Jesús Farías Silva

El decreto supremo número 75, del 10 de octubre del 2014, que declara al Humedal de Tunquén, en Algarrobo, como Monumento Nacional de Chile podría quedar obsoleto.

Se trata de 95,97 hectáreas, que mediante la firma de la ex presidenta Michelle Bachelet quedaron protegidas por ley.

Como se informó en mayo pasado, un estudio encargado por el Gobierno Regional sugiere la ampliación del área protegida, que hasta ahora se concentra fundamentalmente en las masas de aguas y sus terrenos más cercanos. De esta forma se extendería la zona de protección a más de 300 hectáreas en total.

A la investigación se suma el petitorio del movimiento Tunquén Sustentable, que además denuncia una serie de acciones que podrían poner "término a la supervivencia del humedal".

El abogado y asesor legal, Christian Lucero, explicó que este lugar se "encuentra sometido a la grave amenaza de sufrir un daño ambiental permanente e irreparable debido a la extracción ilegal de áridos, a la utilización irracional del agua del humedal y al inminente inicio de proyectos inmobiliarios en la zona aledaña al humedal".

"En efecto, los proyectos de condominio y de parcelación que han comenzado a aprobarse en la explanada dunar y en el terreno de playa de Tunquén impactarán negativamente los valores ambientales, paisajísticos y arqueológicos de este sitio, único en la costa central sin ocupación antrópica permanente (del hombre) hasta el momento, produciendo un deterioro de los mismos y un daño permanente e irreparable", agregó.

-¿Por qué es tan importante proteger el humedal y el resto del ecosistema?

- Primero, desde el punto de vista de la protección de los recursos hídricos son importantes reservorios de agua dulce; permiten la recarga de las napas y además son capaces de filtrar los contaminantes del agua, ya que diversas plantas palustres y acuáticas absorben metales pesados y químicos.

"Además, son lugares capaces de albergar una alta biodiversidad de flora y fauna. Prestan lugar de refugio y nidificación para diversas especies de aves, mamíferos, anfibios, peces e insectos", agregó.

El mencionado estudio del Gore, además, indica la necesidad de proteger a decenas de especies animales.

"En el humedal de Tunquén se registraron un total de 54 especies, siendo el sector con mayor riqueza de especies en comparación con los otros humedales de la región. Al igual que en los otros, la forma de vida predominante fueron las herbáceas con el 53,7 por ciento. Se registraron 22 especies endémicas (propias de la región) como el peumo y el maqui, 18 introducidas (que llegaron de otros lugares)y 10 nativas (del país)", dice el texto.

"En cuanto a la fauna, la riqueza potencial es de 197 especies (5 anfibios, 9 reptiles, 153 aves y 30 m mamíferos)", agrega el análisis encargado por el Gobierno Regional, que pronto debería tomar una resolución al respecto.

Cerca de las 13 horas de ayer llegó el tradicional Tren del Recuerdo a San Antonio. Sin embargo, los pasajeros debieron bajar de sus vagones un poco antes de la parada prevista en medio de las maniobras que se realizarían para solucionar el problema.

De acuerdo a lo indicado por Patricio Flores uno de los trabajadores del ferrocarril, la urgencia de detener el tren antes de llegar a la parada se debió a que uno de los rieles se había abierto impidiendo el libre tránsito de la máquina.

Andrea Valenzuela, conductora de la máquina señaló a Diario El Líder que de forma excepional los pasajeros debieron descender en el lugar donde quedó detenida (frente a la Lonja Pesquera) y no frente al mall como es costumbre. Pero que desde este lugar ellos podrían continuar con su itinerario por el Paseo Bellamar, sin problemas.

"Por seguridad bajamos a los pasajeros acá, mientras se hacen los trabajos en la vía. Siempre los pasajeros se bajaban en el mall, pero considerando que no quedaba casi nada de trayecto y que no sabemos con exactitud cuánto demore la reparación de la línea, se van a bajar acá por tratarse de un lugar seguro. Para volver también tomaremos a los pasajeros acá", comentó la maquinista.