", parte adelantando. "Una niña que conocía desde el colegio, me dice que necesita un vestido de novia para su mamá porque se iba a morir. Su último deseo era vestirse de novia porque cuando se casó no había tenido la oportunidad de comprar uno", recuerda.
"Fue emocionante. Confieso que era una sensación extraña y estaba asustada, pero por la emoción del momento, porque tú haces vestidos para un momento de felicidad. Pero, en este caso, sabes que es para cumplirle el sueño de alguien. Fue fuerte, emotivo, con muchos sentimientos. Lo bueno es que quedamos todos contentos, porque le cumplimos el deseo a la madre de esta amiga", rememora con emoción y satisfacción.
"Uno se emociona porque me gusta lo que hago. Soy feliz haciéndolo", sentencia Priscilla Madariaga, la diseñadora de vestidos de novia que, paradójicamente, nunca se ha puesto uno para dar el sí.