Dejó los camiones para armar su propia "picada" de sándwiches
Tras dos décadas trabajando como camionero, con viajes por todo Chile y algunos países de Sudamérica, Freddy Pastén junto a su pareja Daniela Ampuero se instaló con un local de comida rápida en Llolleo.
Diez meses lleva el placillano Freddy Pastén Sánchez trabajando junto a su pareja Daniela Paz Ampuero en el local de comida rápida que instalaron en calle Arrayán, antes del puente hacia Santo Domingo, y que lleva por nombre "Pascale", en homenaje a una sobrina de Daniela.
Pese al poco tiempo que llevan funcionando, ya se han hecho conocidos por sus generosos sándwiches y completos. "Está viniendo gente de hartos lados, y también hay ocasiones en que vienen de alguna oficina de trabajo y se llevan diez churrascos", reconoce Freddy Pastén, quien decidió dejar sus más de dos décadas trabajando como conductor de camiones para emprender en este proyecto.
"La verdad que quería descansar un rato, porque desde que obtuve la licencia clase A1 y A2 que me subí a un camión y no dejé de manejar. Fue una herencia que traía desde mi padre, René Pastén. A mí siempre me conocieron como el "Pin Pon", como el personaje de la televisión, ya que cuando sacaba la carga en el puerto me ponía a correr y a jugar por entremedio de los tarros", explica el trabajador que, sin embargo, con un poco de nostalgia reconoce que "seguramente en un tiempo más vuelva a subirme a un camión, porque es algo que también me gusta".
Herencia paterna
Tras estudiar en la escuela Cerro Placilla y egresar del Liceo Fiscal, el primer trabajo que tuvo Freddy Pastén fue como colectivero, pero después de un tiempo comenzó el oficio que lo acompañaría durante más de veinte años. "Cuando era chico acompañé a mi viejo a todos lados: Curicó, Antofagasta, Iquique, Argentina también, y ahí fui agarrando el gustito por querer manejar. Empecé a los 21 años", detalla.
Se puso a trabajar en diferentes empresas sanantoninas y así comenzó a recorrer las rutas nacionales e internacionales. "Trabajé con Carlos Brown, con Acuña, con Olivares y otras empresas más chicas. Y lo último que estuve haciendo fue cargando en Santiago para Sodimac y La Polar, lo que posteriormente se repartía entre Iquique y Punta Arenas".
Fue mientras trabajaba en la empresa de Carlos Brown cuando pudo conocer las carreteras internacionales, ya que la ruta de viaje contemplaba la descarga en el puerto brasilero de Santos.
"Las carreteras allá son otra cosa. De aquí para allá eran cinco días de viaje. Cuando parábamos a echar petróleo en Brasil la estación de servicio era a otro nivel. Te daban un vale de comida, había farmacia, cafetería, hasta sala de masajes. En Santos nos quedábamos un par de días durmiendo en el camión mientras entregaban la carga y ahí se podía conocer un poco, y la verdad que es un país muy lindo al que volvería si pudiera".
Un viaje que se hacía común era hacia Argentina: "Cruzábamos la frontera toda las semanas. Generalmente por el paso de Osorno, y otras veces por Los Libertadores".
Vino por perfumes
Entre las anécdotas que recuerda con cariño el placillano de sus viajes a Brasil, está aquella vez que conoció en Santos a quien fue el piloto del avión privado de la famosa cantante Xuxa mientras estaba en su mejor momento durante la década de los noventa.
"Me dijo que le llevara, cuando yo fuera de nuevo, un vino tinto de marca Concha y Toro. De acá le lleve una caja de 12, así que quedó muy agradecido. Se llamaba Hernán y tenía una tienda de perfumes, así que me regaló unos de buenas marcas por el regalo que le llevé", dice entre risas recordando aquella historia.
Pero no todo fue color de rosas para Freddy Pastén arriba del camión, ya que en su trabajo los accidentes son más comunes de lo que uno imagina.
"Me di vuelta en Talca porque me quedé dormido en la madrugada mientras iba manejando y por suerte no fue tan graves. También una vez me tocó rescatar a unas personas que habían tenido un accidente camino a Valparaíso. Era un paseo de ancianos y tuve que sacar a hartos viejitos de adentro de un bus. Y algo que no se me olvidó más fue en la Autopista del Sol, donde una niña había chocado y cuando la fui a ayudar me pidió el teléfono para hablar con su mamá. Y al rato que pasó esto ella falleció. Uno cuando anda en la carretera siempre trata de prestar ayuda, aunque muchas veces digan que el camionero es una persona media bruta, pero es al contrario", asegura.
Picada camionera
Tras esta acumulación de experiencia en la ruta, a sus 44 años comenzó a realizar un nuevo proyecto laboral junto a su pareja, enfocado en la comida rápida.
"Ella (Daniela Ampuero) fue la que más se la jugó por este negocio, y yo la apoyé en todo. Lo bautizamos como 'Pascale' por una sobrina de mi pareja, que es su regalona", admite Freddy, quien tenía conocimientos de cocina del tiempo que le tocó hacer el servicio militar en Tejas Verdes, por lo que es el cocinero oficial de su local.
Dentro de sus creaciones destaca el sándwich que justamente se llama "Pascale", el que consiste en una pechuga de pollo cortada en cubitos, queso derretido incorporado en la misma sartén del pollo, más agregado de tomate, palta y mayonesa. "Yo digo que es un churrasco pero de pollo. Este es el más pedido por la gente, sobre todos por los camioneros, que acá pasan todos los días y es sabido que a ellos hay que darles contundente. Ellos me llaman temprano todos los días para saber qué tendremos para comer. Por eso con mi pareja decimos que nuestro local también es una picada para camioneros", afirma orgulloso.
El local "Pascale" abre sus puertas de lunes a sábado, de las 10 de la mañana hasta la medianoche, e incluso algunos días hasta más tarde.
"Estoy contento con esto, lo he pasado bien cocinando, pero tengo que reconocer que quiero volver a la carretera. Uno se da cuenta, eso sí, que en el camión se pierden muchas cosas, como fiestas importantes o cumpleaños familiares, es un sacrificio, pero yo tengo cuarto medio y la mejor opción que tenía era la de buscarme un camión para manejar", reflexiona.