Aranza Pavez y su lucha para poder usar máquina de escribir en braille
Tras matricularse en segundo básico de la escuela Lo Gallardo, la joven sanjuanina aprende el abecedario para no videntes y así utilizar el elemento donado por Puerto Central para leer y estudiar.
Varias semanas estuvo el matrimonio compuesto por los gallardinos Julio Pavez y Andrea Jeria buscando una matrícula escolar para su hija Aranza, quien, a la edad de siete años, sufre una ceguera total. "Ella nos comentó que tenía ganas de estudiar, algo que fue sorpresivo, porque pensábamos que no iba a tener esa inquietud. Así que nos pusimos a buscar una escuela para matricularla a comienzos de año y la verdad es que fue algo complicado para nosotros", reconoce Andrea Jeria.
Fue la escuela de Lo Gallardo Poeta Huidobro la que finalmente accedió a realizar la matrícula de Aranza Pavez, quien en marzo comenzó a cursar las clases de segundo básico. "Cuando mi hija llegó a la escuela, la Dirección escribió un twitter si alguna empresa privada podía realizar una donación de una máquina de escribir en braille. Y así fue como Puerto Central donó la máquina para Aranza", explica Andrea, agregando que su hija "también ha contado con la ayuda de la Fundación Luksic, que para el Día del Niño le envió un regalo muy lindo que fue una gran sorpresa para mi hija".
Primera experiencia
Gabriela Jeria, directora de la escuela de Lo Gallardo Poeta Huidobro, comenta que "en estos momentos la alumna Aranza Pavez está aprendiendo a conocer el abecedario braille para posteriormente utilizar la máquina para escribir".
La directora agrega que Aranza fue la primera alumna no vidente que tiene en su establecimiento, a quien se le sumó hace poco tiempo la alumna Génesis Soto, de 14 años, también con ceguera total.
"Es por esto que hemos tenido que ir aprendiendo junto a ella la metodología braille. La educadora diferencial Deisy Martínez le enseña mediante un panel las letras y los puntitos que tiene que aprender", reconoce Gabriela Jeria.
Feliz aprendiendo
A sus 7 años de edad (nació el 29 de noviembre de 2010), Aranza asegura que "estoy muy contenta de ir por primera vez a clases en la escuela de Lo Gallardo. Me despierto a las 6.30 de la mañana y comienzo con las clases a las 8.30. Estas las tengo con los compañeros del curso de tercero básico". Antes de eso gustaba de ir a las plazas y pasear con su familia por San Juan, localidad donde nació.
Lo que más la motiva ahora "es aprender las letras del sistema braille, ya que tengo que estar bien en eso para usar la máquina para escribir. De a poco he podido armar frases, así que eso me tiene contenta".
Aranza recuerda que su ceguera "no era total cuando nací, sino que se fue acentuando con los años".
Falta más ayuda
Luis Órdenes, concejal de San Antonio, ha seguido el caso de la pequeña Aranza desde hace un buen tiempo. Es por esto que conoció el hogar de la familia Pavez Jeria, en San Juan.
"Lo que queremos es ver la posibilidad de, mediante el Serviu, postular a alguna vivienda que la ayude en su condición de no vidente y que facilite el traslado de la pequeña Aranza, ya que ella hasta cuando está con lluvia va a clases, porque es una chica muy inteligente y que le encanta estudiar", afirma el edil, que además aprovecha la ocasión para afirmar que en la comuna "no hay muchas escuelas preparadas para la admisión de alumnos ciegos".
Órdenes agrega que "para Aranza fue difícil encontrar colegio, incluso le habían ofrecido irse a un internado en Santiago, pero ella es de San Juan y quería estar acá con su familia".