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En los lanzamientos penales lograron su pase a la siguiente fase las selecciones de Rusia y Croacia, al derrotar mediante ese expediente a sus similares de España y Dinamarca, respectivamente.
A primera hora los rusos se midieron con los españoles en un partido que terminó igualado a un gol al término del tiempo de alargue. Los ibéricos habían abierto la cuenta con un gol en propia puerta de Ignashevich, a los 12 minutos, pero los locales igualaron por medio de Dzyuba, de penal antes del descanso (41').
En la definición se impuso Rusia por 4 a 3, tras los fallos de Koke y Aspas.
El centrocampista de la selección rusa Denis Cheryshev reconoció que tuvieron "muy poco en ataque", pero que fue "suficiente" para llevarse la victoria ante España.
"Hemos tenido muy poco en ataque, alguna ocasión aislada, pero contra España no se le puede jugar de tú a tú. Hemos hecho un gran trabajo defensivo y nos hemos llevado la victoria", explicó tras el partido en Moscú que se apuntó la anfitriona.
Además, el jugador del Villarreal indicó que ante España había que "meterse atrás" para poder dar la sorpresa y tener opciones de eliminarla. "El fútbol es así, si sales a presionarle, el rival te pinta la cara. Todos los que han jugado contra ellos se han metido atrás y han jugado más defensivamente, y de esa forma se les puede hacer daño", señaló.
Por último, habló sobre el posible penal a Sergio Ramos y qué espera de su selección. "Tampoco lo hemos pensando mucho. El árbitro parecía que tenía ganas de seguir. Espero que lleguemos lo más lejos posible", dijo.
Europeos
En un choque europeo, Croacia también ganó a Dinamarca por penales.
Tras los 90' y el alargue el compromiso finalizó empatado 1 a 1. Para Dinamarca abrió la cuenta al minuto Mathias Jorgensen e igualó tres minutos después Mario Mandzukic.
El partido continuó sin grandes oportunidades, al igual que la prórroga. Sin embargo, todo pudo cambiar en el minuto 116 cuando Jorgensen cometió un claro penal sobre Rebic, que ya encaraba la portería después, de regatear a Schmeichel. Pero Modric no pudo con el arquero del Leicester, quien mandó el partido a la tanda decisiva con su padre en la grada a punto de presenciar una montaña rusa.
La lotería de los once metros fue la que decidió que Croacia pasase a los cuartos de final con una actuación memorable de ambos porteros parando cinco de los 10 tiros.
Rakitic, marcando el gol de la victoria, y Subasic, con tres paradas, fueron los héroes croatas que tuvieron el azar de su parte, dejando a Schmeichel y los daneses a una ronda de igualar su mejor marca histórica lograda en Francia '98.