La mujeres que se atreven a tomar el mando de un colectivo
Laura Vergara partió con un solo automóvil en el rubro, y ahora ya cuenta con cinco, de los cuales cuatro son conducidos por sanantoninas.
Los colectivos con recorrido a Santo Domingo se expanden cada vez más.
Hace cuatro años la línea número dos cuenta con un paradero en calle Echaurren en Llolleo, pero tiene una particularidad: cuatro de sus cinco automóviles son conducidos por mujeres sanantoninas.
El grupo femenino está compuesto por Violeta Campos, Soledad Céspedes, Patricia González y la presidenta de la línea, Laura Vergara.
Laura Vergara comenzó en el rubro hace ocho años cuando, con solo un automóvil, abrió su línea en noviembre de 2011. En ese entonces, se ubicaba en calle Del Canelo junto a la línea 1.
"Ahí se producían problemas, porque que hubiera otra línea era competencia y también les molestaba que hubiera una mujer en el volante", relata Laura Vergara.
Comienzos de la línea
De los cinco automóviles que tiene la línea dos, cuatro son conducidos por mujeres y el otro por el esposo o los hijos de Laura Vergara.
-¿Por qué sus hijos y esposo también son parte del rubro?
-A veces también necesitamos un hombre. Mi esposo es mecánico, entonces nos ayuda también revisando los autos de vez en cuando que son cosas que nosotras cuatro no sabemos bien. Además, ellos se turnan para trabajar en las tardes y así yo puedo descansar porque hago recorridos desde las seis de la mañana aproximadamente. Así no tenemos a los colectivos sin trabajar.
-¿Cómo es liderar una línea de colectivos con la mayoría de mujeres al volante?
-Quería demostrar que una mujer también puede empoderarse del volante. No por ser mujer no podemos transportar pasajeros. Nosotras podemos hacer cualquier trabajo al igual que los hombres.
-¿Siempre estuvo en sus planes que fueran mujeres las que trabajaran con usted?
-Sí, siempre fue esa mi idea, porque no quería ser la única conductora. Cuando he necesitado a alguien que maneje un colectivo, de inmediato digo que el requisito es que sea mujer.
-¿Fue muy difícil partir en este rubro por ser mujer?
-Un poco. Hay mucho machismo en esto, más de una vez alguna pasajera me dijo que por qué no me quedaba en mi casa y así no le quitaba el trabajo a los hombres. Empecé con un solo auto y fue bien complicado, pero de a poco me fui expandiendo y luchando por el paradero.
Las complicaciones
Conseguir un nuevo paradero para esta línea de colectivos fue una tarea titánica que se prolongó por varios años.
-¿Fue muy difícil establecerse aquí en calle Del Canelo?
-Sí, porque desde la otra línea como que nos hacían la guerra. Hubo un momento en que teníamos a un inspector municipal de punto fijo para que nos pudiera vigilar, ya que no nos querían ahí, o a veces estaba Carabineros. Conversamos muchas veces con el alcalde (Omar Vera), hasta que conseguimos nuestro paradero.
-¿Tiene buena aceptación la línea?
-Sí, pero como le digo, hay mucho machismo igual, pero hemos tratado de romper ese estigma de que la persona que maneja un taxi colectivo tiene que ser un hombre.
-¿Más mujeres que hombres prefieren la línea?
-No, es bien variado y varias de las personas que nos prefieren ya son frecuentes en la línea. A veces, pareciera que llevamos más mujeres, pero es bastante parejo.
-¿Qué cree que hace que la gente prefiera su línea?
-Los precios, sin duda. Seguimos hace mucho tiempo con los mismos precios porque hay que ponerse en el bolsillo de los demás. La gente tiene que recordar que el boom de San Antonio es en el verano porque hay muchos turistas, pero el resto del año los que siguen viajando son quienes viven aquí y que la mayoría viaja para poder trabajar.
-¿Qué hace distinto el trabajo que realizan ustedes al de un hombre?
-Tenemos más paciencia, somos más precavidas y más preocupadas de la atención que se les da a los pasajeros. En cambio los hombres, no es por desmerecerlos, pero muchas veces son como más atarantados.
-¿Cómo son los horarios de la línea?
-Trabajamos aproximadamente desde las seis de la mañana hasta las 20.30 en horario de verano. Muchas de las personas que nos prefieren, nos llaman para ir a buscarlos por las tardes, por lo mismo tratamos de trabajar hasta un poco más tarde.
Los estereotipos
Algo que siempre ha intentado romper este grupo de mujeres es el estereotipo o creencia popular de que solo hombres pueden ser taxistas.
"Es un trabajo como cualquier otro y no siento que se debería pensar que solo un hombre puede hacerlo, porque lo único que requiere es saber conducir", detalla la presidenta de la línea.
-¿Le han dicho que los hombres conducen mejor que las mujeres?
-Sí, me lo han dicho e incluso pasajeras me lo dicen, sobre todo cuando llegan al paradero y notan que una de nosotras conduce. Eso después se les pasa, porque notan que somos muy prudentes, precavidas y que manejamos bien.
-¿A los pasajeros aún les cuesta aceptar que una mujer tome el control de un colectivo?
-Hoy en día el pasajero solo quiere llegar a su destino y no está preocupado de quién va al volante, excepto en Santo Domingo que miran qué línea es.
-¿Es cómodo trabajar en una línea donde la mayoría son mujeres?
-Violeta Campos, conductora: Sí, todas nos llevamos bien, así que es bien ameno. Y tener a la familia de la señora Laura trabajando con nosotros tampoco nos complica.
-¿Qué es lo más importante que ha conseguido en este trabajo?
-Laura Vergara: Lo más importante fue lograr entrar a un rubro, que se creía que debía ser completamente de hombres. Además, desconozco que haya otra mujer que sea dueña de una línea de colectivos, me parece que soy la única en la zona y por eso es un orgullo el trabajar con mujeres.
-¿Para quién está dedicado este proyecto empresarial que usted comenzó?
-Trabajo para la mujer de San Antonio y por lo mismo son muchas las que han pasado por mi línea, lo cual es muy gratificante.
-¿Cree que a las mujeres les falta atreverse en este rubro?
-No, ya se atrevieron y lo vemos reflejado en las mujeres que han querido trabajar conmigo en este tiempo.