Su rechazo categórico al ataque con puños y pies que recibieron dos fiscalizadores de la oficina de Sernapesca en San Antonio, manifestó el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Eduardo Riquelme, quien precisó que "no toleraremos hostigamiento alguno en perjuicio de los funcionarios que desempeñan las tareas que por ley competen al Sernapesca, institución clave en la lucha contra la pesca ilegal".

A raíz de este ataque, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura interpuso una denuncia en fiscalía.

El subsecretario sostuvo que como Gobierno "rechazamos del modo más categórico y enérgico la agresión sufrida por ambos fiscalizadores en San Antonio. El Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura ya interpuso la denuncia correspondiente y evalúa deducir otras acciones legales en contra de quienes aparecen como presuntos responsables de lo ocurrido", añadió.

El episodio se produjo el martes pasado en el sector de la caleta Pacheco Altamirano cuando funcionarios del Servicio de Pesca y Acuicultura junto a la Autoridad Marítima fiscalizaban faenas pesqueras en medio de las cuales detectaron presencia de merluza común extraída ilegalmente.

Raúl Abarca Pailamilla

Otra masacre canina se está llevando a cabo en los sectores sanantoninos de El Trigal y Alto Mirador, luego de que varios vecinos denunciaran por redes sociales que sus perros fueron envenenados en los últimos días, la mayoría de ellos con resultado fatal.

Una de las víctimas es Jessica Núñez, vecina del sector El Trigal, quien sufrió la pérdida de dos perritos.

"Nosotros con mi pareja teníamos tres. Un día llegamos y encontramos a la perra muerta en el patio. Fue como hace tres meses. Los otros dos perritos fueron envenenados hace tres días. Uno murió y solo una perrita sobrevivió", describió la mujer con "Laika" entre su brazos.

Núñez cree que "estas son personas enfermas de malas que hacen esto. Mi pareja estaba muy mal".

El veterinario Rodrigo Ulloa, de la clínica Animal Vida, confirmó que han recibido "16 casos en estas últimas semanas".

"Muchos llegan fallecidos y otros muy envenenado. Llegan ensangrentados, convulsionando, salivando excesivamente, con pérdida de conciencia y con una diarrea espantosa", describió el profesional.

Ulloa contó que muchos de estos animales son víctimas de veneno de caracol que puede ser mortal si no se actúa a tiempo.

"Hay que estimular al perro para el vómito para que bote algo lo consumido antes de llevarlo a un centro asistencial. Lo más proactivo es el agua oxigenada que permite que el perro vomite y esto da tiempo para que llegue a un centro veterinario".