Roberto Cadagán

Después de 30 años, la Corporación de Desarrollo de San Antonio (Codesan) resurgió para impulsar con fuerza los proyectos que beneficien a la comuna y a la provincia.

Por estos días el grupo de profesionales difunde su labor para aportar participación y apoyo al desarrollo de este territorio.

Antonio Parra Bruggemann es un arquitecto de 30 años que -confiesa- siempre ha querido hacer valer las condiciones que tiene su San Antonio natal. Por ello decidió poner parte de su tiempo y esfuerzo al servicio de esta iniciativa sin fines de lucro.

"La Corporación inició sus actividades en los años 80 liderada por el arquitecto Horacio Urquieta y tenía como idea principal ejercer una defensa ciudadana desinteresada de la comuna, además de proponer ideas para el desarrollo. Tuvieron mucho que ver con la materialización de la Carretera de la Fruta y toda esa época cuando el puerto de Valparaíso concentraba la atención por sobre San Antonio. Sirvió para dar ciertas peleas que pudieran ayudar a la comunidad local. Codesan tuvo actividad hasta los años 90 y entró un receso que duró hasta los anuncios de la construcción de un megapuerto en nuestra ciudad. Ahí vimos la necesidad de reactivarla", comenta Parra.

Destaca que esta es una entidad sin marcas políticas y con el solo interés de trabajar por el desarrollo de San Antonio. Pretende ser un ente propositivo y un interlocutor válido con las autoridades de la ciudad y del área portuaria.

"Buscamos ser ese espacio para que la comunidad dé su opinión de lo que cree que es lo mejor para la ciudad y su gente. Sentimos que está un poco desorganizada la sociedad civil para enfrentar ciertos temas. Queremos, por qué no decirlo, imitar el tema que se ha dado en otras ciudades donde han sido capaces de organizar a la sociedad para expresar qué es lo que quieren en bien de la comuna", afirma.

Megapuerto

Analizar el futuro Puerto de Gran Escala (PGE) es uno de los principales ejes de acción de este grupo. Lo que será ese proyecto y cómo cambiará a la ciudad son temas de preocupación para los socios y directorio de Codesan.

-¿Cómo pueden hacer que la comunidad partícipe en ese proceso?

-Serán grandes cambios y las personas tienen algo qué decir. Primero analizaremos cómo ese proceso afectará a la zona. Se habla de una inversión de 3.300 millones de dólares y queremos saber qué porcentaje de eso va a llegar a la comuna, quién lo va a administrar, qué tipo de proyectos queremos priorizar. Hay muchas cosas a las que hay que tomarles el peso.

-¿Cómo se hace esto?

-Sosteniendo reuniones con los entes que toman las determinaciones. Hay que hacerles ver que San Antonio necesita una calendarización de todo este proceso. No queremos que nos pille desprevenidos sino que desde ya debemos fijar una especie de Carta Gantt (herramienta de planificación) donde se defina paso a paso cuáles serán las mitigaciones y compensaciones que la comunidad tendrá.

-¿Y qué tipo les interesan?

-Aspectos de salud, vivienda, educación, etc. Hay asuntos importantes como saber qué se va a hacer con la zona costera tras el término de la concesión de puerto Panul, qué sucederá con el Parque DYR y el borde costero. Queremos que no haya esa división que fija la calle Angamos y la línea férrea. Porque actualmente desde Angamos hacia un lado está el puerto y para el otro la ciudad.

-¿Ustedes creen que la comunidad está empoderada en estos temas?

-No, pero estamos en ese proceso. Hemos sostenido reuniones con autoridades de la provincia, la comuna y de la empresa portuaria para hablar de estos temas. Además reorganizamos nuestra base de datos y en el corto plazo haremos un lanzamiento como corresponde y efectuaremos charlas con profesionales para poner en relieve este tema

-¿El megapuerto cambiará radicalmente la ciudad?

-Creemos que sí, pero queremos dejar en claro que no estamos en contra de este enorme proyecto, sino que esperamos que sea algo ordenado, con una planificación territorial adecuada y con la definición de temas trascendentes como son, entre otros, el uso del agua, la necesidad de viviendas y la planificación territorial, entre otras cosas. Habrá un impacto y eso debemos asumirlo, pero que se haga de forma coordinada. El megapuerto tiene que generar un impacto casi cero en el diario vivir del habitante de San Antonio. No puede ser que este sueño se convierta en una pesadilla.

¿Eso puede ocurrir?

-Sí, mientras no se tomen los resguardos y las medidas necesarias de aquí a 20 años más. La accesibilidad es el piso mínimo. Nuevos ingresos que aseguren un tránsito expedito hacia el terminal. Eliminar el paso de camiones por la ciudad, terminar con los parqueaderos ilegales. Debe haber estándares de ciudad de primer mundo.

-¿Cómo ha sido el proceso hasta ahora?

-Bien en la primera etapa. Epsa logró unir a la comunidad en la causa de lograr el megapuerto para San Antonio. Ahora viene un segundo tiempo.

-¿Cuál es ese?

-Qué el puerto mire hacia la gente. Decir vamos a generar estas compensaciones, aquí vamos a invertir recursos, este porcentaje de la inversión total va a quedar en la comuna. Cómo se va a destinar ese recurso y qué ítem priorizar, ahí debemos estar todos.

-¿Cuáles deberían ser esas compensaciones?

-Me interesa el aspecto urbano, cómo va a ser la accesibilidad, el borde costero que debemos tener. Esta oportunidad es para eso y que el puerto entienda que son parte de San Antonio.