El boom de la cerveza artesanal que tiene embriagados a los sanantoninos
Rubias, negras, maltas y otro sinfín de variedades han irrumpido fuertemente también en la provincia. Cristian Valenzuela vio en este brebaje una oportunidad y creó Thorverk, que ofrece seis tipos para todos los gustos.
Cristian "Thorverk" Valenzuela lleva casi 10 años fabricando una cerveza artesanal ciento por ciento llolleína, que ya distribuye en varios de los bares y restaurantes de San Antonio. En todos estos años como experto en cervezas, ha visto cómo el chileno, y particularmente el sanantonino, ha ido transformando su paladar para ir probando cosas nuevas y exigiendo calidad en los productos que consume.
Chile
Vino el 2008 a Chile luego de una larga estadía en Europa. Ahí descubrió que la cerveza no tenía nada que ver con los productos embotellados que venden acá. "No pensé en ese momento en hacer cervezas, pero sí me dio una visión más amplia sobre la chela aguada que nos venden acá", comentó.
Llegó a arreglar la casa que era de su familia en la calle Las Quilas, en Llolleo. En estos años, ha refaccionado la vivienda para transformarla en una verdadera fábrica de cervezas. En una pequeña salita ha puesto las ollas, en otra los fermentadores y en una pieza el producto ya embotellado esperando su comercialización.
"Siempre fui bueno para la chela y en 2008 venía llegando de vivir en Suecia. Se supone que al principio solo estaría por un tiempo en Chile". Y como se puso a reparar la casa de su familia, quedó sin dinero para regresar.
Tenía un amigo que fabricaba cerveza artesanal y le ofreció revenderla en un local donde trabajaba. "Al final nunca pescó mis mails ni me llamó. Averigüé cómo hacer cerveza y la proyección del negocio, hice un curso y comencé". Finalmente, la ofreció en el bar donde trabajaba de garzón y resultó.
Ahora Thorverk se comercializa en varios bares y pubs de San Antonio, como La Casona Restoart en Barros Luco, la Sanguchería Porteña, en Leoncio Tagle, en el Piedra Roja de Avenida Chile, los Cheers de Llolleo y el mall, entre varios otros. También se puede encontrar en un bar de Santiago.
Thorverk
Cuenta que actualmente la marca llolleína tiene seis tipos de cerveza para todos los gustos: barley wine de 9°, scotish de 6°, una cerveza roja con "unos toques más maltosos que la vuelve más refrescante", según el fabricante.
Otra variedad es la trapense de 8° "que es un poco más acaramelada de estilo belga". La porter de 6° es, según Cristian Valenzuela, "negra y cremosa, con terminaciones de chocolate"; bock frambuesa de 6°, una cerveza "pensada en el público femenino debido a su gusto", y la nueva ipa de 5,8°, una variedad que "ha ingresado fuertemente en la industria chilena", afirma su creador.
Este emprendedor llolleíno hizo un maridaje con una sommelier de la zona. "La idea es poder ir mezclando las comidas con la cerveza, la barley wine, por ejemplo, queda muy bien con carne. La trapense queda muy bien con mariscos y pescados". Otros maridajes están disponibles en la publicidad que pone Thorverk en cada local.
Onda Chela
El dueño de Thorverk vivió varios años en el extranjero, por lo que ha podido observar cómo el chileno se acercó al concepto de cerveza artesanal y como ha ido evolucionando. "El boom de la cerveza artesanal viene de Europa, obvio. Pasó también por Argentina y ahora está acá hace harto rato", comenta el cervecero.
Para Valenzuela, el chileno se está abriendo a las oportunidades que ofrece este producto y otros más, debido a que se ha vuelto más exigente. "El chileno necesita estar siempre probando cosas nuevas, pero no sabemos cómo hacerlas. La cerveza es un ejemplo. Ahora hay muchas buenas cervecerías artesanales en todo Chile. El paladar del chileno sin duda cambió, no solo en cerveza, sino también en comida con la irrupción de los extranjeros en nuestra gastronomía", analiza.
Cervecero
Cristian Valenzuela llegó por esas casualidades de la vida a la cerveza, un oficio que lo tiene bien contento. Si bien es un producto bien demandado, el negocio tiene altos y bajos, como todos. Sin embargo, lo tiene feliz. "Me gusta porque preparo algo único. Otras cervecerías pueden tener otra porter, u otra ipa, pero me gusta que la mía es distinta a cualquier otra. No digo que mejor, pero es mía. Tampoco quiero dominar el mundo con mi cerveza".
Cuenta que sus recetas van sufriendo varias transformaciones antes de ser comercializadas. "Generalmente no me gustan las primeras que hago, las voy arreglando hasta que salgan según mis estándares. Ahí recién las comercializo". Pero no pierde ni una sola gota. Todos esos litros experimentales de cerveza son consumidos por sus amigos.
"Yo ahora encuentro que está rica la chela, antes no. Está mucho más elaborada y mejorada que antes. Pero eso ha sido con el tiempo", confesó el cervecero.
"Trabajo en base a un estándar, un rango. Al ser un producto artesanal puede variar entre un tiraje y otro, pero siempre hay un rango. A nosotros las temperaturas nos joden, ahí siempre estamos buscando la fórmula, cubriendo y controlando con téster. Si se pasa de eso, lo dejamos para los amigos. Además, yo voy viendo en los locales cuáles son las cervezas que se venden más", explica.
El no es el único que debe darle el visto bueno a alguna preparación. "A mis amigos también les pido que sean más críticos, han llegado acá y me han dicho cosas como 'mira, está rica, pero la de antes estaba mucho mejor'. Mi mujer también es muy crítica".
Para poder adquirir este producto local, puede pedirlo bien frío en uno de los casi 10 locales donde se vende en San Antonio. También se puede comprar directamente en su domicilio (Las Quilas 54, Llolleo) o a través del correo electrónico cervezathorverk@gmail.com.
"Averigüé cómo hacer cerveza y la proyección del negocio, hice un curso y comencé",
Cristian Valenzuela
"Otras cervecerías pueden tener otra porter, u otra ipa, pero me gusta la mía porque es distinta a cualquier otra. No digo que mejor, pero es mía. Tampoco quiero dominar el mundo con mi cerveza",
Cristian Valenzuela
"La idea es poder ir mezclando las comidas con la cerveza. La barley wine, por ejemplo, queda muy bien con carne. La trapense queda muy bien con mariscos y pescados",
Cristian Valenzuela
"Al ser un producto artesanal puede variar entre un tiraje y otro, pero siempre hay un rango",
Cristian Valenzuela