Limeña celebrará en familia estas Fiestas Patrias como una chilena más
Susana Delgado llegó junto a sus hijos hace siete años a El Tabo. Tras un peregrinaje por Punta de Tralca se asentó en San Antonio, donde trabaja cómodamente y puede educar a sus niños.
La fiebre dieciochera se está tomando cada rincón de la provincia. Mientras gran parte de la comunidad se encuentra sumergido en la calendarización de estos cinco días y cómo disfrutar junto a la familia, otros esperan esta fecha para descansar de la carga laboral y recargar energías para las últimas semanas del año en curso.
Muchos extranjeros avecindados en nuestra provincia están deseosos de aprovechar los días venideros para realizar un alto a sus actividades cotidianas y empaparse del sentir patrio que lentamente han ido incorporando en su ADN.
Durante los últimos siete años y medio, la provincia de San Antonio se convirtió en el hogar de Susana Delgado y de sus hijos. Esta limeña , que arribó a finales del 2011 a la comuna de El Tabo para cuidar un fundo junto a su familia, decidió quedarse para dar una mejor vida a sus seres queridos.
No fue fácil para Susana tomar la decisión de abandonar su país, ubicarse en una tierra desconocida, con costumbres diferentes y enfrentar, en algunas ocasiones, el rechazo por nacer en un lugar diferente, hablar con un tono distinto y no pensar igual. A nuestra amiga le tocó vivir las dos caras de la moneda: la animosidad de un capataz en el fundo donde llegó para asentarse cuando cruzó la frontera y la amabilidad de nuevos compañeros de trabajo y de jefaturas en la panadería Santa Gemita de El Quisco que le tendieron una mano y permitieron que volviera a sentirse cómoda, a gusto, realizada profesionalmente y convencida que la decisión adoptada en su momento fue la mejor.
Perú en el corazón
Los siete años de residencia en Chile permitieron a sus hijos obtener la nacionalidad y en su caso, la residencia definitiva. Pero esto significó también mantener una distancia prolongada con su natal Perú y en especial con su familia. Las obligaciones cotidianas y educacionales no han permitido que pueda realizar ese ansiado un viaje para volver a sentir el calor y cariño de sus cercanos. La visita de su madre Agustina en los últimos años fue lo más cercano que estuvo de su añorada patria, pero ya parece lejana en el tiempo.
"Me gustaría ver nuevamente a mi familia. Mi hija tiene ganas de visitar a sus primas y amigas, al menos tuve la visita de mi madre hace unos años. Se extraña mucho, mi papá falleció cuando solo tenía apenas dos meses viviendo en Chile y no pude ir a despedirme, ese es una gran pena. Estar lejos de la patria es difícil, pero con la ayuda de Dios nuestro padre lograré las metas y objetivos para mí y mi familia. Acá me han recibido bien, me dieron la oportunidad de trabajar y que mis hijos crezcan. Rezo para que a San Antonio y al resto del país le vaya bien, porque el pueblo chileno es muy lindo y soy agradecida del cariño que nos han entregado", sostuvo Susana, confesando su comodidad de vivir en la zona centro del país.
Agregó que sus próximas prioridades son "que mi hijo siga estudiando ahora que salió del colegio y se encuentra preparando el ingreso a la universidad y que mi hija termine el colegio. Después me gustaría realizar ese viaje a Perú para volver a ver a la familia y amigos, pero se hará cuando se pueda".
Hoy se siente plena y dichosa trabajando en lo que estudió al otro lado de la zona norte de nuestra frontera, es la secretaria del centro de rehabilitación infantil Crias de Barrancas, ubicado en calle República 1591, que por destino de la vida colinda precisamente con calle Tacna y la mantiene conectada con su país y su nostálgico distrito de Chorrillos de donde es oriunda.
"Tiki Tiki tiiiiiiii..."
Al igual que su madre, sus descendientes asimilaron nuestras costumbres y se preparan para celebrar como "Dios Manda" unas fiestas patrias larguísimas, "las celebraciones son parecidas al Perú por el ánimo que se genera y las ganas con que se celebra", sostuvo.
De la misma forma, reconoció que estas festividades han calado hondo en el núcleo familiar, "por ejemplo, allá no comía empanadas porque la masa es distinta y se usa azúcar flor, pero acá es una de mis favoritas. A mi hijo le encantan las empanadas napolitanas y el mote con huesillo. Este año, vamos a celebrar como los chilenos estos días feriados, con asado, cocinando empanadas y de postre mote con huesillos. Son tradiciones que nos gustaron y que terminaron siendo parte de nosotros, como familia aprendimos a disfrutar del 18, es parte del cariño que sentimos por este país que a pesar de algunas dificultades, nos ha tratado bien. Siempre hemos celebrado estas Fiestas Patrias pero con un toque peruano en los alimentos, acompañándola con papa a la huancaína".
-¿Qué es lo que más te gusta de esta época?
- Los chilenos andan tranquilos felices. San Antonio no lo pasó bien, hubo pérdida de trabajos y estas fiestas ayudan a olvidar momentos tristes. Desde que llegamos a Chile hemos celebrado, en casa, con amigos en Santiago, hace un par de años estuvo mi mamá y ahora nos estamos preparando para pasarlo en casa cocinando ceviche, empanadas y un asado. Lo que más nos gustan son las empanadas de pino y a Israel (su hijo) las napolitanas.
Comida chilena
Las tradiciones nacionales se han incorporado en la mesa de Susana ya que comenzó a degustar con más agrado las legumbres, entre otros platos criollos.
"Acá empecé a comer porotos con riendas, carbonadas. Aprendí a cocinar estos platos y los niños ayudaron porque los comían en el colegio. Hemos incorporado las comidas chilenas. A todos nos encantan las empanadas y el mote con huesillo", sostuvo la matriarca.
De Chile, reconoce que además de las comidas, las playas del Litoral le encantan, en especial Canelo - Canelillo porque "tiene un bosque muy lindo y la forma de las playas es distinta a las de Perú, son muy hermosas, vivimos en un lugar precioso", remarcó.
Comprensión al extranjero
Como le tocó en carne propia comenzar una vida lejos de su país, de su zona de confort, Susana solidariza con la gran cantidad de extranjeros que ha llegado en los últimos años a residir a Chile. "Es difícil estar lejos de todo: familia, amigos, ciudad y país. Cuesta mucho salir adelante si no tienes quien te ayude. A pesar de que un comienzo difícil tuve mucha ayuda de la administradora de la panadería, quien me permitió crecer laboralmente y recuperar mi autoestima. Entiendo la difícil decisión de abandonar tu país para buscar algo mejor para la familia, tuve la suerte de poder venirme con mis hijos a una situación que después fue mejorando. A veces se pasa a llevar al extranjero pero hay que tratar de comprender un poco la situación en que están. Si sus países estuvieran bien, no habría llegado a Chile buscando algo mejor", concluyó esta limeña que vivirá este "18" en familia como millones de chilenos lo hacen.