Eliminarían máquinas tragamonedas que están fuera de los casinos de juego
El Senado aprobó, por 30 votos a favor, uno en contra y una abstención, legislar sobre esta materia que, según explicaron, trae consigo externalidades negativas como ludopatía y delincuencia . Desde el gremio se defienden.
A pasos agigantados avanza en el Senado el proyecto de ley que prohíbe el funcionamiento de las máquinas tragamonedas fuera de los casinos de juego.
Esto, luego de que en la Sala se aprobara, por 30 votos a favor, uno en contra y una abstención, la idea de legislar sobre esta iniciativa que responde a una indicación sustitutiva del Ejecutivo y a distintas mociones refundidas.
La medida busca prohibir la presencia de estas máquinas e incluso establece su destrucción si la iniciativa llega a aprobarse definitivamente.
Precisamente en la comuna de San Antonio hay un gran número de locales con estas máquinas, tanto en el centro de la ciudad como en Barrancas y Llolleo, que día a día reciben a cientos de clientes.
El senador Francisco Chahuán (RN) explicó que "el proyecto fue aprobado en general y ahora debe adherirse un plazo para las indicaciones, por tanto, todos los temas serán corregidos en ese plazo, para los efectos de también dar apoyo a aquellos que sufren de ludopatía", dijo en referencia a esas personas que juegan y apuestan dinero sin control.
Según un informe de la Universidad Católica de 2016, en Chile se contabilizaron 33 mil máquinas fuera de los casinos y que estaban en establecimientos con patente para entretenimiento, por lo que no se incluyeron aquellas que están en los almacenes de barrio.
En su intervención en la Sala, Chahuán expuso que "los locales o recintos donde funcionan máquinas denominadas de azar, comúnmente conocidas como tragamonedas, operan al margen de la ley y además conllevan situaciones de ludopatía, delincuencia y alcoholismo en sectores vulnerables de la población en torno a estos negocios, en los que también participan menores de edad".
Discriminación
Desde la agrupación de los trabajadores de Fabricantes e Importadores de Entretenimientos Electrónicos (Fiden) no se demoraron en contestar sobre este proyecto de ley que calificaron como "discriminador".
Ramón Sepúlveda, vicepresidente y vocero del gremio, aseguró que "aquí se hizo una caricatura para prohibir. Hay un proteccionismo abismante en circunstancias que nadie se preocupa de que la gente se endeuda cada vez más con las tarjetas de crédito. Eso no les interesa, pero sí se preocupan que la señora se gaste los 200 pesos del vuelto del pan en las máquinas".
El texto legal establece, además, sanciones de hasta cinco años de cárcel y casi 10 millones de pesos en multas a quienes se desempeñen en esta actividad.
Respecto a las externalidades del rubro, como ludopatía, alcoholismo o delincuencia, a las que hizo mención el senador Chahuán, Sepúlveda manifestó que precisamente por estas razones "se deben regular, pero no eliminar".
"Nosotros tenemos un estudio del departamento de Sociología de la Universidad Católica, que señala que esta actividad no genera más externalidades que otras. Sabemos que hay externalidades negativas pero para ello hay que regularla, como ocurre con las farmacias o casinos, donde se ingresan máquinas ilegales y donde hubo una muerte en el casino Monticello por un ludópata", argumentó.
Añadió que "hay una fijación en el segmento del entretenimiento de la clase popular y les da lo mismo que gente con millones pierda su casa por culpa de un casino. Esto es discriminación".
Sepúlveda precisó que en el país existen 500 mil máquinas tragamonedas. Estas se encuentran en locales con patente de entretenimiento.
"Sabemos que ahora la discusión se centrará en el Senado y que seguramente surgirán muchas modificaciones, pero así como entra el proyecto, nos perjudica porque dejaríamos de emplear a 110.000 personas, sobre todo, a mujeres", afirmó.
"Hay una fijación en el segmento del entretenimiento de la clase popular y les da lo mismo que gente con millones pierda su casa en un casino",
Ramón Sepúlveda.
500 mil máquinas tragamonedas existen en todo Chile, según indicaron desde la agrupación de trabajadores de los Fabricantes e Importadores de Entretenimiento Electrónico.