El querido Osvaldo "Illapu" Aravena sigue vivo en el recuerdo
Este sábado se realizará una misa para conmemorar los dos años del fallecimiento del camionero y comerciante, que tras un accidente en Leyda, quedó ciego y nunca más pudo recuperarse.
Osvaldo Aravena González se hizo conocido con un apodo que le venía de perilla. Con su melena ondulada larga y los rulos que lo caracterizaban donde estuviera, todos le decían cariñosamente "Illapu", en referencia al look de algunos integrantes del grupo musical andino que se hizo inmortal con temas como "Vuelvo para Vivir" y "Lejos del Amor".
"Todos lo conocían por ese nombre en San Antonio por el pelo crespo que tenía, ya que además trabajaba en camiones y forman hartas amistades entre los colegas", reconoce Gladys Ortega, viuda de Osvaldo Aravena, con quien contrajo matrimonio cuando ambos eran muy jóvenes, a la edad de 20 años.
"Nos conocíamos desde los cinco años porque nuestras familias eran amigas. Vivíamos en Santiago, en la comuna de San Joaquín. Después que nos casamos comenzamos a trabajar en puestos que instalábamos en ferias libres en Santiago y tuvimos a nuestro primer hijo que se llama Maximiliano", hace memoria Gladys, quien fue madre por primera vez a los 21 años y posteriormente tuvo a sus hijos Cristián y Osvaldo.
Hacia el litoral
El joven matrimonio vivía en la casa de los padres de Osvaldo Aravena. "Compartíamos con mis suegros, que se llaman Manuel Aravena y María Isabel González y también la familia de mi cuñada. Somos una familia bien unida, que estamos siempre juntos, para donde rema uno remamos todos como se dice", afirma Gladys, agregando que por ese mismo motivo "un día mi suegro vendió la casa y dijo 'nos vamos todos para el Litoral Central', y por eso fue que llegamos a San Antonio. En esos momentos mi hijo Maximiliano ya tenía siete años y estaba cursando tercero básico".
Ya instalados en San Antonio a finales de la década del 90, tras unos meses arrendando, don Manuel Aravena tuvo la oportunidad de comprar un terreno en calle Aconcagua, en Barrancas, donde la familia instaló sus bases para comenzar a proyectarse dentro de la ciudad puerto.
Y el primer emprendimiento que realizaron fue un negocio que bautizaron como "El Illapu", en honor al apodo que tenía Osvaldo Aravena. "Estaba ubicado en la esquina de Curicó con Independencia, y era un almacén donde teníamos abarrotes. Trabajábamos toda la familia y la verdad fue una hermosa experiencia, porque nos fue bastante bien", cuenta la viuda.
Ligados al comercio
Fue justamente tras tres años trabajando en el almacén, que Osvaldo Aravena quiso cambiar de rubro y empezó a laborar en camiones, adquiriendo una máquina con la que comenzó a recorrer las carreteras chilenas de norte a sur.
"Primero estuvo trabajando como conductor y con el tiempo pudo comprar un camión junto a mi suegro. Era un camión grande con container y ahí prestaba servicios. Estuvo trabajando con Álex Chávez, Sergio Acuña y su último patrón fue Cristián Fredes. Una vez estuvo trabajando de Puerto Montt a Talcahuano seis meses sin parar, ya que era un oficio sacrificado", comenta su señora.
Donde también incursionó la familia Aravena fue en las ramadas de Fiestas Patrias que hasta el año pasado se hicieron en el interior del estadio Municipal Olegario Henríquez. Pusieron una chichería que también fue bautizada como "El Illapu".
"Como siempre estuvimos trabajando todos en familia, con mis hijos, suegros y cuñada, este año esperamos también estar presente, aunque aún estamos viendo qué pasa con la ubicación que tendrán las ramadas en San Antonio. La planificación está atrasada, antes a esta altura teníamos todo listo, pero esperamos que nos vaya bien, porque serán seis días de celebraciones", reconoce Gladys Ortega.
Cambio de vida
Fue justamente realizando su trabajo como camionero cuando un accidente de tránsito le cambió la vida totalmente a Osvaldo Aravena González. En el año 2015, en el sector de Leyda, se le trancó la quinta rueda de su camión y se volcó.
Tras ser rescatado, tuvo que estar hospitalizado durante dos meses y medio en la Mutual de Seguridad. "Lo operaron de la columna y al salir de la Mutual tenía dos fierros y ocho pernos. Pero lo peor fue que debido a que tuvo dos golpes en la cabeza cuando se volcó, quedó ciego y ahí le cambió totalmente la vida, ya que no pudo volver a trabajar manejando el camión", afirma su esposa.
Para mantenerse activo, Osvaldo Aravena comenzó a desempeñarse como cajero en el almacén familiar que su padre trasladó desde calle Curicó con Independencia hasta su casa en calle Aconcagua.
"También se las arreglaba para viajar a comprar los productos a La Vega en Santiago, acompañado de nuestros hijos. Trató de mantenerse activo, le gustaba moverse para todos lados", cuenta Gladys.
Hasta que lamentablemente, el domingo 30 de julio del 2016 la vida de Osvaldo Aravena se apagó debido a los problemas de salud que lo aquejaban después del accidente que había protagonizado en Leyda.
"Ese domingo 30 de julio Osvaldo no quiso venir a la casa donde vivíamos con nuestros hijos y prefirió quedarse a dormir en la casa de sus padres en calle Aconcagua. Al otro día llegué a verlo y estaba ya fallecido. Intenté reanimarlo pero lamentablemente no se pudo hacer nada", dice Gladys Ortega, quien se emociona hasta las lágrimas cuando recuerda este pasaje que marcó la vida de ella y la de sus tres hijos.
Misa del recuerdo
La familia del querido "Illapu", como una forma de mantener vivo el recuerdo de Osvaldo Aravena, realizará este sábado una misa en el cementerio Parque Mirador de Bellavista, desde las 15.30 horas, para conmemorar los dos años ya desde su lamentable deceso.
"La invitación es para todos sus amigos camioneros que quieran asistir, además de amigos y familiares de mi marido. Cuando fue el funeral aparecieron más de 40 camiones, por lo que fue algo muy lindo, ya que además dimos una vuelta por la ciudad, pasamos por los negocios familiares, así que fue una linda ceremonia", recuerda la viuda, quien reconoce que "varios compañeros camioneros de Osvaldo me han saludado este tiempo y me comentan lo buena persona que era mi marido, y eso me pone alegre. Me gusta que tengan tan lindo recuerdo de su persona".