El abogado sanantonino que cumplió el sueño de tener sus propios vinos
Francisco Freire se dejó encantar por la magia del Litoral de los Poetas. En San Juan construye su viña boutique inspirado en un romántico anhelo.
Francisco Freire, nacido y criado en San Antonio, casado con Patricia Rosenkranz, abogado de profesión, lo aclara de inmediato: "Soy de San Antonio de toda la vida. Mi papá, José Freire Petit, fue director de Vialidad por más de 20 años, en la década de los '60. Él construyó la casa familiar en Tejas Verdes".
Francisco estudió en la Escuela 5. Luego hizo la enseñanza media en Santiago y posteriormente cursó la carrera de Derecho en la Universidad de Chile. Cada vez que puede se viene a San Antonio. "La casa familiar está igual que cuando vivía mi padre, es como si se hubiese ido de vacaciones", rememora con nostalgia.
A san juan
El abogado llegó a la localidad de San Juan hace más de 30 años cuando compró el predio junto a su familia.
En un comienzo la idea era conservar el parque y sus jardines. Hasta que en 2012 conoció al enólogo y vitivinicultor francés Emeric Genevière-Montignac, quien lo motivó a plantar uvas.
"Tener un viñedo al principio era una idea romántica, pensar en tomarte tus propios vinos resultaba cautivante. Junto con Emeric esta idea se fue materializando, se hicieron los análisis de suelo y las condiciones climáticas. El lugar estaba apto y se determinó plantar variedades de cepas pinot noir y syrah, en la parte donde están las lomas de la propiedad", recuerda.
Así, su viña se convierte en el primer viñedo nacional que este enólogo francés interviene desde su concepción, planificación y plantación, imponiendo su sello, conocimientos y tradición vitivinícola aprendida en Francia.
"La viña nació como un cultivo orgánico y biodinámico. Seguimos la tendencia mundial que promueve la producción orgánica, sustentable y compatible con el medio ambiente. En nuestros procesos se evita el uso de herbicidas y agrotóxicos. Los fertilizantes se reemplazan por compost y preparados naturales, todo en armonía con los ciclos naturales", explica.
Actualmente, el viñedo se llama Hacienda San Juan y tiene una producción limitada de 10 mil botellas al año. Los vinos que Francisco soñó en su momento ya se exportan a Estados Unidos y Brasil. En la ciudad de Miami su vino se vende por copas en sofisticados restaurantes.
"La gente de San Juan se debe integrar en este proceso y sentirse orgullosa de que en su zona se desarrolle un vino que ha tenido reconocimientos nacionales e internacionales", asegura este abogado devenido en emprendedor del vino.
Valle de clase mundial
Uno de los objetivos de Freire es acercar las viñas a la ciudad donde hay un gran desconocimiento en la población, ignorando que en la zona hay un valle vitivinícola de clase mundial.
"La provincia de San Antonio se consolida como productor de vinos de clima frío, con orientación hacia las exportaciones. El valle de San Antonio-Leyda lo componen dos subáreas, Leyda y Santo Domingo. Es un tesoro vitivinícola que se vincula con el enoturismo y es apto para conocerlo todo el año, no sólo en época de cruceros", comenta Freire.
Fiesta de la vendimia
El próximo 16 marzo se realizará en Hacienda San Juan la primera versión de la Fiesta de la Vendimia de San Antonio. "Participaremos junto con las principales viñas de la zona como Chocalán, Leyda, Ventisquero, Matetic, Casas de Bucalemu, Casa Marín y Garcés Silva. Todos estos viñedos tienen vinos con denominación de origen 'San Antonio'", anticipa el dueño de casa.
Hacienda San Juan
Originalmente el predio donde se emplaza la viña formaba parte de la Hacienda San Juan, latifundio de 10 mil hectáreas que tiene sus orígenes en el siglo XVIII, entonces conocido como Mayorazgo Balmaceda.
Esta propiedad fue residencia temporal del Presidente José Manuel Balmaceda (1840-1891), quien la usaba en su camino a su residencia familiar en la vecina Hacienda Bucalemu.
De la construcción original sólo quedan algunas escaleras, el torreón de la capilla de las casas patronales y el parque con jardines centenarios, diseñados por el paisajista francés Guillermo Renner a fines del siglo XIX, quien también estuvo a cargo del diseño de otros parques y jardines del país como el Parque Cousiño, actual Parque O'Higgins, la remodelación del Cerro Santa Lucía y el Parque Lota, entre otros.
Nuevas Instalaciones
Debido al crecimiento sostenido de la viña y a la alta gama de sus vinos, en 2019 se estrenarán las nuevas instalaciones, tanto para el proceso de vinificación como para recibir a quienes quieren conocer más del vino.
La nueva infraestructura cuenta con una bodega adaptada al modelo biodinámico de producción de vinos, además de salas de exhibición y degustación de vinos. "Esta importante inversión responde a que el vino que estamos sacando es muy bueno. Es un vino natural de alta gama cuyo proceso de vinificación es manual. La decantación de los mostos es gravitacional, privilegiando el uso de tinajas de cemento en lugar de acero inoxidable. La gente lo podrá conocer a partir de 2019 con visitas guiadas y eventos particulares", anuncia el propietario.
Su Testimonio
Francisco Freire convirtió un anhelo romántico en su proyecto de vida. El camino no ha estado exento de dificultades pero este abogado ha sido perseverante. En un rubro nuevo para él, como es la industria del vino, ha sido audaz apostando sus recursos en un proyecto que enriquece la economía local y llena de prestigio a la provincia de San Antonio.
-¿Cómo es el panorama local para un emprendedor de vino?
-Hay interés en desarrollar esta industria pero falta coordinación entre los distintos actores. Necesitamos más coherencia acorde al potencial que tenemos como valle de vinos de clima frío. Hay una tremenda oportunidad para el enoturismo ya que estamos cerca de Santiago y Valparaíso. Además, el destino se asocia al Litoral de los Poetas, que cada vez es más conocido. La comunidad debe creerse el cuento del turismo.
-¿Qué es lo que diferencia a Hacienda San Juan de otras viñas?
-Desde que comenzamos en 2012 somos una viña boutique que se propone el desafío de cultivar uvas bajo procesos orgánicos y biodinámicos, desarrollando vinos frescos propios de las características geográficas que entrega el valle de San Antonio y en particular el valle de Leyda. En el viñedo tenemos Pinot Noir, que es poco cultivado por las exigencias que impone la cepa pero que en Hacienda San Juan se da muy bien. También tenemos Syrah, que también se da muy bien, logrando vinos aromáticos y cálidos. Ambas cepas las tenemos con denominación de origen San Antonio.
-¿Cómo ha sido el apoyo de su familia en este proyecto?
-Mi familia me apoya en un ciento por ciento, con mucho sacrificio y paciencia. Se está haciendo una gran inversión en la zona. La idea es que seamos un hito, un referente, un aporte, siempre abierto al público. Apostamos por el desarrollo de San Antonio, dando un valor agregado a la economía local.