Con escasa participación, pero altamente emotiva fue la protesta contra el hospital
Un grupo de personas mostró su descontento con el Claudio Vicuña con pancartas y gritos afuera del recinto.
A principios de semana, el hospital Claudio Vicuña celebraba la Reacreditación de Calidad que le entregó la Superintendencia de Salud por los próximos tres años. Se destacó que habían cumplido con el 95 por ciento de los indicadores pedidos por la superintendencia. Sin embargo, no todos quedaron contentos.
Durante los días siguientes se convocó a una marcha en contra del centro asistencial. La idea era denunciar "malos tratos" y "negligencias" a las 12 horas de ayer.
La convocatoria fue mucho menor de la esperada. Llegaron menos de 20 personas, quienes megáfono en mano hablaron al recinto y a quienes trabajan allí. Se les acusó de "manzanas podridas". Lamentablemente todos cayeron en el mismo saco.
En algunos casos se nombraron a médicos y sus cargos, a quienes se les imputó "no hacer bien su trabajo".
La pequeña intervención, sin embargo, fue altamente emotiva para quienes decidieron hablar. Todos estaban allí luego de haber vivido una experiencia traumática dentro del recinto.
"Perdí a mi padre por culpa de una doctora que dijo que era especialista, que no lo derivó en el momento oportuno", dijo la organizadora, Macarena Aguilera.
Comparó al Claudio Vicuña con el hospital Carlos van Buren de Valparaíso y aseguró que "allá sí hay vocación de servicio, se reconoce a la persona, no porque sean adultos mayores, no van tener derecho a la vida".
"Empezamos a organizarnos como movimiento ciudadano para decir basta de abusos, de negligencia en los estamentos públicos", agregó en la entrada de calle Carmen Guerrero, ante la mirada de usuarios y funcionarios.
"Están construyendo un enorme nuevo hospital, pero qué pasa con los especialistas, con los implementos que no funcionan, con las interconsultas que han pasado años y que jamás han sido tramitadas", acusó.
Diario El Líder tiene programada una entrevista con el director del centro asistencial, Paul Rojas, para mañana, donde se referirá a este y otros temas relacionados con el recinto médico.
Macarena no fue la única presente en emocionarse hasta las lágrimas. María Angélica Pizarro y Guillermo Reyes asistieron por lo que también consideran una negligencia en el nacimiento de su hijo.
Acusaron que se postergó la cesárea con la que llegaría al mundo y finalmente no se produjo, que el niño nació por parto natural y con una severa asfixia.
"Nuestro niño tuvo parálisis cerebral y el 31 de julio del año pasado fue dado de alta y el 13 de febrero de este año, tras sufrir una infección al pulmón, le dio neumonía y falleció", explicó ella.
Isabel Marambio, en tanto, dijo "que este hospital trata mal a la gente", pero no individualizó a personal o unidades específicas. También los acusó a todos por igual de "manzanas podridas".
Manifestó su preocupación ante la falta de especialistas y lo que pasará una vez que el nuevo hospital esté concluido.
"Qué sucederá ahí, de dónde saldrá la gente que tiene que trabajar en este megahospital", se preguntó.
Aunque se pretendía hacer una manifestación más extensa y bajar por Luis Reuss y luego por 21 de Mayo hasta llegar al frente del Supermercado Tottus para enfilar una marcha hacia el centro de San Antonio por Barros Luco y Centenario, esto no pasó. El número de asistentes fue demasiado bajo.
"Empezamos a organizarnos como movimiento ciudadano para decir basta de abusos",
Macarena Aguilera, organizadora.