Fernando:
Todos los días te recuerdo, y somos muchos los que aún sentimos el gran vacío de tu inesperada partida.
Recuerdos de niñez en Bucalemu y Chiñihue, de nuestra juventud en el colegio Padres Franceses, tantas aventuras compartidas en el pasaje República como inseparables hermanos.
Recuerdos de tu prudencia, honestidad, sensatez y gran amistad, virtudes que nuestra madre, hermanas y familia, pudimos disfrutar a través tuyo. El vacío de hoy es la pérdida de un gran amigo y el hermano tan cercano.
Y esto que yo siento, sé que es compartido por muchos, tanto la familia, amigos, compañeros de labores y tantas personas que te votaron y re eligieron cuatro veces como el querido Alcalde de Santo Domingo.
Hasta hoy sigue vivo el testimonio de tu incansable trabajo en la Alcaldía, y las obras que significaron una mejor calidad de vida para tantos.
Querido Fernando, te recordamos y agradecemos con profundo afecto, y hoy, todos juntos, seguimos añorando tu generosidad y tu forma de ser. En realidad fuimos muchos que recibimos tanto de ti. Por esto siempre te recordaremos con gran cariño, especialmente los más necesitados, quienes fueron el norte de tu vida. También te recordarán siempre los trabajadores del campo, el personal de la Municipalidad, nuestro balneario, los vecinos de La Hornilla y nuestra comunidad en general.
Querido hermano, junto a Poli y tu gran familia, te pensamos día a día, y sabemos que nos acompañas siempre presente en nuestros corazones y nuestras vidas. Queremos que sigas descansando en paz con el Señor hasta que nos encontremos nuevamente.
Osvaldo Rodríguez Vicuña