Las vivencias de uno de los bomberos más antiguos de la ciudad puerto
Marcial González Clavería tiene nada menos que 71 años de servicio en los cuales le ha sucedido de todo.
A sus 88 años Marcial González Clavería sigue mostrando la misma jovialidad y alegría que tenía en sus primeros días cuando entró como voluntario en la Segunda Compañía de Bomberos de San Antonio el 14 de marzo de 1947.
Y es que su simpática actitud y su gran sentido del deber le han hecho merecedor del cariño y respeto de sus compañeros y subalternos. No por nada el hombre lleva cumplidos 71 años de servicio activo en dicha institución bomberil de la que actualmente es director.
Según cuenta el sanantonino, su historia sobre sus inicios y sobre cómo ingresó a la compañía está llena de momentos graciosos, puesto que "fue una decisión en la que coincidimos yo y mi hermano".
"Recuerdo que tenía 17 años cuando mi hermano Mariano y yo ingresamos a la institución. Entramos juntos ese mismo día, sin embargo, yo quedé como el miembro más antiguo porque me inscribí primero. Recuerdo que echamos una carrera para ver quien lo hacía antes y al final salí triunfando yo. Por eso en la compañía me conocen a mí como el mayor, pese a que él es mi hermano mayor. Mucha gente se confunde cuando nos preguntan quién de los dos es el más viejo", relata riéndose González.
Marcial ha visto pasar a varias generaciones y asegura que una de las cosas más lindas de esta abnegada labor es el vínculo de camaradería que se genera entre sus propios integrantes.
"Yo siempre he dicho que el ser bombero es una de las cosas más lindas que puede existir. Es una enseñanza que me encargo siempre de traspasar tanto a mis compañeros como a los nuevos voluntarios. Para mí da mucha mayor felicidad el entregar que recibir ayuda. Esa es una de las misiones que tiene nuestra institución. El ayudar y el ser más humanitarios con los demás ante cualquier situación. Nosotros mismos nos consideramos una familia muy unida", enfatiza.
-Debe tener muy buenos recuerdos de sus inicios como voluntario…
-Por supuesto. Hay muchas anécdotas también. Una muy chistosa es cuando mi papá nos hacía levantar a mi hermano y a mí súper temprano porque supuestamente había un incendio. Nosotros vivíamos en avenida Centenario por ese entonces y siempre sonaba en las madrugadas una sirena para llamar a los remolcadores del puerto. Entonces él nos decía '¡niños, despierten! ¡incendio!, ¡incendio!' y yo con mi hermano nos levantábamos apurados. Después nos dábamos cuenta que era falta alarma (risas).
-¿Qué otra más recuerda?
-Otra muy graciosa es que cuando realizábamos las reuniones con los voluntarios en el cuartel que estaba ubicado en calle Angamos, recuerdo que en la noche nos íbamos a avenida Centenario y hacíamos carreras de burros. Es que en esos tiempos la calle era muy utilizada para que los animales tomaran agua. Claro que lo hacíamos a escondidas (risas).
Reflexión
-¿Qué reflexión tiene respecto a cómo está actualmente el Cuerpo de Bomberos de San Antonio?
- A mí me genera una felicidad tremenda ver el profesionalismo que tiene la institución actualmente. Tenemos excelentes instructores y cada vez más personas se inscriben como voluntarios. Para mí esto es algo que hay que aplaudir y que refleja también todo el apoyo que recibimos de la comunidad. Por eso me siento orgulloso de formar parte de esta hermosa familia que lo da todo por las personas.
"Yo siempre he dicho que el ser bombero es una de las cosas más lindas que puede existir. Es una enseñanza que me encargo siempre de traspasar".
Marcial González"