Para darse un gusto con mucho sabor
Emprendedores de Llolleo hacen frente a la vida con comida rápida. Su apuesta es hacer un buen producto al alcance de todos los bolsillos.
La comida rápida es una de las características más claras de la sociedad chilena de los últimos años.
En cualquier lugar de cualquier ciudad chilena se pueden encontrar negocios donde se venden los tradicionales completos, hamburguesas, lomitos, papas fritas y bebidas. La diferencia la hace la calidad.
Eso lo entienden los emprendedores que, cuando la vida los pone a prueba, se deciden a dar el paso a través de la comida. Y si uno lo mira con frialdad, efectivamente, la gente debe comer y, por lo mismo, siempre habrá clientes.
Claudia Ramírez y Darío Ampuero son un matrimonio de la villa Mirador Baquedano II, en Llolleo. El se dedicaba a la soldadura de estructuras metálicas y ella a criar a sus hijas. Cuando la pega se puso difícil, no se quedaron de brazos cruzados.
¿Qué sabían? Cocinar y hacer sándwiches. Pues bien, poco a poco consiguieron los recursos, los permisos y se establecieron con un local en calle Olegario Henríquez con Pasaje 2. Darío hizo la estructura metálica y Claudia se dedicó a la cocina.
Así nació "Date un gusto", un negocio de comida rápida donde el fuerte son los sándwiches.
"Preguntamos antes a los vecinos sobre qué opinaban si nos instalábamos aquí. Necesitábamos la aprobación de todos porque esta es una copropiedad y toda la gente nos debió firmar para su autorización. 84 personas firmaron", dice Claudia.
"Hacemos todo lo tradicional, desde completos hasta hamburguesas, pero nuestra creación es el sándwich de la casa", cuenta Darío.
Vamos por parte.
El sándwich es de buen tamaño, con un pan fresco y blando, pero con una buena costra. "Lo prepara don Eduardo de Bellavista, más conocido como 'Don Hualo'. No podría dejar de nombrarlo", cuenta Darío.
A lo anterior se suma una hamburguesa casera de al menos 220 gramos, rodajas de cebolla morada, pepinillos dill, tomate, abundante lechuga y una mayonesa casera al ajo que tiene decenas de seguidores.
Esa es la clave para Claudia. "Lo principal es hacer las cosas bien, con buenos ingredientes para que los clientes queden contentos. Así lo hemos hecho y gracias a Dios nos ha ido muy buen", dice la encargada de deleitar a los comensales.
Pero eso no es todo, porque Darío argumenta que los vecinos también llegan al local atraídos por el sándwich de mechada. "Puede ser italiana o luco, desde los $3.500 pero uno queda realmente bien".
Diferencia
Con este trabajo este matrimonio sale adelante junto a sus hijas Josefa (3), Anneth (11) y María Fernanda (19).
-Claudia, ¿qué marca la diferencia de este local de comida rápida con otros que uno puede encontrar en San Antonio?
-Bueno, antes de comenzar nos dedicamos a ver qué es lo que se hace en los otros locales y nosotros decidimos innovar en cada uno de nuestros sándwiches; por ejemplo, en la mechada. No todos la tienen y a nosotros nos queda muy buena, incluso viene gente de otras partes de la provincia a comprarla.
-¿Qué es lo que sueñan lograr con todo su esfuerzo?
-Pese a que estamos aquí bien escondidos, tenemos aceptación de la gente. Se han pasado el dato y esa es nuestra mejor promoción. Nos gustaría tener un espacio mejor en otro lugar y estamos en proyecto para crear algún menú. Esperamos la aprobación de la gente para lanzarnos. Creo que hemos hecho las cosas bien y el público nos ha preferido. Eso sería como un sueño para nosotros.