El drama de "El Jesús": lleva cinco meses viviendo en el puente Llollito
Este hombre discapacitado busca una oportunidad para desarrollar su artesanía.
Justo a un costado del puente Llollito, donde se encuentra la entrada hacia el parque DYR, hace cinco meses armó su hogar improvisado Raúl Eduardo Verdugo Bahamondes. Sin temor a dormir en la calle, práctica que mantiene desde hace unos años, fue recolectando elementos para tener un techo en los que pudiera pasar los días.
Así fue como consiguió incluso un colchón usado y un plástico con el que se tapa durante las noches. También pudo obtener algunas ollas en las que se cocina y unos muebles viejos en los que guarda algunas de sus pertenencias. Y así es como a sus 53 años, Raúl Verdugo se ha ido radicando paulatinamente en San Antonio.
"Me he quedado por el cariño de la gente y porque acá estoy tranquilo. Acá han sido muy solidarios conmigo y eso se agradece mucho, sobre todo mi amigo Mariano 'Pistola', que me viene a ver seguido y con quien jugamos brisca. Antes estuve viajando por varios lados del país pero acá han sido muy humanitarios", explica Raúl, quien tiene que trasladarse en silla de ruedas producto de un problema para caminar que tiene hace 25 años.
"Empecé a trabajar desde los 20 años en Asmar como buzo, soldando los buques, por lo que pude conocer varios puertos de Chile. En eso estuve cerca de ocho años y luego, como me fue bien, logré comprar unas embarcaciones pero lamentablemente tuve un problema con la pareja que tenía en ese tiempo y ahí perdí los negocios", reconoce, asegurando que fue cuando trabajaba en una de sus embarcaciones en Mejillones como buzo que sufrió una descompresión bajo el agua que lo dejó con problemas para caminar.
Nacido en angol
Raúl Verdugo nació el 5 de agosto de 1965 en la comuna de Angol, Región de La Araucanía. Debido a que vivía en un sector rural, no tuvo la posibilidad de realizar la educación básica. "Para ir a clases había que cruzar la cordillera entera prácticamente, por lo que soy analfabeto. En esos años no era tan importante el tema escolar para las familias rurales", afirma este hombre que lamentablemente perdió a su padre y a su madre (quienes eran oriundos de la comuna de Mulchén) antes de los 10 años de edad, por lo que tempranamente tuvo que forjar su destino.
Así fue como empezó desde niño a trabajar como buzo, recorrió todo el país y pudo sumar experiencia en Asmar. "Siempre me he movido solo y he trabajado mientras he estado viviendo, por lo que estoy acostumbrado a aguantar en la calle. Después de que no podía caminar comencé a desarrollarme como artesano, ya que manejo las técnicas para el cuero, el alambre, macramé, arreglo también electrodomésticos, por lo que me las arreglo para seguir trabajando".
Aún quiere trabajar
En estos momentos Raúl Verdugo dice sentirse motivado para seguir dedicándose a la artesanía, por lo que le gustaría recibir alguna ayuda que le sirva como empujón para sus proyectos.
"Me encantaría tener un taller donde pueda hacer mis trabajos y así depender de mí mismo. Además que ya se viene el invierno y el clima se pone difícil, por lo que espero poder cambiarme a otro espacio donde no pase frío ni tenga problemas con las lluvias", reconoce el hombre que por su frondosa barba y cabello canoso, es conocido entre los habituales del sector del puente Llollito como "El Jesús".
"Los trabajadores de la bencinera me ayudan con agua y con electricidad, así que estoy muy agradecido porque realmente acá han sido muy humanitarios", insiste un emocionado Raúl Verdugo, afirmando que el único problema que tiene ahora "es que la silla de ruedas me queda muy chica y eso me ha provocado una herida a un costado por lo que tengo que dormir apoyado de un solo lado. Ojalá también pudiera conseguir una nueva silla de ruedas para trasladarme tranquilamente".
"Me encantaría tener un taller donde pueda hacer mis trabajos de artesanía y así depender de mí",
Raúl Verdugo."



