En abril de 2017, Alondra Pacheco (37) instaló su local de venta de sandwiches y café en un sector que está ubicado muy cerca del acceso a la caleta Puertecito.

En ese tiempo, recuerda ella, llegaba mucha jibia al muelle y, por lo mismo, los hombres de mar andaban con plata como para comprar un desayuno en su verdadero foodtruck "Alondra". Pero la crisis que afecta a la pesca artesanal hoy también la tiene a ella como una de las afectadas.

Tiene dos hijos, Philippe (20), que estudia en la universidad, y Tomás, de solo nueve años. Ambos viven con ella y dependen económicamente en gran parte de lo que gana en su negocio.

"Cuando empecé estuvo bien bueno el negocio porque los pescadores se tomaban su buen desayuno, pero eso duró poco cuando se empezó a acabar la jibia. Este año apareció jibia pero súper poca y ha estado lento. Cuando no hay pescado, para todos se pone malo", afirma.

Pero Alondra, luchadora como miles de mujeres en San Antonio, ha enfrentado estos problemas con una estrategia que la hace quedarse hasta tarde a la espera de clientes y también ofreciendo nuevos productos.

La empresa brasileña de soluciones digitales Tivit se transformó en el proveedor oficial de los servicios Cloud para Puerto San Antonio.

Esta compañía informó que se hará cargo de la gestión de solicitudes de uso de puerto, el sistema meteorológico, el control de concesiones y el sistema automatizado del nodo logístico.

"El objetivo de este contrato, que tiene una duración de tres años, es proveer una infraestructura Cloud con altos niveles de seguridad y contingencia para los sistemas operacionales, garantizando continuidad operativa en base a los mejores estándares de mercado en la prestación de servicios que Tivit otorga a sus clientes", señaló la empresa en un comunicado.

"Los desafíos a cumplir con los estándares de servicio son bien exigentes, pues el puerto tiene una arquitectura que ya está en la nube y que también tiene ciertos niveles de complejidad, por lo tanto nuestras expectativas son cumplir adecuadamente y a cabalidad con todo lo que está en el pliego licitatorio", dijo Leonardo Covalschi, director ejecutivo de Tivit en Latinoamérica y quien se reunió con el gerente de Puerto San Antonio, Aldo Signorelli, en este mismo terminal.

Rodrigo Ogalde

Claudio Silva es pescador artesanal desde siempre. Su vida es el mar y su familia depende de cada peso que él se pueda ganar en medio de oscuras noches o frías madrugadas navegando en el océano. A sus 57 años, este hombre dice que por estos días vive la peor crisis económica. Como padre de tres jóvenes, dos de los cuales estudian en la universidad, "El Zapatilla", como le llaman en la caleta, se siente abrumado.

Silva se dedica principalmente a la pesca de sardina común y de congrio. Y aunque su familia es dueña de varios botes, asegura que hace tres meses que su trabajo es casi nulo y cada salida al mar generas "pura pérdida".

"Nuestra inquietud es que las lanchas pueden pillar sardinas para la harina, pero nosotros no podemos pillar para el consumo humano ni para los espineles", dice al señalar que las embarcaciones mayores (de mediana altura) son las únicas que hoy poseen cuota.

"No queremos andar mendigando una caja de mercadería porque nosotros vivimos de la pesca, no queremos que nos den sino que la Subpesca nos diga ´ya chiquillos ahí tienen tantas toneladas de pescado. Lo que pasa es que las lanchas grandes se comieron la cuota y dejaron a los boteros chicos sin cuota, hay sardinas pero no podemos pillarlas", declara.

Según él, el miércoles fue a pescar congrio y tras estar toda la noche en la mar solo pudo ganar una exigua cantidad de dinero. "Duele el pecho porque voy a llegar a mi casa con dos mil pesos, qué le voy a decir a mi señora y a mis cabros", expresa.

"Queremos que la Subpesca nos dé sardinas para los boteros", insiste al señalar que con 60 toneladas el sector podría recuperarse.

Y aunque afirma que el sector pesquero artesanal ha recibido ayuda de la gobernadora provincial de San Antonio, Gabriela Alcalde, Silva recalca ante esta crisis que "vamos a tener que movilizarnos, la otra vez fuimos al Congreso en Valparaíso y les llevamos un bote prendido, y de nuevo vamos a tener que llegar allá. Si tengo que luchar por darles estudio a mis hijos, voy a morir luchando".

Piden reunión

Cristián Miranda, presidente del Sindicato de Pescadores Artesanales, explica que "la crisis está asentada hoy en todas las pesquerías porque jibia no hay y como las embarcaciones no pescan jibia van a la merluza, pero eso es insuficiente; los merluceros trabajaron tres días y están parados hasta noviembre, pero en ese mes iremos por la misma porque la cuota es insuficiente".

El dirigente sostiene que espera que la gobernadora pueda intermediar y generar una reunión con el intendente de Valparaíso, Jorge Martínez, "para tirar las cartas sobre la mesa porque el sector pesquero artesanal ya tocó fondo, estamos con el agua hasta el cuello".

"Está la voluntad de la gobernadora de buscar soluciones, pero la cosa está media candente aquí, es como una bomba de tiempo", reconoce Miranda mientras frente a él un viejo pescador culpa al dragado que se hizo en el puerto por la falta de jibia.

El camino de la protesta en la calle no es descartado por este líder sindical, aunque ahora aboga por el diálogo. "No es la idea andar peleando con los carabineros y quebrando la paz social; la autoridad tiene que buscar alguna solución, esto es pega de la autoridad. La gente está media saltona y el intendente tiene que traer una solución", manifiesta Miranda.