Preso quedó un hombre acusado de abusar de la pequeña nieta de su pareja
Policía de Investigaciones lo detuvo tras denuncia presentada por el padre de la niña de 12 años. Ayer en el Juzgado de Garantía decretaron prisión preventiva para el imputado de 53 años.
Un nuevo y estremecedor caso de abuso sexual que tiene a una niña como víctima fue revelado ayer.
La Brigada Investigadora de Delitos Sexuales y Menores (Brisexme) de la Policía de Investigaciones (PDI) detuvo a un ciudadano turco de 53 años acusado de ser el autor de tocaciones indebidas a una pequeña de 12 años, que es la nieta de su pareja.
Según la investigación llevada adelante por la PDI, el ilícito se conoció cuando la misma menor de edad le relató a su padre, con quien no vive bajo el mismo techo, que su abuelastro le realizaba tocaciones en sus zonas íntimas y que la besaba en la boca. Le contó además que este reprochable comportamiento lo realizaba desde que ella tenía 8 años.
El fiscal que estuvo a cargo de la audiencia de formalización de cargos en contra del ciudadano turco, Ramón Espinosa, detalló ante el magistrado que el progenitor de la menor afectada apenas supo lo que ocurría se dirigió de inmediato donde el acusado para enfrentarlo y que, tras ello, acudió a Carabineros de Llolleo a poner una denuncia.
"El último ataque ocurrió hace solo cinco días atrás (el 25 de julio)", expuso el abogado del Ministerio Público.
Indagación
La PDI realizó diversas diligencias, entre ellas, la realización de distintos exámenes sexológicos, en los cuales, según informó el fiscal Espinosa, el médico manifestó que estaban frente "a un posible caso de abuso sexual".
Junto con ello la misma víctima entregó su declaración en la policía, donde detalló que la pareja de su abuela abusaba de ella cuando quedaban solos, puesto que vivían en la misma casa.
"Relata (la niña) que (el acusado) le colocaba un cojín en la cara para que esta no gritara pidiendo ayuda", reveló el fiscal.
Además, la menor explicó a funcionarios de la Brisexme que no contó lo que le ocurría desde los 8 años porque el imputado la habría amenazado de muerte si denunciaba lo que pasaba o que "le haría alguna cosa" a su mamá si hablaba.
Por su parte, la defensa del imputado expuso que no existió el delito y que, por lo mismo, el acusado, cuyo nombre se mantendrá bajo reserva para proteger a la niña, no es culpable.
De manera resumida, para no entregar detalles personales de la pequeña, la defensa argumentó que la denuncia habría surgido luego de disputas familiares entre la menor de edad y su abuela paterna, quien está al cuidado de ella porque su padre estuvo en prisión.
Dichas discusiones, dijo la defensa, entre la menor y sus cuidadores, la abuela y la pareja de ésta, llegaron al punto de llevarla a colocar esta denuncia "sin sustento".
El argumento de una supuesta invención del delito fue catalogado como "poco razonable" por el juez Cristian Ramírez.
En este sentido, el magistrado determinó que existían pruebas suficientes para acreditar la existencia del delito y para presumir fundadamente que el extranjero tiene participación.
El fiscal Ramón Espinosa solicitó que el imputado fuera puesto en prisión preventiva por ser su libertad un peligro para la víctima y para la sociedad, lo cual fue acogido por el tribunal.
Se decretó que el abuelastro de la menor fuera enviado a la cárcel de Valparaíso apenas terminara la audiencia. Estará privado de libertad por los 70 días en que se fijó la investigación del caso.
El imputado, mientras estuvo en el tribunal, negó todos los hechos y se deberá presentar a una nueva audiencia, puesto que la fiscalía seguirá indagando si es posible imputarle un nuevo delito: el de violación.
8 años tenía la niña en 2014 cuando, según su propio relato, comenzaron los abusos en su contra.

