El histórico campanario de Las Cruces y la lucha por restaurarlo
Los Campaneros de Santiago están en plena campaña de donaciones para mejorarlo. La idea es terminar antes del 23 de enero de 2019, coincidiendo con el primer aniversario de la muerte de Nicanor Parra.
Las campanas son un idioma. Por eso, sonaron fuerte ese viernes 29 de septiembre de 1978. En todos los templos católicos se entonó el mismo ritmo. Había impacto y dolor. El Papa Juan Pablo Primero fue hallado muerto en su cama a 33 días de haber sido elegido.
El sonido se repitió el 16 de octubre del mismo año. El polaco Karol Jozef Wojtyla -desde entonces Juan Pablo Segundo- asumía el cargo vacante.
La televisión aún no se masificaba. No había internet. Solo radio y uno que otro teléfono, en su mayoría de disco. Estando todos alerta, a la espera de una noticia desde la Capilla Sixtina, en el Vaticano, el doblar de las campanas solo podía significar una cosa: un nuevo papa había sido electo.
Desde la Basílica de San Pedro hasta el último rincón del mundo se oyó el eco. La Catedral de Santiago, la de Melipilla, la parroquia San Antonio de Padua y La Asunción de Las Cruces dieron de esta forma la buena nueva.
También dan novedades alegres. Así lo hicieron en mayo de 1945 al término de la Segunda Guerra Mundial, dos años antes de que el inmigrante italiano Rómulo Tonti comenzara a fundir las tres campanas que forman el campanario de la parroquia Nuestra Señora de la Asunción de Las Cruces, las mismas que han sido testigo de los hitos más importantes del siglo 20 y que ahora a duras penas se mantienen en lo alto.
Una campaña de la agrupación de Campaneros de Santiago está buscando financiamiento para recuperarlas.
La misión es que estén operativas el próximo 23 de enero para honrar con su retumbar al poeta Nicanor Parra.
"El estado actual del campanario no permite acceder a ellas y el sostenido deterioro, debido al clima y la acumulación de excremento de paloma, representa un permanente riesgo para la integridad de las campanas", dice Sebastián Jatz.
"Es por esto que los Campaneros de Santiago convocamos a la población civil para reunir los fondos necesarios para su restauración, programada para diciembre de 2018 y enero de 2019, y que será presentada con la realización de un toque de dobles de difuntos con ocasión del primer aniversario del fallecimiento del poeta Nicanor Parra, el miércoles 23 de enero", agrega.
Jatz, junto a Tomás Brantmayer y Nicolás Sandoval, formó en 2012 la mencionada agrupación con el fin de recuperar el toque de campanas eclesiásticas en distintas iglesias de la ciudad de Santiago, como San Francisco, San Ignacio, San Agustín y Santo Domingo, entre otras.
"El trabajo de recuperación de toques históricos se basa en la investigación recientemente publicada como 'Con mi voz sonora' por la Universidad Alberto Hurtado, del pianista, musicólogo y campanero mayor, Eduardo Sato Besoaín", detalla.
"Aparte de realizar toques estamos ampliando nuestras labores hacia la restauración para la protección y uso de campanas históricas, además de la investigación dentro del territorio nacional y el extranjero", cuenta vía correo electrónico a Diario El Líder de San Antonio.
Nicanor PARRA
A Las Cruces Sebastián Jatz llegó a "título personal invitado por Colombina Parra" para realizar un acto en conmemoración del fallecido Nicanor Parra para el que habría sido su cumpleaños 104.
"El sábado 8 de septiembre de este año tuve el honor de tocar estas campanas mientras los convocados avanzaban en procesión desde la Playa Chica hasta la tumba en su hogar", agrega.
Ingresaron al templo sin mayores problemas cerca de media hora antes de la ceremonia. En el lugar, "sin embargo, y a pesar de contar con exactamente tres campanas, constatamos que era imposible acceder directamente a ellas y que las cuerdas que podían usarse desde el nivel más bajo excluían a una de ellas por lo que el toque hubo de hacerse con solamente dos campanas".
Aunque la torre se encuentra sin daño estructural, las escaleras que llevan hasta los instrumentos están en muy mal estado.
"Hemos decidido llevar a cabo una restauración del campanario, de modo de poder devolver el sonido de estas tres campanas al balneario de Las Cruces y realizar un correcto toque de dobles de difuntos el próximo miércoles 23 de enero de 2019, cuando se conmemore el primer aniversario del fallecimiento del poeta", detalla.
Las tres campanas fueron fundidas en 1947 por el inmigrante romano Rómulo Tonti y llevan inscripciones que las bautizan con su nombre, el de su esposa y sus hijas: Rómula, Josefina y Ana Mónica, respectivamente.
También tienen grabados el año de fundición y su destino: la parroquia de Las Cruces.
"Fueron realizadas específicamente para esta localidad y hasta donde sabemos, son las únicas campanas que habría fundido Tonti", dice Sebastián.
Historia
Ana Mónica, hacia el sur, pesa 49 kilos; Rómula, al centro, alcanza los 190 kilos; y Josefina, al norte, pesa 112 kilos.
Rómulo Tonti, el creador de estas piezas, llegó a Chile en 1910 y desde 1917 fue profesor de Fundición Artística de la Escuela de Artes Aplicadas de la Universidad de Chile y de la Escuela de Bellas Artes.
El italiano tuvo una fundición artística en el centro de Santiago y estuvo detrás de numerosos trabajos repartidos por todo el país.
Hizo monumentos a Manuel Rodríguez y al presidente José Manuel Balmaceda.
Para llegar a las campanas de la parroquia de Las Cruces hay que subir seis pisos por escaleras de madera. En lo más alto, una viga de roble soporta las tres.
"Estas se usan únicamente para anunciar la misa de domingo, como sucede con la mayoría de los campanarios en Chile (con algunas excepciones en regiones y sobre todo en Chiloé donde la tradición campanera conserva todavía los usos coloniales)", explica.
"Más que en desuso se encuentra en mal estado, lo que significa que las campanas podrían caer, romperse y volverse irrecuperables dado que una vez rajada no es realmente posible volverla a hacer sonar bien", agrega Sebastián.
La intención de este proyecto de restauración es recuperar el sonido de tres objetos de alto valor histórico y territorial con el fin de realizar toques apropiados a lo largo del año y particularmente para conmemorar al poeta Nicanor Parra en las fechas de su entrada y salida de este mundo.
"Para poder llevar a cabo esta meta es que convocamos a la población civil para reunir los fondos necesarios, de manera que esta recuperación no dependa de fondos estatales, municipales o eclesiásticos, estableciendo un reconocimiento", recalca la campaña (ver recuadro).
Cada uno de los contribuidores será reconocido en una placa conmemorativa que será instalada al interior de la torre, dando cuenta de la labor efectuada y de las fuerzas convocadas para su consumación.
Si la campaña sale como esperan, muy pronto podrán sonar solemnemente para homenajear a Nicanor Parra, el vecino más recordado de Las Cruces.