Opinión
A propósito del caso Maersk
En los actuales tiempos de globalización, los Estados nacionales han visto retrotraída su capacidad de coordinar, administrar e intercambiar sus recursos económicos y humanos.
El imperio de la lógica mercantil ha dado lugar a que en países en vías de desarrollo (como el nuestro) la iniciativa privada en emprendimiento sea la que determine los ritmos en la incorporación de fuerza laboral, así como los flujos de capital internacional.
En este resumido contexto es que la experiencia de nuestra comuna en referencia a la problemática suscitada por el cierre de la fábrica de contenedores Maersk, (problemática que ciertamente asemeja a un escenario trágico en lo que refiere a los niveles de desempleos comunales y por extensión provinciales), de lugar a lantear varias inquietudes acerca del verdadero rol del Estado chileno en la promoción y fomento del trabajo y la producción.
Es en este sentido que conviene recordar que el carácter subsidiario del Estado chileno, así como su excesiva dependencia de la exportación de materias primas, hace hoy inviable cuando no imposible hacerse cargo de un proyecto desarrollista que incluya (por ejemplo) la instalación de Clusters industriales que fomenten la creatividad, el emprendimiento y sostengan de manera razonable la demanda laboral, (siempre en expansión) en una alianza público-privada que se convierta en puntal de desarrollo económico y social y no en una carga de ninguna clase para ninguno de los actores involucrados.
Es por tanto un deber del Estado, así como un desafío para los privados, promover las condiciones de realización de proyectos laborales e industriales sustentables en el tiempo y con arreglo de justicia social y beneficios económicos.
Finalmente hacer ver que la coyuntura histórica que proponen los desafíos actuales de la ciudad de San Antonio, requieren las voluntades y no las mezquindades de sus actores, tan importantes en nuestro desarrollo son y serán los trabajadores organizados de esta tierra como sus representantes políticos,
culturales e institucionales, apuntar a una sinergia colaborativa es tarea hoy de todos y todas.
"La coyuntura histórica que proponen los desafíos actuales de la ciudad de San Antonio, requieren las voluntades y no las mezquindades de sus actores",