La emprendedora que creó el exquisito arrollado de conejo
Luz Azócar es una mujer multifacética y entusiasta que apela a su arraigo campesino para elaborar una preparación tradicional adaptándola a un ingrediente novedoso como el conejo, aprovechando así un recurso saludable y abundante en los campos de la provincia.
Nacida y criada en la localidad de El Totoral, ubicada a 8 kilómetros al interior de Punta de Tralca, Luz Azócar es una fiel representante de este pujante pueblo. "Soy totoralina, soy feliz viviendo acá y lo único que no me gusta es que se ha poblado mucho", comenta. Con el tiempo Luz se ha convertido en una microempresaria local y, como buena emprendedora, hace de todo para conseguir sus objetivos.
Sus inicios se remontan a 1998, año en que se organizó una festividad de turismo rural para fomentar el interés por visitar El Totoral, a través de Indap y el municipio de El Quisco. Después de estudiar la zona, vieron que era factible hacer turismo rural en el sector, principalmente porque queda cerca de la playa y tiene una autopista de acceso.
"Motivados por este diagnóstico en el año 2000 empezamos con el turismo rural. Se inyectaron recursos y el desarrollo de la comunidad local se dio de la mano de la cultura religiosa", cuenta Luz.
Misa a la chilena
Así se fue potenciando la celebración de la misa a la chilena en la iglesia Nuestra Señora de la Merced de esta localidad. Todos los domingo se junta una multitud alrededor de este monumento nacional que data de 1815, emplazado a un costado del cementerio colonial. En el altar de la iglesia aún se guarda la Virgen donada por el último gobernador español en Chile, Casimiro Marcó del Pont.
Durante esta festividad religiosa todos los habitantes del pueblo se visten con atuendos huasos para así animar la celebración. Esta misa se canta con sentimiento y todas las canciones son dedicadas a la Virgen de la Merced. Los fieles adoran la figura de la Virgen y cada 24 de septiembre la sacan a dar una vuelta por el pueblo. Entre alabanzas y cánticos la gente se agolpa en las estrechas calles para saludar el paso de la aclamada Virgen.
En verano la misa a la chilena comienza a las 11.30 horas y en invierno, una hora más tarde. Los feligreses vienen de todas las localidades del Litoral de los Poetas, incluso algunos se trasladan desde Santiago. Después de la ceremonia los visitantes aprovechan de almorzar en El Totoral y comprar regalos en la explanada de los artesanos.
"Este fenómeno nos motivó con mi familia a abrir un restaurant. Con otros primos, los Rojas García, montamos la infraestructura. El restaurant se llama El Quincho y está en la explanada de los artesanos. Puedes encontrar comida típica como arrollado, costillar y empanadas", invita la totoralina.
Arrollado de Conejo
Dado el aumento en el flujo de público que trajo la celebración de las misas a la chilena en El Totoral, se generaron más posibilidades de emprendimiento en la zona. "Mi familia formó la microempresa San Francisco de El Totoral. Empezamos a fabricar mermeladas caseras, pastas, licores de frutas y hierbas aromatizadas. En cuanto a las cecinas teníamos arrollado de cerdo y en 2005 innovamos con el arrollado de conejo", explica.
"Nuestra materia prima son conejos certificados, de criadero, para cumplir con el reglamento de sanidad. Nuestros productos tienen análisis nutricional y, además, cuentan con resolución sanitaria. Nuestro proveedor es usuario de Indap y se ubica en San José de Algarrobo", acota.
"La carne de conejo es más saludable que las otras carnes que existen en el mercado, tiene menos grasa. Además, la alimentación de los conejos es sumamente cuidada. A la gente le gusta bastante, sobre todo porque es bajo en colesterol. Los arrollados se venden cocidos y se usan para entradas, quedan muy bien con papas cocidas. También se puede disfrutar como aperitivo en una tabla gourmet", recomienda.
Después de 13 años, el arrollado de conejo ya se ha hecho conocido y se vende en las ciudades de Valparaíso, Viña del Mar y Santiago. "Poco a poco la gente se va atreviendo. Antes consumir conejo era una costumbre de gente mayor, ahora se han sumado más personas, principalmente aquellas que quiere tener una alimentación saludable", expone la microempresaria.
Todos invitados
Luz Azócar invita a la gente a visitar El Tototal, sobre todo a aquellos que disfrutan con el ambiente y la cordialidad campesina. "En el pueblo de El Totoral se ha creado un concepto de turismo rural que sale de las tradicionales actividades en la playa, con diversas alternativas para los visitantes que quieren conocer y encantarse con las raíces chilenas. Está abierto todo el año".
Los turistas suelen apreciar las ofertas de artesanía, los tejidos a telar y crochet. También con la cerámica y la madera tallada que cuentan la historia de esta localidad campesina. Los chocolates y los dulces chilenos son las opciones preferidas por los visitantes que quieren llevar un recuerdo de este hermoso lugar.
La especialidad de El Totoral es su cocina campesina, con restaurantes tradicionales que recopilan y dan a conocer los sabores más chilenos. Los platos imperdibles son el pastel de choclo y la cazuela. Además, se puede disfrutar de la asombrosa variedad de licores que elaboran los artesanos, cuenta orgullosa.
Totoralina de corazón
Esta pujante mujer es una orgullosa habitante de El Totoral y su historia como microempresaria es una comprobación de que se puede residir en el sector rural de la provincia de San Antonio dedicándose a actividades productivas con alto valor agregado. Su experiencia como emprendedora es un ejemplo digno de imitar.
-¿Cómo promueve su emprendimiento?
-Para promover mis productos, en especial el arrollado de conejo, me muevo por todas las ferias del Litoral de los Poetas. En todas partes me presento con mis productos. Por ejemplo, voy todos los veranos a la Expo Rural de Santo Domingo. Suelo andar en ferias gastronómicas también, hasta he ido a Santa Cruz con mis productos. También me han hecho entrevistas en programas de televisión como Sabingo, Recomiendo Chile y Chile Conectado. Después que se emiten estos programas llega mucha gente preguntando por el arrollado de conejo.
-¿Cómo es llevar adelante una microempresa familiar?
-En una microempresa familiar hay que hacer de todo y nunca decaer. Con perseverancia hay que comprar materia prima, elaborar los productos, colocar etiquetas, vender la mercancía y ver la contabilidad. La verdad es que hago de todo porque me cuesta delegar. El tema es que mis hijas, Ignacia, Camila, Anaís y Antonia, van por otra línea, están estudiando otras carreras. Actualmente estoy tratando de conquistar a un sobrino para que me ayude con el negocio.