Camila Espinoza López
"Tenemos una buena noticia para ti, disfruta esta Navidad con tu avance en efectivo, o tienes un crédito preaprobado", son algunas de las tentadoras ofertas que surgen durante este mes en que existen numerosos gastos asociados a la compra de regalos y a las celebraciones de fin de año.
Las diferentes entidades financieras ponen a disposición de sus clientes estas alternativas, pero los expertos llaman a tener cuidado y no aceptar de forma impulsiva lo que le ofrezcan.
"Hay que ser racional. Esa plata no es tuya y potencialmente te la están prestando. Te están mostrando el dulce, pero no te dicen si eres diabético o no. La persona diabética no tiene que comer azúcar y punto", dice el economista y académico de la Universidad Mayor, Roberto Saavedra.
El especialista dice que se debe optar por un crédito sólo si es necesario y si ya se tiene definido qué se hará con el dinero.
Una opinión similar tiene el economista y cofundador de Destacame.cl, Augusto Ruiz-Tagle: "El endeudamiento siempre debe ser pensado de manera responsable y conscientes de que el nivel de deuda que se toma debe ser manejable".
El experto afirma que "es recomendable que el total de cuotas que se pague mensualmente (considerando todos los préstamos), no supere el 15% del sueldo. Esto ayuda a asegurar cierta capacidad de pago y a no terminar bajo la rueda cuando se falla a una o dos cuotas por imprevistos".
"El endeudamiento responsable de una persona no debería ser más del 25% de su ingreso líquido", recalca el abogado y gerente general de DefensaDeudores.cl, Mario Espinosa.
El uso del crédito
El director ejecutivo de Inversión Fácil, Cristián Lecaros, dice que hay que pensar bien en qué se usará el dinero. Recalca que los créditos de consumo "son para bienes durables, como un refrigerador, un auto, pero no para las fiestas".
El también docente de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile añade que "por ningún motivo se debe utilizar un crédito de consumo para gastos eventuales, como estas celebraciones, porque finalmente se termina pagando tres, cuatro o cinco fiestas por los intereses asociados, y se pueden juntar con los gastos de vacaciones o de marzo".
La cuota a pagar
Saavedra plantea que uno de los factores a considerar es la cuota que se pagará y que "el monto que vaya a quedar como cuota no implique un sobreendeudamiento. Siempre tienes que hacer un plan anual y colocar tus egresos y desembolsos. Ahí anotas cuánto te va a significar el crédito y por cuántos meses", dice el especialista.
El académico recomienda consignar los datos en una planilla de Excel, para ordenarse.
La persona debe preocuparse de pactar pagos que realmente pueda cumplir, considerando su presupuesto mensual, dice.
Comparar costos
El académico explica que también hay que fijarse en qué tasa de interés se cobrará.
"El costo de dinero es la tasa de interés. Que te presten recursos implica un porcentaje adicional de devolución a la institución financiera que te prestó esos recursos", dice Saavedra.
Espinosa agrega que "la tasa de interés más baja no siempre se traducirá en que el crédito de consumo sea más barato, porque este tiene otros costos asociados, como los seguros, la comisión de la entidad bancaria o el impuesto de Timbres y Estampillas".
Por esta razón recomienda cotizar y preguntar en cada institución por la carga anual equivalente y el costo total del crédito.
Una opinión similar tiene Ruiz-Tagle: "Lo más recomendable es fijarse en la Carga Anual Equivalente, CAE, y el Costo Total del Crédito, que es un indicador que permite la comparación entre las distintas alternativas que se ofrecen, lo que nos indica que en un mismo plazo y sobre un mismo monto, siempre será más barato el crédito que tenga la CAE más baja y costo total del crédito menor".
Los plazos
Saavedra comenta que si se opta por un crédito de consumo, no es recomendable endeudarse por más de un año.
"Si tomas créditos de tres años puede pasar que el artículo que compraste falle el día uno o si tomaste vacaciones y la financiaste con crédito, la felicidad te va a durar el año y después vas a tener que entrar en la misma dinámica", comenta Saavedra.
El avance
Al hablar del avance en efectivo, Saavedra comenta que "el riesgo que tiene eso es que la tasa de interés del avance y todo lo que conecta con la tarjeta, es más caro".
Una visión que comparte Espinosa: "Recuerde no recurrir a los avances en efectivo para pagar sus deudas, porque tiene una tasa de interés muy superior a las compras con tarjetas de crédito o un crédito de consumo. Los avances en efectivo son la peor forma de financiarse, ya que pueden llegar a tener un 20% más de intereses por sobre las otras alternativas de crédito".