Ayer desde la Superintendencia de Educación confirmaron que comenzarán a investigar un supuesto caso de abuso sexual que denunció una apoderada en un colegio particular de San Antonio.

La madre de la menor dio a conocer a Diario El Líder que se enteró de esta situación el pasado viernes cuando la abuela paterna de la menor le comentó de un toqueteo que le habría efectuado un inspector. "Llamé al colegio y me atendió el mismo inspector. Le dije que me diera con mi hija inmediatamente. Le pregunté si el inspector la estaba tocando. Me dijo que no en una primera instancia. Le dije si estaba segura y que se corriera de donde estaba y me dijo que sí , pero que no le contara a nadie", asegura esta vecina del sector de Bellavista.

La madre de la menor estampó la denuncia en Carabineros y en la Superintendencia de Educación, desde donde explicaron los pasos a seguir.

"Estamos en un proceso que se está desarrollando, en paralelo al Ministerio Público de justicia. Solicitamos antecedentes al colegio, luego los revisaremos y también veremos los protocolos del establecimientos para saber qué medidas se tomaron respecto al estudiante y al denunciado y las evidencias que hay", dijo Hugo Díaz, jefe de la unidad de Comunicación y denuncia de la Superintendencia de Educación.

Raúl Abarca Pailamilla

Marcelo Duarte (45) es un vecino de Tejas Verdes, en la comuna de San Antonio, que de lunes a viernes derrocha optimismo, alegría y dulzura por la avenida Barros Luco, pese que hace seis años quedó completamente ciego.

Por la vereda de dicha arteria, su voz aparece en medio de los bocinazos, gritos y el bullicio de algunas chatarrientas micros que aceleran a fondo para conseguir un pasajero.

"Rrrrica las palmeras. Freeesquitas las palmeras", vocifera Duarte junto a su canasto de productos, un piso y su bastón blanco que lo ayuda a movilizarse productor de su ceguera.

"Llevo tres años años trabajando en la calle, vendiendo palmeritas y pasteles de La Ligua", comenta.

Las palmeras las transa a $500 y la oferta de pasteles es de 3 por $1.000.

"De las 9 de la mañana que ando operativo por Barros Luco. A veces me pongo en el Cesfam de Barrancas o ando caminando por la vereda vendiendo. A las 2 me voy almorzar y en la tarde vendo en mi sector", pasó el dato este amigo que respecto a las ventas menciona que "me va bien, por lo menos me sirve para comprar mis cosas personales y no molestar a nadie".

Marcelo Duarte describe que desde pequeño tuvo problemas a la vista. Lo diagnosticaron con glaucoma, enfermedad que le fue robando la visión de manera gradual .

"Cuando chico ocupaba lentes poto de botella porque tenía miopía. Después me dijeron que tenía glaucoma. Me quemaron los nervios ópticos y hace seis años estoy ciego completamente", manifiesta.

Duarte confiesa que "como fue paulatino no fue tan difícil. Me costó y he salido adelante. Es complicado trabajar así, para que voy a mentirle, pero hay que asumir y echarle para adelante. La gente se porta bien y los micreros son a la pinta conmigo, me ayudan con el canasto y el piso. Además, me llevan gratis".

"Yo vivo solo. Ando en busca del amor. Si alguien me lee, me puede contactar en Los Pinares, en Tejas Verdes", dijo entre risas este amigo que le envió un mensaje de aliento a todos los sanantoninos.

"Problemas siempre van a existir, pero la vida sigue y hay que echarle para adelante", dijo con sus palmeras y pasteles que endulzan la vida de muchos sanantoninos y con los que espera encontrar el amor de una mujer.

45 años tiene este esforzado sanantonino que ha salido adelante pese a su ceguera.