La profesora de teatro que regala sonrisas en el Litoral Central
Verónica Guzmán creó hace diez años la compañía de teatro "La Mala Junta" junto a su pareja Patricio Carrasco, y hace tres semanas inició un taller de "teatro terapéutico" para mujeres.
La conexión de Verónica Guzmán Miranda (40 años) con la localidad de San Sebastián nace gracias a que su familia materna tenía una casa en dicho sector de Cartagena y ella desde chica venía los veranos hacia el Litoral Central proveniente de Santiago.
"Mi abuela y mis tíos son de la calle Carlos Martínez, en San Sebastián. Ellos tenían un fundo y por eso venía de vacaciones durante el verano", recuerda la mujer que una vez que salió de cuarto medio en Santiago, estudió técnico en trabajo social.
"Estudié trabajo social en el año 1992 en un colegio técnico y pude ejercer en la Universidad de Chile, donde trabajaba como ayudante de la asistente social. Estaba a cargo de lo que eran las becas, los papeles, trámites, y todo eso, pero la verdad que no me gustó mucho, ya que desde chica mis intenciones iban por el lado del teatro y la actuación, pero en ese tiempo a mis padres no les parecía muy bien esa idea. Ellos veían el teatro como un hobby", reconoce Verónica, agregando que desde pequeña "siempre actuaba en el colegio, en talleres, eso era lo que realmente me gustaba".
Hasta que tras cumplir lo que le pedían sus padres, sobre titularse en una carrera más tradicional, se dejó llevar por su pasión y comenzó a estudiar actuación en el Teatro Novedades en Santiago. "Entré a estudiar en 1993 a la academia del teatro Novedades que se encontraba en calle Cueto, en el barrio Brasil. Me titulé en 1997 y finalmente la carrera me la terminé pagando yo. Mi práctica profesional la hice en Santiago en el colegio Juanita Fernández Solar, esa fue mi primera experiencia como tallerista", detalla.
Casting de víctor jara
Su siguiente experiencia la tuvo con una compañía de teatro que tenía un proyecto de actuación en el Hogar de Cristo, también en Santiago. Sin embargo, su entusiasmo y sacrificio para hacerse un espacio en el teatro no era bien visto por la pareja que tenía por ese entonces.
"Estaba con problemas en mi matrimonio, ya que mi pareja no me apoyaba y pensaba que el arte era solamente para divertirse. Así que dejé la compañía y me dediqué durante un tiempo a las labores de la casa", admite.
Pero un casting para una obra de teatro referente al cantante nacional Víctor Jara, volvió a llenar de colores aquellos días grises que tenía que vivir Verónica. "Finalmente terminé separándome. Hasta que me presenté a un casting en Pudahuel sobre una obra de Víctor Jara, y ahí conocí a mi actual pareja, Patricio Carrasco, quien era el director de la compañía. Incluso trabajamos juntos en esa obra que se llamaba 'Un Canto Mayor' y donde él representaba a Víctor Jara y yo a su señora, Joan Jara. Hicimos muchas presentaciones e incluso una gira, por lo que fue una gran experiencia".
Junto a su nueva pareja Patricio Carrasco, decidió darle un vuelco por completo a su vida. Ambos decidieron dejar su vida en Santiago para instalarse en San Sebastián definitivamente en el año 2006, lugar donde Verónica tenía desde chica los mejores recuerdos.
"A los dos meses de habernos conocido nos vinimos a vivir a la playa y nos fuimos a la casa de mi abuelita. Cuando comenzamos tuvimos que pasar por hartas pellejerías, porque todo era nuevo. Lo primero que hicimos fue trabajar en el "Tuta Gas" en el reparto de gas licuado. Como mi pareja no sabía manejar, yo conducía el camión y él bajaba y entregaba los cilindros", hace memoria.
Vida en el litoral
Tras este trabajo, Verónica Guzmán comenzó a desarrollarse en el departamento de Cultura de Cartagena como tallerista, mientras su pareja pudo vender cuadros de arte, una de sus grandes pasiones.
"Después de eso ingresamos a la Municipalidad de San Antonio a diferentes proyectos, donde llevamos cerca de siete años. Hemos realizado obras de teatro con niños en las poblaciones más vulnerables de la ciudad puerto, gracias al trabajo de la dirección de Gestión Social de la Municipalidad de San Antonio. Nosotros estamos con un equipo de sicólogos, sociólogos y trabajadores sociales, y vemos temas como, por ejemplo, el bullying en los colegios, y tratamos de reparar esos daños mediante el teatro", explica la profesional.
Respecto a lo que significó esta experiencia en los cerros sanantoninos junto a una gran cantidad de menores en riesgo social, Verónica asegura que "por eso también estudié trabajo social, porque es algo que me gusta también y puedo mezclarlo con el teatro. Me gusta mucho mi trabajo y vivir en la costa. Creo que se pueden hacer muchos cambios viviendo en comunidad. Nosotros servimos para encaminar una situación y que los niños vean la realidad, pero finalmente los que solucionan sus problemas son ellos mismos, porque se ven reflejados en cada intervención".
Nuevo proyecto
Hace diez años la actriz Verónica Guzmán le dio vida a la compañía de teatro "La Mala Junta", con la cual se ha presentado en varias oportunidades a lo largo del Litoral Central.
"La fundamos con mi pareja acá en San Sebastián, ese es nuestro gran proyecto, ya que nos hemos presentado con varias obras y temas de contingencia, como tenencia responsable, incendios forestales, siempre estamos haciendo teatro educativo", dice como una declaración de principios Verónica, quien justamente gracias a esta importante trayectoria fue contactada para comenzar un nuevo proyecto en la comuna de Cartagena.
"Me llamaron desde la Casa de la Mujer de Cartagena para trabajar con mujeres que están en terapia y tratamiento ahí mismo. Por lo que ahora estamos desarrollando un taller de teatro en la estación de trenes de Cartagena que se realiza los días viernes desde las 18.30 a las 20 horas. Ya llevamos tres semanas de talleres y este trabajo tenemos presupuestado que dure hasta diciembre. La invitación es a las mujeres desde los 18 años en adelante", comenta.
La dinámica que tiene este taller de actuación es desarrollar "un teatro llamado terapéutico, ya que nos basamos mucho en las experiencias de las mujeres presentes. Estamos trabajando con teatro aplicado, que es una nueva forma de teatro con nuevas técnicas y áreas. Es un teatro más para sanar".
Actualmente, el taller cuenta con cuatro mujeres participantes, por lo que Verónica hace un llamado a las cartageninas "a que se acerquen y podamos seguir haciendo crecer este taller. Este tipo de talleres les puede servir mucho para su vida diaria".