La última Encuesta Nacional de Medio Ambiente arrojó que el 57% de los chilenos separa semanalmente sus residuos para poder reciclarlos, en comparación al 19% que lo hacía en 2016. Un ejemplo que próximamente podría acercarse al de Alemania, donde cada persona recicla cerca del 66% de los residuos que genera. A pesar de las positivas cifras, aún son muchas las personas que creen que el discurso medioambiental o las motivaciones para una ciudad más verde, vienen solo de promesas políticas y movimientos sociales. Pero este no es el caso. En los últimos años, pequeñas y grandes compañías han asumido un rol activo en este tema, en pos de una mejor calidad de vida y servicio; desde el retiro de bolsas plásticas en tiendas de consumo masivo y retail, reciclaje de publicidad para la creación de merchandising, festivales a cambio de material reutilizable, entre otros.
Sin embargo, aún queda camino por desarrollar una cultura organizacional interna, que permita hacer partícipe al corazón de la compañía, sus colaboradores, educando y perpetuando a través de ellos un cambio cultural que permita generar un mayor impacto social en los próximos años.
Hoy más que nunca el futuro para el reciclaje es favorable, ya que son millones los interesados en preservar el planeta y generar una cultura medioambiental, mejor para las próximas generaciones. Se trata de personas activas, informadas y preocupadas de problemáticas sociales, quienes exigen una mayor responsabilidad por parte de las empresas para ser más sustentables. Este es un llamado urgente de los ciudadanos hacia las organizaciones para que se suban al carro verde, ya que tenemos que hacernos conscientes de lo que juntos podemos lograr.
Andrea Osorio
Gerente de Comunicaciones y RSE
WOM