El drama de trabajar y ganar cero
El pescador Jorge Palacios cuenta cómo ha sido vivir la grave crisis del sector.
Lleva puesto un gorro de lana con los colores de la bandera chilena. Desde ese añoso tejido, brotan por los costados sus canas. Jorge Palacios Madrid acaba de llegar de la pesca y aún no se ha sacado su traje de agua. Sobre el muelle de la caleta Pacheco Altamirano, este vecino del cerro Placilla cuenta a Diario El Líder el drama que vive y que se multiplica en cientos de sus compañeros de labor. Su problema no es uno solo, pero hoy el más urgente es la exigua situación económica que lo abruma a él y su mujer. Son las 11 horas del jueves 16 de mayo de 2019 y él, que tiene 60 años y ha trabajado toda la vida en la mar, regresará a su hogar con cero peso de ganancia tras largas diez horas en el océano en medio de la gélida noche.
"Desde los 10 años que ando trabajando en la mar y creo que esta ha sido la crisis más grande. Esto se debe a los mismos industriales que tienen el mercado copado. Más encima tanto blanqueo de pescado que hay pal sur", afirma mientras se oye el tumulto del muelle y suena un corrido mexicano en un parlante instalado muy cerca de la caleta.
"El blanqueo es cuando de 1000 kilos de pescado se declaran 100 y los 900 restantes se traen como blanqueo a San Antonio, sin visado", explica.
Para los pescadores artesanales de San Antonio el tema de la pesca ilegal o "blanqueo" comenzó a cobrar mayor importancia en los últimos meses, ya que pese a haber una cuota de merluza que es valiosa para ellos, los precios de venta en el muelle son bajos. Alegan que han llegado a "regalar" a $250 el kilo.
Ayer, como si fuera un día especialmente bondadoso con Jorge Palacios, la merluza se transó en $1.000 el kilo. Él, como patrón y dueño de bote, salió a la pesca junto a otros dos hombres de mar. Zarparon a la medianoche y llegaron a eso de las 10 de la mañana. Traían solo 50 kilos de aquel recurso.
"Hemos andado terrible mal. Hoy (ayer) gastamos $48 mil en puro combustible, vendimos todo en $50.000 y así solo ganamos $2.000. Esas dos lucas se las tengo que pasar a los cabros (los tripulantes) para el pasaje, y para mí no quedó ni uno, me fui nomás con un aplauso. En la casa hay que apretarse el cinturón para sobrevivir a esta crisis, gracias a Dios mis hijos están grandes", cuenta.
Palacios asegura que Sernapesca fiscaliza solo a los pescadores de San Antonio y no a los que blanquean pescados desde caletas de la Región del Maule. "Sería bueno que las autoridades se den una vuelta para caletas como Duao e Iloca", dice antes de volver a perderse entre los carros vacíos y se une a los demás pescadores que van y vienen sobre el muelle. Lleva en su mente un poco de esperanza y paciencia, pero todo en la vida, como los mismos peces, algún día ambas se agotarán.
Sernapesca
El jefe de la oficina de Sernapesca San Antonio, Alfonso Ruiz, aclaró que la entidad ha fiscalizado en las carreteras a los camiones que traen recursos marinos desde el sur. "Hemos revisado camiones, muchos de ellos llegan con pescado legal y también hemos encontrado carga ilegal y se han cursado las infracciones como corresponde", sostiene.
Ruiz aclara que Sernapesca realiza controles en otras zonas del país para detectar la pesca ilegal, pero recalcó que lo que ocurra en regiones como la del Maule no está dentro de la jurisdicción de la oficina de San Antonio.
Anular la ley
Junto a pescadores artesanales, la diputada Camila Rojas (Comunes), se reunió con el presidente de la Cámara de Diputados, Iván Flores para solicitar la agilización de la discusión y votación del proyecto que anula la ley 20.657 o Ley Longueira. "Esta ley debe ser anulada por un tema ético y además, porque no ha logrado ordenar, ni menos mejorar, la situación pesquera de país", dijo la parlamentaria.
"No nos queda otra que sobrevivir, yo he sido pescador toda mi vida, qué voy a cambiar de rubro".
Jorge Palacios.