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Tres cucharadas y a la papa...

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La gobernadora provincial de San Antonio, Gabriela Alcalde, que esta semana cumplió seis meses en el cargo, respondió las preguntas de nuestra sección "Tres cucharadas y la papa".

-¿Cómo ha enfrentado este periodo al mando de la Gobernación, pensando en que ha sido compleja la situación de la zona con el cierre de Maersk y la crisis de los pescadores?

-Han sido seis meses intensos, en que me he impregnado de las necesidades de las familias de la provincia. Me he sentido totalmente conectada, llena de energía, a pesar de las grandes dificultades que hemos enfrentado, pero cuando los problemas se afrontan en conjunto, priorizando el diálogo y hablando con franqueza, todo se lleva de mejor manera

.¿Cómo ha sido su relación con los funcionarios que usted no seleccionó para estar en distintos cargos?

-Dentro la Gobernación el ambiente es de respeto y tolerancia. Creo fundamental trabajar en un proyecto común, proyecto que se inició el pasado 11 de marzo, cuando cambió el Gobierno y con ello un proyecto político y social distinto al gobierno anterior.

-¿Cuáles cree que han sido sus aciertos y desaciertos en estos seis meses?

-Más que los aciertos o desaciertos me quedo con la entrega de corazón por nuestra provincia. He dejado los pies en la calle transmitiendo el mensaje del Presidente Sebastián Piñera, atendiendo las necesidades y construyendo las soluciones que la comunidad demanda.

gabriela alcalde, gobernadora provincial de san antonio.
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"Los días con mi padre"

"Hasta grande me dio consejos. Es así como hasta el último día de su vida me dio consejos, esforzándose ya que no le quedaba voz, seguía contándome del libro que estaba escribiendo", dice la hija del ex alcalde Fernando Rodríguez.
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por María Jesús Rodríguez Larraín

Nací en Santiago el año 1986 y en menos de un día mis padres me trajeron a vivir al campo en Bucalemu, localidad de la comuna de Santo Domingo, provincia de San Antonio.

Desde niña aprendí a querer el campo, cada mañana despertaba y salía al a "pies pela'os", no me gustaban los zapatos y me iba hasta llegar a la punta del cerro donde estaba más cerca del cielo y me ponía a hablar con Dios. En la tranquilidad de la naturaleza podía encontrar la paz que buscaba.

Es así como esta tranquilidad me conquistaba, es que podía estar horas y horas fuera de la casa, hasta que me llamaban con una campana para que fuera a comer. De niña no me gustaba mucho comer, me tenían que dar vitaminas.

Son inolvidables para mí las idas al campo con los perros, el Duque y el Negro (foto), guardianes fieles, quienes me demostraban lo importante de defenderse. Tampoco puedo olvidar cuando con mis primos y primas salíamos a jugar y la mayor entretención era buscar bichos bajo las piedras y poder coleccionarlos.

Cuando entré al Colegio People Help People mi papá siempre me iba a dejar. Partíamos desde Bucalemu y nos íbamos por la playa y él siempre me decía: esto nunca se te va a olvidar. Era un viaje de aproximadamente 20 minutos, en el que teníamos la oportunidad de conversar de la vida, en el cual, él siempre me enseñaba y me daba consejos.

En el colegio tuve buenas calificaciones, me gustaba mucho estudiar y mi pasión por la lectura fue creciendo con los años, aunque mi materia favorita era la gimnasia artística y una de las actividades que me encantaba era representar al colegio y desfilar en los actos de la comuna de Santo Domingo, donde siempre mi papá (Fernando Rodríguez Vicuña) me iba a ver, aunque debía hacerlo ya que era en ese tiempo el alcalde de la comuna.

Desde chica me gustaron los deportes, caminar y andar en bicicleta. Si bien mi familia es gente del campo y los caballos me encantan, a diferencia de mis hermanos, siempre les tuve miedo después de que me caí. Por eso mi padre me enseñó, que si bien la cuota de miedo es parte del autocuidado, también sé que el miedo no le puede ganar a las metas que uno se proponga y es así que el día de hoy puedo montar con más confianza.

La vida me enseñó que el deporte te enseña a ser perseverante, constante y luchadora. Te regala cuotas de felicidad, te ayuda a pasar la pena, la ansiedad y la angustia. Es por eso que pienso que si la gente hiciera más deporte, andaría más contenta, a diferencia de hoy que andan más estresados. Es cosa de cada día escuchar que no hay tiempo y que no hay plata. Pero para hacer deporte o actividades más conectadas con la naturaleza no se necesita plata. Hacer estas actividades ayuda a cuidar la salud, el cuerpo debe cuidarse, es el templo de cada uno, es la herramienta que necesitamos para cumplir todas nuestras metas.

Muchas cosas han marcado mi vida y por eso pienso que las cosas importantes no son las materiales, de hecho no recuerdo mis juguetes de chica y tampoco los guardé, solo algunas muñecas porque las "barbies" no me gustaban, prefería más los autitos.

Hasta grande viví con mi papá y hasta grande me dio consejos. Es así como hasta el último día de su vida me dio consejos, esforzándose ya que no le quedaba voz, seguía contándome del libro que estaba escribiendo y que no pudo terminar, por lo que yo tomé la responsabilidad de terminarlo.

Lo que más me inculcó fue que el trabajo, unido con la familia es lo más importante. Me enseñó a ser esforzada. También me enseñó a defenderme y me inculcó la importancia en el deporte y que llevara una vida sana. Me ayudó en el golf, insistiéndome en que aprendiera. Siempre me invitaba a jugar un campeonato que se llama "Padre e Hijo", pero yo no lo tomaba en cuenta y no lo jugábamos, aunque hoy en día qué no daría por jugar golf con él.

Hoy la vida está difícil, pienso que las personas en general prefieren otras cosas, la tecnología sobre la naturaleza, sobre las cosas que realmente nos entregan y dejan esos recuerdos que hoy más valoro.

La historia de la vida es infinita, es un sin fin. Pienso que hoy es el minuto para que todos demos un vuelco y que así perdure lo infinitamente bueno, eso que debería hacer sentir bien.

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