Natalia Pavez, la diseñadora que promueve el patrimonio local
Una reja oxidada en una casona, las aves que abundan en los humedales o alguna flor autóctona, pueden convertirse en un patrón de diseño a los ojos de esta diseñadora llolleína. Su propuesta también puede poner en valor el litoral.
Al regresar de un año de viaje en el que recorrió Europa y el sudeste asiático, Natalia llegó con la convicción de que cada lugar tiene algo que lo hace único, que todo depende del espectador, del asombro con el que se vivencia el territorio. Entonces ¿por qué no podría ser Cartagena el lugar que inspirara sus diseños?.
"No daban crédito a mi propuesta. Me llegaron a decir 'está hablando de Cartagena de Indias, ¿cierto?' y yo pensaba, por qué no podría ser una propuesta desde el espacio local, ¿por qué no Cartagena?"
Al volver a vivir a la provincia se encontró con varios profesionales llenos del mismo espíritu de poner en valor el patrimonio del territorio, desde sus diferentes áreas. Natalia decidió trabajar con serigrafía, la técnica que mejor manejaba, desarrollando un patrón de repetición desde elementos locales. "Lo patrimonial no es solo mostrar las casas, la geografía o realizar rutas, hay otras formas, como puede ser la pintura o la poesía. Esta es la mía y pretendo seguir haciéndolo".
Nómada
Natalia compra sus materiales en bodegas de Santiago, algunas conservan telas de las antiguas fabricas textiles de Chile. "Encontré terciopelo de algodón, que ya no hay en ninguna parte. La idea es que el producto sea de alta calidad. Las selecciono y después las estampo en el taller de mi mamá, en su casa".
Natalia estudió diseño en la Universidad de Valparaíso. Para trabajar en Cartagena, indagó en la historia de la ciudad y la tradujo a un producto final, una lámina textil con patrones originales que puede ser traducida al vestuario o plasmada en elementos decorativos. En el proceso, categorizó en tres áreas el territorio: geografía, flora y fauna y arquitectura, que derivaron en tres colecciones: poesía urbana, ápice y ensueño, la que están detalladas en el sitio: nomadastudiodesing.wixsite.com
"Intenté rescatar la época 'dorada' de Cartagena, de ahí viene la forma del vestuario. Hay belleza en el abandono, formas, colores, detalles de las casas, depende desde donde se mire el lugar. Generé patrones propios a partir de puntos de interés, como la caleta San Pedro, y a cada uno le asigné una colección. Se pueden encontrar formas originales, como por ejemplo, las rejas viejas del Castillo Ferreiro, un patrón en unas latas que es único".
Natalia ya realizó una exposición en el Hostal Patio Ferreiro durante un encuentro patrimonial.
Desde el diseño de autor, pretende continuar abarcando todo El Litoral de los Poetas.
"El diseño tiene que ser coherente con las personas que son del lugar. Me interesa trabajar con las bordadoras de Isla Negra, mientras que en Llolleo, espero diseñar a partir de la identidad del lugar como asentamiento indígena", dijo.
Mona's
"Cuando quise volver tenía que generar una propuesta de trabajo, porque no hay muchas opciones en mi área, lo más común es ligarse a una editorial".
Con la intención de desarrollar su propuesta de diseño de autor, Natalia se instaló con un local en Llolleo.
"En el barrio había solo una cafetería, y nos pusimos al frente. Antes en la calle no pasaba nada, lo que le daba vida al sector eran las ferreterías, pero a un año de la apertura de Mona's, hay más locales y ha cambiado el perfil del sector".
En la tienda, además de las colecciones de Nómada, se encuentran productos de la tendencia de moda actual. También se ofrecen servicios de belleza a cargo de la socia de Natalia, la esteticista y modelo, María José Alvarez.
"No pretendemos competir con el retail, todo lo que está en la tienda es hecho a mano, comparamos cosas, pero las seleccionamos. Lo que nos diferencia es la exclusividad. Nos ha tocado asistir a una novia, le hicimos el vestido, la maquillamos, le hicimos masajes y asesoría estética. La idea es entrar y salir bella, sales más mona, por se llama así".