Michael Seguel P.
Si uno de los problemas que tiene en su vida amorosa es que no llega a puerto cuando habla con su pareja sobre temas cotidianos como quién lava los platos o hace la cama, o materias más profundas como la educación de los niños, puede que ustedes, sencillamente, no sepan discutir correctamente.
"Siempre, en una relación hay una persona más racional o bien, que posee un análisis emocional que permitirá ordenar los temas y sacar conclusiones de cada punto tratado, lo que permitirá ordenar las ideas, bajar la ansiedad y llegar a acuerdos en común o bien en beneficio para cada uno, pero de mutuo acuerdo" dice la sicóloga Denisse Dorat, de GrupoExpro.
Diario El Líder consultó a expertos para conocer sus tips para discutir civilizadamente, en momentos en que estos temas vuelven a la agenda pública: Esta semana se reimpulsó la iniciativa para evitar la violencia en el pololeo, a cuya discusión se puso suma urgencia en el Congreso.
Ordenarse
Lo primero que debe hacer durante una discusión es enfocarse en un solo tema. Es decir, evitar sacar en cara peleas anteriores o situaciones que tenga guardadas, por ganas que tenga.
Para el sicólogo de Integramédica, Tomás Lawrence, cometer este error logrará que no llegue a ningún acuerdo sustentable con su contraparte.
"No solamente se perderá el foco de la conversación, sino que tampoco se tendrá una solución concreta. Se perderá tiempo en enrielar la discusión y responder a situaciones ajenas al tema central", dice Lawrence.
Añade que "hay veces en que no se va a llegar a un acuerdo y deben ser capaces de tolerarlo".
El experto aconseja que, "aunque se tenga que morder la lengua" debe ser ordenado en la discusión, si quiere obtener algún resultado productivo.
Sin garabatos
Para la sicóloga Denisse Dorat, aparte de no perder el foco, es importante no aportar "elementos que vayan a contaminar más" la discusión. Por eso, el uso de garabatos no es recomendable.
"Creo que lo importante no es imponerse con palabras que no están en el contexto", dice la experta.
Por su parte, Lawrence destaca que "el garabato es devaluar y denostar al otro, donde uno de los dos aparece en el lugar de poder. Se reproduce una lógica del amo y del esclavo. Se transforma en una batalla y no en una conversación".
Lo expertos coinciden en que puede provocar un sentimiento de menoscabo si además se habla al otro como si "no supiera hacer nada".
Sin golpear la pared
No golpear la mesa ni la pared o gritar por la ventana. Ninguno de estos actos ayudará a que llegue a un buen acuerdo con su pareja.
"Hay que buscar un win-win, en que los dos ganen o logren algo con la conversación. Ahora, hablar sin gesticular es casi imposible. Podemos mover las manos o asentir con la cabeza", dice Lawrence.
Añade que lo ideal es siempre "tratar de tener conciencia del cuerpo. Golpear la mesa o la pared, es entrar en el mismo nivel que decir un garabato".
Ojo con el tono
El tono es otra variable a considerar. "Influye bastante en una relación de pareja. No es algo óptimo hablar fuerte", dice Lawrece, quien matiza que hay personas que hablan más fuerte que otras.
Los expertos coinciden en que no tiene nada malo desahogarse, pero, con límites. Lawrence dice que "lo que hay que evitar es sostener una conversación en base a gritos. Hay que tener un grado de conciencia de nosotros mismos".
Mientras, Dorat precisa que lo ideal es hablar el tema partiendo por comentarios positivos hacia la pareja, para luego afrontar el problema, lo que le molesta o alguna actitud que usted vio y que dejó pasar porque no era el momento adecuado para conversar.