Quinceañera perdida dio señales de vida, pero familia continúa angustiosa espera
La adolescente, quien permanece extraviada desde el 5 de marzo, habría respondido por redes sociales a la familia, que aún no sabe dónde está.
Ayer se cumplieron dos meses y ocho días de angustiosa espera. El 5 de marzo pasado, después de ir a un control médico en la Casa Verde del hospital Claudio Vicuña de San Antonio, donde funciona el Plan Ambulatorio Intensivo Infanto Adolescente (Paiia), la unidad de salud mental que atiende a menores de 20 años con problemas de abuso o dependencia de alcohol y drogas; Vivian Vera no volvió a su casa.
Según cuenta su papá, Oscar Vera, desde el recinto siempre le avisaban por teléfono cuando su hija entraba y salía del establecimiento. Sabe que ese día concurrió a la Casa Verde, pero que algo pasó que no le permitió devolverse a su casa, en la comuna de El Quisco.
La joven tiene 15 años. El 1 de julio cumplirá recién los 16. Sus padres ruegan todos los días que para entonces se haya acabado esta pesadilla.
Lo único que saben es que se mantendría con vida, pero no dónde está.
A pesar de los insistentes llamados, nunca contestó a nadie de la familia. Tampoco respondió los mensajes que le dejaron en las redes sociales.
Sin embargo, gracias a Messenger creen que estaría viva.
"Nosotros hemos hecho todas las denuncias, fuimos a la PDI y a ellos les respondió que nos quiere mucho, que nos ama, que está bien, pero que no va a volver por ahora", asegura Oscar Vera.
Los mensajes corresponden a una pequeña pieza dentro de un puzzle aún más difícil de resolver. Nada asegura a la familia que la persona que escribió de regreso sea efectivamente Vivian Vera.
"Nosotros no descansamos, no dejamos de pedir que la gente nos ayude y que nos digan algo de su paradero, a dónde ir a buscarla", indicó a diario El Líder.
Su padre recalca que nada lo calmará hasta volver a verla con sus propios ojos.
Uno de los mayores temores es que la menor "esté bajo malas influencias".
Hasta el momento de su desaparición estaba en tratamiento por el consumo problemático de sustancias.
Oscar Vera llegó a Chile desde Ecuador hace cuatro años en busca de una mejor vida. "Allá (en Ecuador) no había trabajo", dijo a principios de mes, cuando se cumplieron dos meses del extravío de su hija.
Un año después logró que toda su familia emigrara. Hasta el 5 de marzo pasado, todos vivían en El Quisco. Él, su mujer, y las tres hijas del matrimonio: una pequeña de cuatro años, una de 14 y Vivian, la mayor, de 15.
La adolescente ingresó a un colegio de la zona, donde, de acuerdo al relato de su papá, comenzó a tener "malas compañías".
"Me contaba que había compañeros que no iban a clases, que se iban de carrete, que fumaban marihuana después de clases o que tomaban alcohol. Le dijimos que no hiciera eso, que no podía hacerlo, que no era el ejemplo que nosotros como padres le habíamos dado", explicó entonces.
Unas de las teorías de la familia es que está en Santiago. Sin embargo, a estas alturas nada es seguro. El hombre ha viajado a la capital, pero es demasiado grande como para dar con ella.
En San Antonio, donde fue vista por última vez, pasa lo mismo. Es como buscar una aguja en un pajar.
Vivian fue descrita como una adolescente de "ojos color miel, margaritas en la cara al sonreír, contextura media y nariz aguileña (donde la punta nasal se dirige hacia abajo y le da al rostro una apariencia ruda)".
Cualquier información sobre el paradero de Vivian Vera puede ser entregada en las policías o llamando al 950024720.
"Nosotros no descansamos, no dejamos de pedir que la gente nos ayude y que nos digan algo de su paradero, a dónde ir a buscarla",
Oscar Vera,, papá de Vivian.
"Respondió que nos quiere mucho, que nos ama, que está bien, pero que no va a volver por ahora",
Oscar Vera,, papá de Vivian.