Tesorero provincial pedirá protección policial por el alevoso baleo a su casa
Manuel Triviño enfrenta un duro momento personal después del ataque.
Días complejos y decisivos vive el tesorero provincial de San Antonio, Manuel Triviño Mayorga, cuya casa fue baleada la semana pasada en lo que es un alevoso e incógnito ataque cometido en la oscuridad de la noche.
A una semana de este hecho que investiga la Fiscalía de San Antonio y que provocó conmoción en Llolleo, Triviño conversó con Diario El Líder sobre lo que ha pasado después de que desconocidos descargaran 22 disparos contra el inmueble de calle Arzobispo Valdivieso.
Lo primero que admite es que siente miedo porque no sabe y no se imagina cuál pudo ser el móvil que tuvieron las personas para perpetrar la infernal balacera aquella madrugada del martes 23 de octubre.
Está a la espera de ser citado por la Fiscalía para declarar, aunque ya su testimonio lo entregó a la SIP de Carabineros.
"Carabineros lamenta que ningún vecino haya llamado (al 133) porque si hubiese sido así, los carabineros habrían aplicado un plan de contingencia o una operación candado", explicó.
Tras el baleo a su hogar. Triviño no tuvo más opción que volver a dormir a dicha residencia, donde pernocta solo cuando, por motivos laborales, no puede volver a Santiago a estar con su familia. Su temor crece día a día mientras su esposa y sus dos hijos le piden que se cuide y Carabineros le ha sugerido que cambie sus rutinas y los lugares que frecuenta.
Protección
Consultado respecto de la necesidad de contar con protección policial, el tesorero provincial reconoció que las pocas certezas que hay sobre el ataque lo hacen pensar que tener un resguardo de Carabineros sería lo ideal. Sin embargo, confiesa que las autoridades locales lo han dejado "un poco solo".
"Me siento un poco abandonado por las autoridades de la provincia porque en realidad nadie se ha acercado, excepto el representante del Colegio de Abogados en la zona, Mario Rojas, que vino a ofrecerme su ayuda y solidaridad", sostuvo.
Un total respaldo, que él agradece mucho, ha recibido de parte de las jefaturas de la Tesorería General de la República, entidad en la que él partió su carrera funcionaria como auxiliar de aseo en los lejanos años 80.
"Tengo una sensación de inseguridad por cuanto no se ha determinado el móvil porque no sé si, efectivamente, yo soy el blanco (del ataque) o esto fue un error; eso me da intranquilidad", insistió.
De todas maneras, Manuel Triviño no descarta que el baleo haya sido en represalia por alguna medida adoptada por él en su calidad de juez sustanciador, que es quien firma las resoluciones de embargo y remate emanadas de la labor de la Tesorería General de la República.
Con todo, surge la posibilidad de que sea trasladado a otra de las oficinas de la Tesorería General de la República. Él acatará lo que se determine porque además siente que ha cumplido con la tarea y "con el 100% de las metas" en San Antonio.
"Mi familia está muy preocupada y también todos me piden que salga de San Antonio y de la oficina", afirmó este funcionario que ya suma más de 30 años como funcionario público y que reconoce que nunca antes vivió un episodio como este grave suceso policial.
2013 fue el año en que Manuel Triviño asumió como tesorero provincial de San Antonio.