Catalina Muñoz Lizama
La celebración de Año Nuevo trae consigo diversos puntos de vista. Últimamente lo es la contaminación.
En redes sociales se ha difundido la campaña #ChileSinCotillón que busca promover que la gente celebre Año Nuevo sin generar toneladas de basura.
El director del Museo de Historia Natural e Histórico de San Antonio (Musa), José Luis Brito comentó que el mayor daño está en el cotillón de carácter plástico.
"Cuando la gente hace explotar el cotillón, sobre todo los tubos, llegan a ser toneladas de plástico las que después terminan en el mar ", expresó el director.
Esto no requiere más de cinco minutos en ser utilizado por completo. Sin embargo, al ser tan pequeños nadie recoge los restosy los dejan en el lugar.
Para Brito esto también genera que la gente no tenga en cuenta el daño que esto puede producir, "es sano vivir ese momento de alegría, pero son solo minutos que afectan durante años a la fauna", declaró.
Mientras más pequeños son los pedazos de cotillón es más fácil para los seres vivos ingerirlos. Sobre todo para las aves.
Rehabilitación
El Centro de Rescate y Rehabilitación del Musa se encuentra en reconstrucción por lo que permanece cerrado.
Sin embargo, Brito señaló que en años anteriores, se recibían más aves heridas producto de que al intentar huir del ruido que genera el explosivo de los fuegos artificiales, chocaban con postes u otros.
Zona contaminada
El lugar al que más personas llega para esta celebración y que más contaminada resulta, por ende donde mayor cantidad de seres vivos se ven afectados, es el Paseo Bellamar.
Es en este lugar donde la principal especie afectada es la nutria marina, también conocida como chungungo. Las personas al apuntar el cotillón hacia el mar, cuando este es utilizado, provocan que el mamífero ingiera estas sustancias tan tóxicas para él.
Cambio en el comercio
Con el llamado en redes sociales a tener en cuenta la campaña de dejar el cotillón este año, los vendedores de este popular producto, aseguran que las ventas comienzan a subir de manera significativa el 31 de diciembre.
Por otro lado, locatarios que llevan más años en el rubro aseguran que pese a que las ventas subirán el día lunes, la compra de cotillón, ha sido mucho más lenta que otros años.
"Llevo cinco años en esto y claro, el 31 se vende más, pero de los tubos no he vendido ninguno y están al mismo precio de años anteriores", comentó Marcela, vendedora.
Para José Luis Brito, que la gente tome conciencia no será un cambio inmediato, "este depende del compromiso de la gente para adoptar medidas como esta y además de la educación que se le da respecto a esto a los niños. No surgirá de un momento a otro", expuso.
"La gente siempre propone planes y formas para dejar de contaminar, pero en el momento de las cosas, se olvidan y no actúan",
José Luis Brito"