Las pensiones de los profesores me recuerdan una canción relacionada con el sufrimiento de los obreros del salitre, que he retocado así: 1) "Las castas desposeídas; el profesor que esperaba; el aumento que era el olvido; solo espinas postergadas; el tiempo en la espera inmensa; nunca más se terminará; tristeza de sequedades; para siempre se quedará. 2) dinero, lluvia bendita; se volvía la malvada; la pobreza, pan de los días; cementerio y tierra amarga; seguía pasando el tiempo y seguía historia mala; pobreza de sequedades; para siempre se quedará.
Estos versos son para que las actuales autoridades políticas tomen conciencia y mejoren sustancialmente las pensiones paupérrimas auto financiadas (No el Aporte Previsional Solidario = APS) de los profesores que fuimos traspasados a las municipalidades.
Ángel Parra Sepúlveda
Profesor
pensionado, municipalizado