Sanantoninos piden penas más duras para quienes asesinen a carabineros
Mientras algunos solicitan la pena de muerte, otros proponen la cadena perpetua para los autores de estos crímenes.
Carabineros de Chile está de luto y así lo simboliza la cinta negra junto al logo de la institución en las diferentes redes sociales. La muerte del cabo Oscar Galindo (29) caló hondo en la institución y se transformó en el mártir número mil 208.
Óscar Galindo falleció en La Pintana en medio de un procedimiento policial. Su victimario, según la investigación policial, sería un menor de 17 años.
Su deceso provocó impacto no sólo en Carabineros, sino también en la comunidad sanantonina.
En la caleta Pacheco Altamirano, Manuel 'Mexicano' Arredondo (60) dice que le gusta harto la ley, la existencia de Carabineros y no cree en la reinserción. "No me gusta que los chiquillos maten por matar. Deberían enjuiciar al responsable del asesinato y debería existir la pena de muerte. Sería lo más justo porque los 'cabros' últimamente están muy prepotentes y osados. Ese el problema de la juventud de ahora".
Arredondo añade que "aquí en Chile no hay reinserción, el que lo hizo (crimen del carabinero), lo hizo de maldad. A estos delincuentes hay que mandarlos a una isla o darles la pena capital, fusilarlos porque no tienen remedio y más encima nosotros los chilenos tenemos que estar pagándoles el alimento para que vivan gratis toda un vida en la cárcel".
Respecto al mismo tema, Luis Álvarez, "El rey del cochayuyo" (67), opina que "estoy de acuerdo que el Gobierno se haga cargo y tome a toda esta gente y ojalá 'los dejen adentro', aunque qué sacamos con meterlos en la cárcel si 'adentro' hay una escuela y después salen peor. Con el gobierno militar que hubo, esto nunca habría pasado, había orden, respeto y ahora no. Estos cabros deberían quedar adentro, encerrados en la cárcel, hasta que se pudran, si la gente mala no sirve", dice.
Estar preso
Sin embargo, otras opiniones más críticas se desprenden también en la misma caleta. Entre sus transeúntes, Paola Tapia (50) menciona que "mucha gente común y corriente muere a diario y eso no se ve en las noticias, es gente pobre. Y ahora porque es un carabinero se está haciendo justicia, si hay gente que muere todos los días en circunstancias similares. Yo no soy quién para juzgar al joven, pero debería estar preso", dice.
De similar modo piensa Víctor Fredes (52). "Hay que juzgarlo porque él cometió un agravio, como se dice, pero tiene que ser igual para todos, no porque matan a un carabinero van a hacer toda esta parafernalia. ¿Y cuando matan a otras personas? Eso no aparece en las noticias. Está bien que se querellen, porque se trata de un ser humano y ¡no puede ser que los niños anden armados!", comenta enfático.
El estado es el garante
Ahora bien, Juan Arenas (54) vendedor de la caleta, piensa que "si este chiquillo tiene unos 17 años y se supone que mató a una persona, tiene que pagar como cualquier adulto nada más, tiene que pagar con cárcel. Si el Estado no se preocupó de ese menor antes ¿se va a preocupar ahora? Para nada. Quizás si al Estado le hubiese preocupado antes, no hubiese pasado lo que ocurrió", manifiesta categóricamente.
REINSERCIÓN
Sin embargo, así y todo, existe 'el otro San Antonio' que cree en la posibilidad de reinserción del menor de edad involucrado en los hechos.
Salvador Cárdenas (27) comenta que "quien comete un crimen tiene que pagar por sus actos, así es la vida. No le podría desear la pena de muerte, si existiera, porque qué aprendería aquella persona. Quién es uno para desearle la muerte a otro ser vivo. Qué persona tiene derecho a decidir sobre vida de otra. Nadie. Por el contrario, la idea es corregir al delincuente. Yo le daría un escarmiento con cárcel al responsable del asesinato del cabo Galindo. Si tenemos 'la mente' hay que ocuparla y no dedicarse a ser más criminales".
Por su parte, Paulina Moraga (25) le daría una oportunidad al autor del crimen. "Yo pienso que lo mejor para juzgar al responsable del asesinato de Galindo es la cárcel, pero como una forma de rehabilitarlo. Siempre he pensado que los delincuentes deberían pasar por algo así como una milicia, sobre todo para estos 'cabros chicos' que se portan mal y que andan haciendo estupideces, que hagan como una especie de servicio militar para lograr su reinserción en la sociedad".