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Madre sanantonina y su historia junto a su hijo con autismo

Andrea Gómez ha tenido que aprender a vivir con la condición de su pequeño Pascual de 5 años. Hoy se conmemora en todo el mundo el "Día de la Concienciación del Autismo".
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Crónica

En pleno recreo al interior de la escuela San José de Calasanz que se encuentra en la población 30 de Marzo, el pequeño Pascual Catalán corre y disfruta junto a sus compañeros de kínder de los juegos que a sus 5 años (26 de febrero de 2014) le llaman la atención y le entregan un momento de felicidad.

Integrado completamente a las dinámicas que le hacen realizar en el establecimiento educacional, Pascual es en estos momentos un niño que poco a poco va superando el autismo que le fue diagnosticado cuando tenía 3 años.

Su madre, la joven sanantonina Andrea Gómez, comenta que "cuando Pascual cumplió tres años lo postulé a un jardín infantil donde tuve una entrevista con la directora del establecimiento, la que me hizo llenar un formulario y yo le mencioné que mi hijo aún no dejaba el pañal, por lo que me comenzó a hacer algunas preguntas y me sugirió llevarlo donde un neurólogo".

La madre llevó a su hijo Pascual donde el especialista en la clínica San Julián y ahí fue cuando comenzó a cambiar la relación que tenía con el menor. "Aún me acuerdo de la fecha: fue el 4 de marzo del 2017 cuando cambió nuestras vidas con Pascual. Tras 20 minutos de atención, el niño fue diagnosticado con Trastorno de Espectro Autista (TEA) y la verdad que yo quedé sin mucha respuesta, porque no conocía del tema, solamente atiné a abrazar a mi hijo y con un nudo en la garganta le dije que saldríamos adelante".

Buscando apoyo

Lo primero que hizo Andrea fue contarle a su familia. Tras recibir el apoyo de ellos, comenzó a buscar información para saber de qué se trataba el autismo. "Me metí en internet a buscar información en google sobre el autismo y traté de ver sobre sus tratamientos y terapias con especialistas, como controles que hay que realizar con neurólogos, fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales, educadores diferenciales, sicólogos y sicopedagogos. Al principio me costó asimilar la condición de mi pequeño Pascual, por lo que entré en un período de duelo. Me caían las lágrimas pensar que toda la vida que tenía programada con mi hijo no podría ser realizada como pensaba", afirma la sanantonina, agregando que "pero llegó un momento que no quedaba otra que aceptar y así fue como comencé a buscar redes de contacto".

-¿Cuál fue el siguiente paso que hizo una vez asumida la condición de su hijo Pascual?

-Recordé que tenía una amiga que era terapeuta ocupacional que vivía en Santiago y ella me comenzó a asesorar sobre el autismo. Luego me consiguió una hora en la clínica Santa María donde una neuropsiquiatra infantil atendió a Pascual. El le dio una hora para desarrollar el Ados-2 en el hospital de Providencia, ya que es directora del área de salud mental infantil.

-¿Es difícil tener un hijo con autismo en San Antonio?

-Es complicado, ya que por ejemplo, pensé que porque mi hijo fue diagnosticado con Ados-2 lo iban a atender en el hospital, un consultorio o en algún centro médico, pero busqué y lo único que encontré fue un neurólogo que está siempre con las horas copadas. Por eso todo lo que son las terapias de Pascual ha corrido de parte de mi bolsillo. En San Antonio falta intervención temprana del autismo y que sea gratuita.

-¿Con qué otro impedimento se fue encontrando en el camino?

-Falta visibilidad e inclusión desde el jardín infantil, ya que los niños de 2 años no pueden entrar al jardín con pañal y en las escuelas especiales los comienzan a recibir desde los 3 años y en horarios que son desde las 2 de la tarde hasta las 5, y para una madre que trabaja es complicado ir a buscarlos a esa hora. De hecho, yo tuve que dejar de trabajar y no renové contrato, porque estaba sin tiempo para realizar ambas cosas. Incluso los estudios se me complicaron, ya que estoy en la carrera de Prevención de Riesgo,. Mi hijo ha sido mi gran inspiración, por lo que me queda poco para titularme.

-¿Cómo se ha adaptado su hijo Pascual al colegio con sus compañeros?

-Creo que bien. Está en kínder en la escuela San José de Calasanz, la que cuenta con un Programa de Integración Escolar, además de un equipo multidisciplinario que, eso sí, no cuenta con un especialista en autismo, por lo que solamente faltaría un terapeuta ocupacional que es el principal apoyo para un niño con trastorno. Esta semana Pascual entrará a un programa de salud mental infantil en el Cesfam que cuenta con una terapeuta ocupacional que atiende a los niños desde los 5 años de edad.

-¿Qué tal ha sido toda esta experiencia que le ha tocado vivir con su hijo?

-El viaje que nos ha tocado vivir con Pascual fue inesperado, pero su evolución ha sido notoria. Él es un niño que intenta integrarse en la sociedad, por lo que el llamado es a empatizar y aceptar a los niños con autismo, ya que la inclusión es una tarea de todos. Y también me ha tocado en este proceso apoyar a otras madres con hijos que tienen autismo, a las que les digo que esto no es el fin del mundo, sino que es el comienzo de un nuevo mundo donde se percibe diferente la relación entre madre e hijos.

Agrupación local

Hace aproximadamente un año, un grupo de madres sanantoninas se reunió para darle vida a la Agrupación Social Familiares TEA, con la intención de realizar diferentes actividades que visibilicen el autismo en la ciudad puerto.

Es por esto que hoy desde las diez de la mañana, este grupo se juntará en la plaza de Llolleo para conmemorar el Día Mundial de la Concienciación del Autismo. Las presentes contarán con un stand donde tendrán pendones explicativos y atenderán las dudas y consultas de la comunidad.

"La agrupación nace con un grupo de valientes madres de niños con autismo que buscamos como principal objetivo que en San Antonio la inclusión sea visible y que la sociedad comprenda a los niños con este trastorno, ya que no queremos que ellos sean discriminados como pasa a veces. También esperamos que ellos cuenten con un centro de salud donde puedan desarrollarse con un equipo especializado", reconoce Andrea Gómez, agregando que como agrupación "estaremos constantemente realizando actividades con el fin de juntar dinero para que nuestros niños puedan obtener terapias gratuitas y de calidad".

"Aún me acuerdo la fecha: fue el 4 de marzo de 2017 cuando cambió nuestras vidas con pascual", reconoce la joven madre sanantonina, andrea gómez.
el pasado 26 de febrero pascual cumplió cinco años de edad.
el niño junto a su madre disfrutan durante un recreo en clases.
ayer el pequeño pascual disertó sobre el autismo ante sus compañeros de kínder.
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