Comerciantes pasaron de tener un carrito a una estilosa kombi
Cabriconf surgió por la necesidad de generar ingresos para el hogar. En sus inicios, Jessica y Jorge solo ofrecían cabritas y manzanas confitadas. Esta semana estrenaron el nuevo móvil en que atienden a sus clientes del Paseo Bellamar.
Jessica Campos (49) y Jorge Salgado (50) son un matrimonio que a punta de esfuerzo y humildad han conseguido hacer que su negocio evolucione.
En el año 2009 fue que se instalaron en el Paseo Bellamar con un carrito de confites y cabritas "Cabriconf", todo con tal de sacar adelante a su familia.
"Empezamos a trabajar en esto debido a la necesidad, queríamos sacar a la familia adelante y esto es súper atractivo para la gente", contó Jessica Campos.
Hoy el rubro ha cambiado un poco, han decidido cambiar su tradicional carrito por una kombi (furgoneta Volkswagen de los años 60), lo que aseguran puede atraer más al público.
"Hay que irse reinventando, cada vez hay más locales acá en el Paseo Bellamar por lo tanto hay que seguir siendo atractivos, ya que hay que mantener a la clientela", agregó Campos.
Comienzos del rubro
Inicialmente, la venta comenzó en el año 2000 con un puesto frente al restorán El Dorado, en la Caleta Pacheco Altamirano, donde este matrimonio vendía artículos como lentes de sol y otros.
Sin embargo, producto del inicio de la construcción del Mall Arauco San Antonio, decidieron establecerse en el Paseo Bellamar para así atraer más ventas
-¿Siempre estuvo la idea de vender confites?
-No, para nada, era totalmente distinto a lo que vendíamos en ese tiempo. Pero al instalarnos en el paseo, se nos pidió que vendiéramos un producto de fabricación propia, esa era la condición para tener los permisos necesarios, ahí se nos ocurrió el tema de la confitería.
-¿Por qué decidieron establecerse con una Kombi ahora?
-Fue principalmente por un tema de movimiento e innovación. Todos los días teníamos que recorrer 500 metros arrastrando el carrito para instalarlo, eso era en la mañana y en las tardes. Yo (Jorge) tengo una lesión en la columna, entonces nos estábamos deteriorando.
-Sumado a que mi esposo tiene ese problema, estaba el hecho de que todos los días teníamos que sacar todo del carro para poder guardarlo. Ahora no, ordenamos las cosas dentro, nos subimos y lo manejamos hasta nuestra casa.
La kombi
El 12 de febrero de este año el matrimonio realizó la apertura de su negocio como todos los días, sin embargo, ese martes tenía un cambio inmensamente significativo para ellos como familia.
"Abrir la kombi el martes en lugar del carrito fue algo importante para nosotros. A la gente le ha costado asociarnos, pero solo cambió nuestra apariencia, el resto sigue igual", dijo Campos.
-¿Qué es lo más valorable de tener la kombi?
-La comodidad, por lejos eso es lo mejor. Sin duda, otro factor súper importante de todo esto es la gestión que ha hecho por nosotros la Empresa Portuaria San Antonio, han tenido una disposición excelente y siempre nos han brindado ayuda cuando lo necesitamos.
El local siempre ha ofrecido lo mismo: cabritas, manzanas confitadas, frutillas con chocolate, bebidas. Sin embargo, tienen productos que son por temporada. "Ahora ofrecemos granizados, que son un furor, pero en invierno hay que reinventarse un poquito y ahí ofrecemos café, té o chocolate caliente", cuenta Salgado.
-¿Cómo ha sido su relación con el público en todo este tiempo?
-Esa es una de las cosas que tenemos como local, siempre hemos tenido buena llegada con el público. Tenemos además nuestra clientela frecuente, que es la que nos hace seguir en pie.
Más allá del Bellamar
La venta de confites en el Paseo Bellamar no es en lo único que se desarrolla esta familia de emprendedores.
Este matrimonio, desde hace 34 años, ha recorrido distintos lugares con la venta de este popular producto.
"Hemos participado de fiestas costumbristas, la Expo Rural de Santo Domingo y estos domingo en las murgas. De hecho, ayer (martes) cuando nos instalamos con la kombi, algunas personas se nos acercaron a preguntar si íbamos a otros lados a realizar eventos. Para nosotros esa es una oportunidad súper grande".
-¿Solo trabajan ustedes dos en este local?
-No, hoy trabajamos también con nuestro hijo Felipe y su polola que nos viene también a ayudar, sobre todo porque en verano anda mucha más gente aquí en el Bellamar.
-¿Toda la familia ha sido parte de negocio de alguna forma?
-Sí, siempre decimos que somos una familia de emprendimiento y comerciantes. Nuestro hijo Felipe está con nosotros, nuestro otro hijo Ariel tiene con su pareja un emprendimiento de churros y nuestra hija Catherine tiene uno de pintacaritas también aquí en el Bellamar.
Próximos proyectos
Los proyectos de Cabriconf han ido cambiando, pasaron de vender juguetes frente a la caleta a su carrito de confites y hoy son una kombi aclamada por los turistas.
"El día que cambiamos a la kombi, esto causó furor respecto a cómo era y los colores. Todos los que venían en el crucero y pasaron por aquí se sacaban fotos y pasaban a comprar. No somos expertos en inglés, pero hemos aprendido un poco para explicarles los precios o saludarlos", dijo Jessica Salgado.
-¿Cuál creen que es el próximo proyecto para Cabriconf?
-Yo creo que el próximo proyecto es hacer una línea de compra, como una cadena de kombis. El esfuerzo físico que andar corriendo el carrito implica, es mucho, por tanto si tuviéramos más kombis podríamos movernos mejor y abarcar más lugares.
Los precios en este local nunca han cambiado, todo sigue a mil pesos, ya sea cabritas, frutillas con chocolate, manzanas confitadas o granizado.
"Nosotros por mil pesos le damos el vaso al cliente y después él puede llenarlo como quiera, ya sea con todos los sabores o solo con uno", contó Salgado.
-¿Cuál creen que ha sido la clave del éxito en este tiempo?
-La humildad y la perseverancia, sin duda alguna porque claro nosotros sabíamos hacer los confites, pero nadie nos aseguró que nos iría bien o que íbamos a perdurar tanto tiempo, tanto que íbamos a poder cambiar a la kombi. Siempre hay que creer en uno.
Cabriconf está en el Paseo Bellamar todos los días desde las 9 de la mañana hasta las 22 horas. Hoy tienen una nueva apariencia, sin embargo, la misma esencia de sus inicios en el año 2009, cuando con su carrito de confites llegaron a revolucionar a todos quienes transitaban por el Bellamar, sobre todo por el sabor y la dulzura en sus preparaciones.