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Tras la embestida inicial y ya alejado de su adversario, el Huáscar aguardó unos minutos sin reanudar el cañoneo. La carnicería hecha en la Esmeralda, y la muerte de Prat, lo indujeron a esperar que los chilenos arriasen la bandera. "Por un instante paró sus fuegos, como dándonos tiempo para reflexionar y rendirnos". La cubierta estaba sembrada de cadáveres dispersos y despedazados. "Era cosa que partía el alma ver los restos humanos repartidos por todos lados, horriblemente mutilados, la sangre corría", rememoró Uribe. Había cadáveres que quedaban divididos, piernas y brazos que no se sabían de quién eran.
Los heridos lanzaban gritos espantosos, no se les podía prestar ningún auxilio, el cuerpo médico quedaba corto. Lo único posible con muchos heridos era hacerlos a un lado para que no estorbaran a la artillería, señaló Sánchez.
Pero el Huáscar y sus marinos se equivocaban, no había ánimo de rendición en la Esmeralda. Solo Ignacio Serrano y unos pocos seguidores, entre doce y dieciséis, alcanzaron a abordar el monitor. Serrano parecía haber enloquecido, saltando del castillo a la cubierta, corrió de un compañero a otro, con su espada en la mano, nuestro comandante ha muerto y es necesario vengarlo.
Uribe, asumiendo el mando, se trasladó a la toldilla, allí se reunieron Sánchez, Serrano, Riquelme, Fernández, Wilson, Zegers y Hurtado, improvisando un consejo de oficiales. "Nos mantendremos como estamos", dijo Uribe. Serrano fue el encargado de organizar una división de abordaje, por si el monitor espoloneaba de nuevo.
Se preparó, por fin, el hundimiento final de la corbeta, "tenga listas las válvulas, ordenó Uribe a Hyatt. Están listas, replicó el ingeniero. Quizás recordaría como catorce años atrás, los españoles habrían abierto las válvulas de la Covadonga, en Papudo, para que se fuera a pique y no la capturase la Esmeralda.
Patricio Guzmán Martínez
Academia de la Historia de
San Antonio
vereda malita
Centenario, la principal calle del comercio de San Antonio, tiene su vereda sur en deplorables condiciones. Este es el piso en el sector de ABCDIN. Es evidente el riesgo de accidente, especialmente para niños y personas mayores.