Emprendedora cumplió el sueño de tener su propia pastelería
La sanantonina Graciela Trigo guardaba este anhelo desde su infancia, cuando la precaria situación económica de su familia le impedía disfrutar de los dulces que se exhibían en las vitrinas. La vida dio la vuelta y ahora está ella detrás del mostrador, ofreciendo sus tortas y pasteles.
La pastelería La Vita e Bella fue inaugurada hace pocos días el sector comercial de Barrancas. Mientras entrevistamos a su dueña, Graciela Trigo, el canto de las gaviotas resuena de fondo. "Yo soy nacida y criada en San Antonio. Toda mi infancia transcurrió en el cerro Alegre, donde estaba el Mercado de San Antonio. Ese sector era muy humilde y mi padre se dedicaba a cargar sacos en la feria. Ahí nací yo y soy la menor de 10 hermanos", cuenta Graciela.
"El año 95 me casé y soy mamá de cuatro varones, todos muy buenos hijos. Mi matrimonio también fue bien humilde pero con mi marido nos programamos siempre en proyectos y salimos adelante. Trabajamos en una empresa de transportes, algo nada que ver con la pastelería. En la actualidad tenemos el 80% del porteo como transportes Graciela Trigo. Éstos son los camiones que mueven los contenedores de los depósitos a los terminales y viceversa. Ahora mis hijos están a cargo de la empresa", comenta orgullosa.
Un Sueño Infantil
Cuando Graciela era niña, en los tiempos en que vivía en el cerro Alegre, había una pastelería en calle Arturo Prat que se llamaba "Donde Patty". "Como nosotros éramos pobres, no podíamos comprar pasteles. Siempre miraba la pastelería desde lejos. Como ahora estamos más relajados con el tema de los transportes y están a cargo mis hijos, quise cumplir el sueño que había postergado tanto tiempo. Entonces reinvertimos los excedentes de los transportes y apostamos por la pastelería como una manera de diversificar nuestros negocios", explica esta emprendedora.
La pastelería cuenta con un acogedor espacio en calle Antofagasta, decorado especialmente por su propietaria. En las paredes figuran mensajes positivos como "lo único imposible es lo que no intentas" o "busco a alguien que me mire como yo miro a una torta de chocolate".
"Mis hijos siempre me animaron a abrir este local. Desde hace años practico pastelería como aficionada y ahora la encaro como profesional. En el montaje me basé en la película es "La vida es bella" porque, con sus altos y bajos, la vida es bella. Tengo muchos sentimientos en este proyecto y es el resultado de un proceso largo de vida", reflexiona.
Le gusta el barrio
"Llegamos a Barrancas porque tenía esta propiedad. Antes trabajaba con la pastelería La Española. Hace cuatro años compré esta propiedad y estoy identificada con el lugar. Mi padre y mis hermanos son de acá. Es un sector muy tranquilo, hay vida de barrio. Muchos jubilados vienen a buscar sus pasteles para la once. Queremos sacar pasteles para diabéticos y necesidades especiales. También quiero hacer pasteles para quienes tienen problemas con la harina, con el gluten", adelanta.
Con diseños
"Nuestra especialidad son las tortas con diseño, que no hay San Antonio. Nuestras tortas vienen con motivos. Hay del Chavo del Ocho y Batman, por ejemplo. Hacemos diseños especiales para cumpleaños y matrimonios. Para el día del amor sacamos muchas tortas de corazones", comenta.
"La gente puede encontrar acá calidad, frescura y buenos precios, accesibles al bolsillo de cada persona. Tenemos como oferta permanente pie de limón, torta tres leches y tortas de chocolate. También hacemos tortas de matrimonio", promociona Graciela, quien señala que sus clientes hacen los pedidos el facebook lavitaebellapasteleria. "Además, nos pueden contactar por página web, Whatsapp, Instagram. Últimamente también hemos hechos celebraciones de cumpleaños. Tenemos una alianza con el centro de eventos Club House en Barros Luco".
Dice que quienes quieran visitar el local encontrarán "un espacio para compartir, tomarse un cafecito, un pedacito de torta. Estamos en la zona comercial de Barrancas. Yo hice la decoración, puse todo lo que quería, desde los pensamientos positivos hasta los colores suaves de las estanterías. Tenía esta pastelería en la cabeza desde que soy chiquitita. Estuve metida en todo para que quedara como yo quería. Es un lugar relajado y sin música fuerte".
Respecto a las preferencias del público sanantonino, revela que a la gente le gusta mucho las tortas húmedas. "La torta tres leches, la de chocolates y aquellas con diseños también son muy pedidas. Nosotros sólo usamos productos naturales, evitando todos los químicos y preservantes. Las mermeladas las hacemos nosotros, todo es fresco. En la feria compro las frutas y hago yo misma las mermeladas. Por ejemplo, ahora tengo recién hecha una de mora".
Aporte Venezolano
El pastelero del local es venezolano y se llama Yonny Ramírez. Él, al igual que miles de sus compatriotas, emigró por la crisis política y económica que mantiene convulsionado a todo el país caribeño.
"El hermano de Yonny es chofer de mi empresa de transportes. Un día estaba haciendo un pastel y él me dijo que tenía un hermano que era pastelero y que hacía unos pasteles deliciosos. Me mostró el instagram de él y ahí empezamos a conversar. Le ofrecí venir a Chile, específicamente a San Antonio que es una comuna tranquila y buena. Me costó convencerlo hasta que se vino para acá. Yonny se siente en agrado, la gente es muy atenta y respetuosa con él. Yonny trajo a su ayudante y a la niña que hace el aseo. En mi equipo son todos venezolanos y les gusta San Antonio, principalmente porque todavía no llega la maldad a esta ciudad", afirma.
Consiguió su anhelo
Graciela Trigo supo reinvertir los excedentes de su negocio de transporte portuario en un proyecto que lo viene imaginando desde niña. Este inclaudicable anhelo hoy se convierte en un nuevo emprendimiento en la provincia de San Antonio, de alguien que supo ahorrar hasta conseguir lo que quería.
-¿Cómo ha sido la experiencia de emprender con esta pastelería?
-A los sanantoninos les llaman la atención las cosas nuevas, les gustan. Hasta la fecha he tenido buenos comentarios, la gente me manda buenas vibras. Los vecinos me dicen que hacía falta una pastelería bonita. Le da otra mirada a la calle y puedo confesar que he tenido buen recibimiento. Además, me apoya mi familia, mi hijo trabaja en las mañanas y yo vengo por las tardes.
-¿Cuál es su próximo proyecto en mente?
-Mi próximo proyecto es irme a vivir a una parcela que compramos hace años en la entrada de La Princesa en Santo Domingo. Al principio ese terreno era para un salón de eventos pero ahora nos vamos a vivir allá porque es más tranquilo.


