Nicole Guzmán Cáceres
Es época de nidificación en la mayoría de los humedales de la provincia, y algunas aves tienden a poner sus huevos en lugares muy transitados por el ser humano, transformándolos no solo en una presa fácil de sus depredadores naturales, sino que también de pisotones y atropellos.
Pilpilenes despistados
En la Reserva Natural Municipal de Cartagena, a unos despistados pilpilenes no se les ocurrió nada mejor que dejar sus huevos en el camino que recorre la laguna principal. Para intervenir lo menos posible en su proceso reproductivo, el personal municipal ha decidido cerrar parte del paso con tal de resguardar la seguridad de los huevos.
Paola Alcérreca, jefa de guías del humedal, se refirió a esta medida, que dejaría el recorrido interrumpido por un período corto de tiempo.
"En la reserva habitan distintas especies de aves, entre ellas algunas que nidifican en los ecosistemas dunarios como los casos del colegial, el queltehue y el pilpilén. Este último tuvo su primera postura de huevos este 2 de octubre en el sendero de la laguna, por lo que se optó por cerrar el perímetro que rodea a los huevos, para que los padres no se estresen y puedan tener su periodo de incubación tranquilos. Este periodo dura entre 24 y 28 días en promedio, y la postura va de 2 a 3 huevos por pareja", informó la profesional.
Según la funcionaria, esta medida se tomó debido a la gran disminución de ejemplares de esta especie que han podido observar en los censos en el humedal cartagenino. "Los pilpilenes nidifican en las dunas y playas, y sus huevos pasan desapercibidos por su color. Lamentablemente, algunas personas pasan sin mirar o con sus vehículos revientan los huevos. Por eso ha disminuido significativamente la población de pilpilenes y otras aves.
Aves en peligro
Una de las preocupaciones más grandes que tiene el equipo de guardaparques y guías del humedal de Cartagena es preservar las especies que habitan en el lugar. Para eso, constantemente realizan censos por especie, para poder estar atentos a cualquier anomalía.
Es común salvar aves de objetos humanos, como hilos de pescar o de volantín, que se enredan en sus patas y picos. Otros objetos comunes son las tapas de botella, que han llegado a ser encontradas incluso en los estómagos de los animales que mueren en la reserva. También, las aves han comenzado a confeccionar sus nidos con algunos trozos de plástico y bolsas, las que son consumidas por los polluelos cuando nacen.
"Hacemos todo lo posible por proteger la flora y fauna local, pero no sacamos nada si la gente no toma conciencia, y sigue tirando basura en cualquier parte. La conservación de especies debe ser una tarea de todos", finalizó Paola Alcérreca.