David Muñoz Castillo
Hace un año y ocho meses el patinador, entrenador y seleccionado chileno Matías Álvarez dictó una clínica en Quilpué. Con su ojo clínico y experiencia en este deporte sobre ruedas detectó entre sus ocasionales alumnos a un diamante en bruto.
Era Felipe Jeldes Martínez, un pequeño nacido en esta ciudad, pero que rápidamente fue fichado por el deportista sanantonino para sumarlo a las final de su club, el Royal Skate.
Matías no se equivocó sobre su diagnóstico y rápidamente el pequeño obtuvo logros en este deporte, comenzó a participar en la alta competencia y hace un par de semanas recibió dos excelentes noticias: fue convocado a la selección chilena y representará al país en el Panamericano de Patinaje Artístico, que se realizará entre el 29 de agosto y el 9 de septiembre en Bogotá, Colombia.
Ayer Felipe practicó por primera vez con la selección chilena en la pista de entrenamiento de la federación en la comuna de San Miguel.
"Es una experiencia buena y linda. El nivel es alto, pero por lo que me dijeron estoy bien", contó tras la práctica el pequeño que representará al club sanantonino en tierras cafeteras.
"Los entrenadores de la selección lo tienen que ver y hacerle algunas correcciones pensando en el campeonato", explicó su padre Álex, quien lo acompañó a la capital.
Carrera
Con solo 10 años y muy poco tiempo practicando patinaje la carrera de Felipe en este deporte es sorprendente.
El esfuerzo desplegado está rindiendo frutos, porque como contó su progenitor "viajamos tres días a la semana desde Quilpué a San Antonio para entrenar con Matías (Álvarez) de viernes a domingo".
Todo comenzó con una clase que dio el entrenador local. "Lo vio y nos dijo que lo quería llevar a San Antonio a entrenar, luego que había que federarlo. Como no hay clubes en Quilpué había que ir a San Antonio", recordó Álex.
Felipe empezó a competir en torneos interregionales y en noviembre del año pasado ganó el Nacional que se efectuó en Chillán, en su categoría mini infantil.
Eso significó que fuera promovido a la alta competencia del patinaje artístico. En marzo fue a La Serena y otra vez se coronó como el mejor; en Iquique repitió el logro y en mayo otra vez fue primero en San Miguel.
"Como papás no lo creíamos, porque pensábamos que para Felipe esto del patín iba a ser algo del momento, pero se lo tomó bien en serio. Era como un diamante en bruto, Matías Álvarez tuvo el ojo y nos ha ayudado harto, lo impulsó. Todo lo que es Felipe es gracias a él. Incluso lo aloja en su casa", valoró sobre la contribución del sanantonino en la carrera deportiva de su hijo.
Los primeros días de julio recibió el llamado de la selección chilena y un par de días después le comunicaron que estaba en la nómina para viajar al Panamericano de Bogotá, Colombia.
Alegría y preocupación
La convocatoria a la selección chilena de patinaje y el viaje a Colombia en un comienzo fue una noticia que llenó de alegría a la familia de Felipe Jeldes.
Luego conocieron los detalles de esta nominación y la obligación de cubrir todos los costos del periplo para representar al país en Bogotá.
"Nos enviaron un correo y nos dicen que todo esto debe ser financiado por nosotros. Debemos poner el viaje, traslados, estadía, implementación, alimentación, todo", precisó Álex Jeldes.
Desde ese día iniciaron una campaña para recaudar los recursos necesarios, que bordearían el millón 250 mil pesos.
Como sostiene Álex Jeldes "mi hijo en este momento tiene un sueño que es competir en Colombia. Necesitamos de la ayuda de la gente para concretarlo".
La familia no pasa por una buena situación económica en estos momentos. Su papá está cesante. El 30 de junio fue despedido de su trabajo en la minera Collahuasi, cerca de Iquique. "Estoy esperando si sale un proyecto para volver a trabajar. Por el momento nos mantenemos con el finiquito. Por un lado vino la parte mala mía, pero por el otro la buena de Felipe".
Su mamá Vanessa Martínez es funcionaria de Integra y por ello necesitan en estos momentos de ayuda para financiar el viaje de su hijo a Colombia, donde representará a Chile y a San Antonio.